06:00  hrs. 31 de Diciembre de 2008

  

Boletín UNAM-DGCS-819

FES Acatlán

 

 

 

Alma Rosa Sánchez Olvera

Pie de fotos al final del boletín

 

EN MÉXICO NO SE EDUCA A LAS MUJERES PARA OCUPAR ESPACIOS DE PODER

 

·        Cuando los alcanzan, se duda de su capacidad, pues están minimizadas y se auto descalifican, consideró la académica de la FES Acatlán, Alma Rosa Sánchez

·        En las aulas aún se reproducen en el imaginario de los infantes, clasificaciones que dan pie a la llamada violencia simbólica, que refuerza el sexismo

 

En México urge crear nuevas formas de socialización, pues la escuela es uno de los espacios institucionales que aún sigue reforzando el sexismo.

 

Las mujeres no han sido educadas para estar en espacios de poder, pues sienten temor y no saben cómo actuar. Pueden ser oradoras brillantes o líderes, pero frente al público, les gana el temor, consideró la académica de la licenciatura en Pedagogía de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, Alma Rosa Sánchez Olvera.

 

El principal problema es que desde pequeñas no se les enseña a “coquetear con el poder”, hablando de éste como un espacio de decisión. Por ello, cuando tienen oportunidad de alcanzarlo, dudan de su capacidad, pues están minimizadas y se auto descalifican, abundó.

 

En las aulas, muchos profesores tienden a reproducir en el imaginario de los infantes la idea de “tú eres talentosa para… y tú eres brillante para lo otro”; esa clasificación propicia a la llamada violencia simbólica, que desautoriza formas que dan cuenta de apreciaciones distintas a lo reconocido, precisó.

 

Además, influye de manera directa en el pensamiento de las mujeres, quienes aprenden que las profesiones ideales para ellas son la enfermería, o la de educadora, pues carreras como ingeniería, matemáticas o física, entre otras, son para varones, subrayó la investigadora.

 

Entonces, es indispensable incrementar la instrucción en áreas de derechos humanos y civismo para apostar a las nuevas generaciones pues, actualmente, en el país se ha incrementado la violación de las garantías individuales de las féminas.

 

Por otra parte, las mujeres han ganado espacios en la construcción de la democracia, y un ejemplo es el logro del derecho al voto. Con ello, puntualizó, se reconocieron sus facultades políticas y ciudadanas, con la posibilidad de ser candidatas a puestos de elección popular y de tener incidencia en la toma de decisiones.

 

Pero esa condición no constituyó la incorporación masiva del sexo femenino al ámbito público, concluyó.

 

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Foto 01.

 

Alma Rosa Sánchez Olvera, de la FES Acatlán, consideró que a las mujeres, desde pequeñas, no se les enseña a coquetear con el poder, considerando a éste como un espacio de decisión.