12:30  hrs. 3 de Enero de 2009

  

Boletín UNAM-DGCS-006

Ciudad Universitaria

 

 

María de Lourdes Álvarez Medina

Pie de fotos al final del boletín

 

REQUIERE MÉXICO LEGISLACIÓN EN RECICLAJE AUTOMOTRIZ

 

·       Una ley referente contribuiría a contaminar menos el medio ambiente, señaló la investigadora de la FCyA de la UNAM,              María de Lourdes Álvarez Medina

·       En el país los autos con más de 15 años de antigüedad difícilmente podrán ser sustituidos en el corto plazo, dijo

·       Las unidades circulantes en la nación, se dividen en tres categorías: legales, regularizadas, e ilegales; las dos últimas representan el 28.39 por ciento

 

México no cuenta con una ley que obligue a los productores de automóviles, y a los dueños de un vehículo, a hacerse responsables del reciclaje de sus carros al final de su vida útil, como ocurre en la Unión Europea (UE) y en Japón. Con esa medida, se puede disminuir la contaminación ambiental, aseguró la investigadora de la Facultad de Contaduría y Administración (FCyA) de la UNAM, María de Lourdes Álvarez Medina.

 

El objetivo de la Directiva 2000/53/CE del Parlamento Europeo, que regula el reciclaje de esos vehículos, es prevenir su acumulación y promover la recuperación, re-utilización y reciclaje de sus componentes para proteger al ecosistema con la idea de  mejorar el desempeño ambiental de los diferentes participantes: fabricantes, propietarios, empresas desmanteladoras y trituradoras.

 

Con esa legislación, ejemplificó, se obliga a los productores a reducir el uso de sustancias peligrosas, y garantizar que los componentes de los vehículos en el mercado europeo, después del primero de julio de 2003, no contengan mercurio, cromo, cadmio o plomo.

 

Además, explicó, es forzoso usar estándares de codificación para asegurar que los fabricantes usen material con códigos, que permita la identificación al momento de desmantelar el auto. La información debe difundirse entre  los recicladores.

 

También se deben establecer un sistema y procedimientos para la recolección de carros y partes usadas, transportarlos a plantas autorizadas para su tratamiento, y crear un sistema para darlos de baja después de elaborar un certificado de destrucción.

 

De igual manera, desarrollar procedimientos para informar y educar a los compradores sobre la recuperación y reciclamiento de los componentes, y el tratamiento de los coches de desecho, acotó.

 

En cuanto a México, la especialista mencionó que ni la comunidad ni el gobierno han ejercido presión para establecer leyes referentes, de suma importancia por el rápido crecimiento del parque vehicular.

 

La crisis económica y la entrada en vigor de los acuerdos respectivos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), impactarán el promedio de antigüedad de la flota, por lo que apenas se está a tiempo de proponer leyes al respecto, indicó.

 

El parque vehicular de la Ciudad de México es relativamente nuevo en comparación con el de otros estados; no obstante, los carros con más de 15 años de antigüedad difícilmente podrán ser sustituidos en el corto plazo, pues en la nación se tienen 0.30 autos por persona en edad de conducir, y el coche viejo que algunos dejan, es útil a otro ciudadano de menos recursos.

 

Si no se encuentra una solución para regular la recuperación, reuso y reciclaje, habrá problemas de polución cada vez más graves. Al principio, los automóviles sólo se perciben como contaminadores visuales, pero con el tiempo, los residuos ocasionan daños ecológicos, apuntó.

 

En Holanda, después de seis años de uso, los autos se reciclan; en Alemania a los 12; en México, en cambio, además de no ser reutilizados, se revenden y se siguen empleando por largo tiempo, concluyó.

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Foto 01.

 

Si no se encuentra una solución para regular la recuperación, reuso y reciclaje de autos, habrá problemas de polución cada vez más graves; señaló María de Lourdes Álvarez, de la FCyA de la UNAM.

 

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María de Lourdes Álvarez, investigadora de la FCyA, dijo que en Holanda los autos se reciclan después de seis años de uso; en Alemania a los 12, y en México, además de no descontinuarse, usualmente se revenden.