Boletín UNAM-DGCS-008
Ciudad
Universitaria
DISEÑAN
UNIVERSITARIOS, SOFTWARE PARA MEDIR
LA ANSIEDAD
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Se trata de pruebas que calculan con
precisión los niveles de incertidumbre, generales o específicos, detalló la
académica de la FES Iztacala de la UNAM, María del
·
Se realizan estudios en hospitales
especializados con personas que sufren padecimientos oncológicos
En México, los trastornos
de ansiedad como la fobia, ocupan el segundo lugar entre las perturbaciones
mentales, sólo después de la depresión; entre dos y siete millones de personas
la pueden padecer en el país. Además, de cada 100 pacientes, seis son atendidos
por temores irracionales en los servicios de Psiquiatría del Instituto Mexicano
del Seguro Social (IMSS, 2007).
La fobia social es el tipo más común, y en el país la sufren hasta 13
millones de personas. Se le asocia con la ausencia de apoyo social, menor nivel
educacional y bajos ingresos económicos; su relación con la ansiedad se
determina por el grado que genera de crisis de angustia o ataques de pánico.
Estudios realizados en el orbe, estiman que más del 20 por ciento de la
población mundial sufre algún trastorno de ansiedad sin saberlo. Ante ello,
académicos de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala de la UNAM,
diseñaron un novedoso software para
medir los sesgos perceptuales,
con una tarea de discriminación.
Los trastornos del comportamiento no sólo
atacan a un sector enfermo de la población, sino también alcanzan a niños,
adolescentes, mujeres y hombres, y la ansiedad es la principal, pues entre 22 y
34 por ciento de quienes solicitan atención psiquiátrica, lo hacen aquejados
por ese mal.
Por ello, investigadores universitarios se han dado a la tarea de
diseñar pruebas que midan con precisión los niveles de ese padecimiento, sean
generales o específicos hacia ciertos temas, como la muerte, u otros que tienen
que ver con el consumo de drogas, violencia familiar, o algún problema de salud
crónico degenerativo, señaló la académica de la FES, María del Rocío Hernández
Pozo.
Se trata de un software que permite
medir, mediante el paradigma emocional de Stroop (prueba discriminativa a través de la
computadora personal, que se realiza sin que se dé cuenta el sujeto), qué tan preocupado está el paciente
por determinadas cuestiones, dijo.
Se han realizado estudios en hospitales de tercer nivel en personas con
padecimientos oncológicos, a quienes se les han aplicado pruebas específicas,
para saber qué tanto se inquietan por su afección. Para ello, se utilizan
palabras asociadas que pueden tener carga positiva, negativa o neutra, recalcó.
Con ellas, es posible detectar, sin que los
afectados se enteren, por los tiempos de reacción y el número de errores que
cometen, qué tanto se deteriora su ejecución por estar inquietos, puntualizó la
encargada del Laboratorio de Conducta Humana Compleja, adscrito al Proyecto de
Investigación sobre Aprendizaje Humano.
Mediante una entrevista, el psicólogo clínico puede descubrir cuál es
el problema de una persona que fue secuestrada, y que presenta un síndrome de
estrés postraumático. No obstante, con los instrumentos desarrollados por los
universitarios, se pueden obtener los mismos resultados, sin interrogar al
afectado.
Sólo se requiere de una prueba discriminativa que toma aproximadamente ocho minutos, en la
que se le pide identificar el color en que están escritas ciertas palabras. Por
el contenido temático, se puede definir qué tanto se agita ante determinados
tópicos, explicó.
Así, se puede identificar en situaciones como secuestro, violencia
urbana, y asaltos, entre otras; si fue víctima directa o indirecta, y
determinar el nivel de ansiedad, de respuesta emocional adversa, y nociva para
la salud, derivada en gran medida del historial de exposición a contextos
negativos.
Es tal el grado de exactitud, que ya existen estudios publicados, tanto
por quienes colaboran en el proyecto, como por especialistas en Estados Unidos y de otras latitudes, destacó.
Estas pruebas, se utilizan con dos tipos más de mediciones: el autoreporte, tipo cuestionario, y el de reactividad fisiológica,
con el que se toma la presión y el pulso, antes y después del examen.
Existe un comportamiento ordenado en estos indicadores, que permite
generar un diagnóstico completo, no sólo de lo que dice la persona, sino de su
reacción.
La ansiedad ¿buena o mala?
La ansiedad es una respuesta emocional que han analizado los psicólogos
desde diversos puntos de vista, y con diferentes orientaciones. Por lo general,
se estudia como un factor que tiene alta relación con problemas de salud. Por
ejemplo, en padecimientos crónico-degenerativos tiene un componente de ansiedad
crónica, comentó Hernández Pozo.
Según el National Institute
of Mental Health, EU, la
ansiedad suele ser una emoción útil, pues estimula al ser humano a actuar, lo
anima a enfrentarse a determinadas situaciones; es una reacción normal al
estrés, pero se convierte en trastorno cuando se vuelve excesiva, y en un temor
irracional ante situaciones cotidianas.
A diferencia de la ansiedad leve y breve, las perturbaciones duran al
menos seis meses, y pueden empeorar si no son tratadas; ocurren comúnmente
junto con otras enfermedades mentales o físicas, relacionadas con la estructura
biológica y las experiencias de vida de cada individuo.
Así, provoca que quien los padece se sienta angustiado casi todo el
tiempo sin causa aparente, o que las sensaciones sean tan incómodas que, para
evitarlas, se suspendan las actividades cotidianas.
Por ello, puntualizó la universitaria, frecuentemente –en psicología de
la salud, y con una orientación en salud pública–, se
trata de generar programas de cambio de conducta, o preventivos, orientados a
modificar la probabilidad de ansiedad, asociada a problemas cardiovasculares.
No obstante, en otras áreas como la educativa
y la deportiva, ciertos niveles de ansiedad no se consideran como elementos
negativos, sino deseables, pues para una buena ejecución, se requiere que los
participantes estén en su zona óptima de funcionamiento, concluyó la
especialista.
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Foto 01
María del Rocío
Hernández, junto con otros investigadores de la FES Iztacala de la UNAM,
desarrolla pruebas que permiten determinar el nivel de ansiedad de una persona
ante ciertas circunstancias.
Foto 02.
Para realizar una
buena ejecución deportiva o académica, a veces se requieren determinados
niveles de ansiedad, señaló la académica de la FES Iztacala de la UNAM, María
del Rocío Hernández.