Boletín UNAM-DGCS-818
Ciudad
Universitaria
BUSCAN PREVENIR
EVENTOS HIPOTENSIVOS EN PACIENTES CON INSUFICIENCIA RENAL
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Integrantes de la UNAM y del INCICh
desarrollan modelos matemáticos y análisis de señales, que permitan identificar
a enfermos vulnerables a una baja súbita de presión arterial, dijo Claudia
Lerma González
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El objetivo es dar seguimiento y tratamiento hemodialítico
óptimo a cada uno de ellos, añadió la investigadora del Departamento de
Instrumentación Electromecánica del INCICh
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Aunque sufren por afecciones del riñón, entre 40 y 50 por ciento de las
muertes de esos pacientes ocurren por causas cardiovasculares
Para entender mejor
los procesos por los que un paciente con insuficiencia renal crónica presenta
hipotensión (disminución súbita de la presión arterial sistólica por debajo de 90
mmHg), así como para identificar a los que son
vulnerables de padecerla, integrantes de la UNAM y del Instituto Nacional de
Cardiología
La también tutora de
la maestría en Física Médica del Instituto de Física (IF), expuso que el
objetivo es prevenir los eventos hipotensivos y,
eventualmente, ayudar a dar seguimiento y tratamiento hemodialítico
óptimo a cada paciente.
En el Seminario Dinámica del control cardiovascular en
pacientes con insuficiencia renal crónica, recordó que en el enfermo renal,
los riñones no filtran la sangre por lo que en el cuerpo se acumulan exceso de
agua y toxinas, y para desecharlos, algunos pacientes necesitan hemodiálisis.
En el salón Ángel Dacal
del IF, la integrante del Departamento de Instrumentación Electromecánica del INCICh, recordó que el control cardiovascular permite que
el cuerpo tenga estabilidad hemodinámica, es decir, que se mantenga una
adecuada circulación de la sangre, esencial para que las células reciban la
cantidad de nutrientes y oxígeno que requeridos.
Aunque padezcan del
riñón, entre 40 y 50 por ciento de los decesos en los pacientes renales ocurre
por causas cardiovasculares; además, el riesgo de muerte por un mal cardiaco
entre las personas que están en diálisis, comparadas con las sanas del mismo
sexo y edad es 10 y hasta 20 veces mayor.
El sistema
cardiovascular consta de corazón –una bomba pulsátil–
y vasos sanguíneos, elementos por los que circula
Para contraerse, los
músculos cardiacos necesitan de una activación eléctrica. Cada latido inicia en
una zona de tejido llamada nodo sinusal,
un grupo de células especializado en cambiar su polaridad cada cierto tiempo,
aproximadamente cada segundo cuando se está en reposo, y que funcionan como el
marcapasos natural del corazón.
Esa activación
eléctrica se propaga al resto del tejido, y como resultado hace que se
contraigan los músculos, que se abran algunas válvulas cardiacas, y que la
sangre avance en un sentido, explicó
En cuanto a los vasos
sanguíneos, que son como tubos elásticos, la presión de la sangre dentro de
ellos varía según su tamaño. En las arterias grandes, durante cada latido la
presión sanguínea tiene una forma pulsátil, pero conforme las arterias se
bifurcan y disminuyen de tamaño, la sangre que avanza a través de ellas forma
un flujo cada vez más continuo, y la presión
disminuye.
La insuficiencia renal
crónica provoca un aumento de la presión, del volumen, de la rigidez y de la
resistencia de las arterias. La frecuencia cardiaca se hace más rápida y, a
largo plazo, los pacientes se empiezan a descalcificar; ese calcio proveniente
de los huesos se estaciona en las paredes arteriales, que se tornan rígidas.
También se registran arritmias cardiacas.
Si la presión sube
demasiado, se corre el riesgo de que revienten arterias pequeñas, y se provoquen
derrames cerebrales; “en el paciente renal, el sistema que controla esos
fenómenos sufre un ataque crónico en sus mecanismos de adaptación”, abundó.
Cuando no funcionan
los riñones, y no existe una manera de extraer el exceso de agua y toxinas, el
enfermo fallece en unas cuantas semanas, dijo. La alternativa es usar un “riñón
artificial” y aplicar hemodiálisis; con ello, los pacientes necesitan “filtrar”
su sangre tres veces por semana; ese proceso dura entre tres y cuatro horas por
sesión, y en ese lapso se extraen entre tres y cuatro litros de agua con
toxinas.
Durante este proceso,
el corazón tiende a acelerarse progresivamente para mantener estable la presión
arterial ante la extracción de volumen corporal. Sin embargo, en ocasiones
llega a un punto en que la frecuencia cardiaca acelerada no compensa lo
suficiente, y en unos cuantos minutos la presión arterial baja, hasta
presentarse la hipotensión, acompañada en ocasiones por síntomas como desmayo,
calambres o vómito.
Eventualmente, la
presión del enfermo se estabiliza con la intervención médica; no obstante, se
trata de un fenómeno complejo donde también interviene el sistema nervioso
autónomo, que influye en la variabilidad de la frecuencia cardiaca, en la
presión arterial, y en la misma estabilidad vascular. De ahí, la importancia de
estudiarlo y entenderlo, concluyó
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Foto 01.
Los riñones de
los pacientes con insuficiencia renal no funcionan, por lo que su cuerpo
acumula exceso de agua y toxinas que es necesario desechar con algún
tratamiento como la hemodiálisis, señaló Claudia Lerma, del INCICh
y
Foto 02
El control
cardiovascular permite que el cuerpo tenga estabilidad hemodinámica, esencial
para que las células reciban los nutrientes y oxígeno necesarios, explicó
Claudia Lerma, en el IF de