Boletín UNAM-DGCS-815
Ciudad
Universitaria
NO EXISTE CONSENSO CIENTÍFICO SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO
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Las modificaciones en la temperatura son un
fenómeno global, producto de un proceso natural, aseguró el
investigador del IGf, Víctor Manuel Velasco Herrera
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El ser humano ha
vivido con estas variaciones desde que apareció en la faz de la tierra, pero se
ha adaptado a ellos.
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No obstante, la
contaminación de la tierra, del agua, del aire, la deforestación y la extinción
de especies, es responsabilidad exclusiva del hombre, aclaró
Aún no hay consenso científico sobre los próximos
escenarios que ocasionará el cambio climático, pero las modificaciones en la
temperatura ambiental son un problema a nivel mundial, aseguró, Víctor Manuel Velasco
Herrera, académico del Departamento de Investigaciones Solares y Planetarias,
del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM.
El
propósito científico es esclarecer mitos y realidades en torno a este fenómeno
global, que ha existido desde hace millones de años, pues es un proceso
natural, tras ejemplificar que así como existe el día y la noche, el verano y
el invierno, existe el calentamiento
y el enfriamiento global, explicó el
especialista.
Agregó que factores como la
contaminación de la tierra, del agua, del aire, la deforestación, la quema de
bosques y la extinción de especies, entre otros, es responsabilidad exclusiva
del hombre, y no del cambio climático, aunque tampoco se pueden soslayar factores externos como el comportamiento del
Sol, o internos, como erupciones volcánicas, y actividad
antropogénica (humana).
Sin embargo,
investigadores del IGf diagnosticaron que tanto el calentamiento como el
enfriamiento global, son fenómenos que
se alternan aproximadamente cada 100 años, pues forman parte de un ciclo
natural de la Tierra.
En el 2002,
indicó, científicos del IGf desarrollaron un modelo físico denominado ELSY, que ha permitido corroborar la
vinculación entre los periodos máximos y mínimos de actividad secular del astro
rey, los calentamientos globales, y mini-eras del hielo terrestres en los
últimos dos mil años.
Con ese sistema,
se han planteado contextos relacionados en diferentes escalas de tiempo, que van
de los próximos años, décadas, a los siguientes siglos; asimismo, se logró
establecer la teoría de la mini-era del hielo del siglo XXI, que iniciará en
2010, y durará entre 60 y 80 años, a causa
de la disminución de la actividad solar.
El
investigador, comentó que otro de los cuestionamientos internacionales es el
derretimiento de los glaciares, pues en el verano del
2007 el área de hielo en el Polo Norte disminuyó, mientras que en el Polo Sur
la superficie helada fue de 16 millones de kilómetros cuadrados, el máximo
registro que se tiene sobre dichos fenómenos, mismos que alertaron a la
comunidad científica internacional porque nunca se habían observado en la vida
moderna.
De acuerdo a
estudios realizados por el académico, las causas de los retrocesos y avances
son complejas debido a que influyen factores como la temperatura y la
precipitación de la nieve; sin embargo, existen glaciares que muestran un
retroceso desde mediados del siglo XIX, y otros que indican aumento en el XXI.
El
investigador explicó que los hielos de los Alpes y de los Pirineos alcanzaron,
hacia mediados de la centuria antepasada, las posiciones más avanzadas de los
últimos mil años y de nuevo comenzaron a desaparecer. La montaña más alta de
Canadá, el monte Logan, en la frontera con Alaska, ha registrado un aumento de
las precipitaciones de nieve desde 1950. El glaciar Franz-Josef de Nueva
Zelanda, avanzó dos kilómetros en la década de los 90, señaló.
Respecto a la extinción de osos polares, el experto aclaró
que no es por el cambio climático sino
por la cacería indiscriminada, ya que
cada año se permite atrapar legalmente, a más de 500 ejemplares, además,
uno de sus principales alimentos de los osos polares es la foca, especie que
también está a punto de ser declarada en peligro de extinción.
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Foto 01.
La extinción de
los osos polares no ocurre por el cambio climático, sino por la cacería
indiscriminada de la especie, y de las focas, su principal alimento, consideró
Víctor M. Velasco, del IGf de