Boletín UNAM-DGCS-814
Ciudad
Universitaria
TIENEN ACCESO A
INTERNET, DOS DE CADA 10 MEXICANOS
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Sólo unos cuantos lo hace en las mejores
condiciones, destacó el investigador del IIS de
·
La red informática mundial se implanta en
cada nación de acuerdo con la situación social y otros factores, como la
economía o las políticas educativas y de Estado, precisó
·
Aunque tiene múltiples usos, sólo en pocas
ocasiones sirve para aprender y conocer más, sostuvo
En la actualidad, sólo dos
de cada 10 mexicanos tienen acceso a Internet, y de éstos, sólo un pequeño
porcentaje lo hace en las mejores condiciones, afirmó el académico del
Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de
Explicó que en el país el uso de la red es desigual, pues existe un
número considerable de gente que navega en cibercafés
y les cuesta, o lo hacen en sus trabajos, pero no es su actividad principal, o bien,
se conectan a velocidades inferiores a las de la banda ancha, es decir, no
pueden descargar material escrito y/o audiovisual con rapidez.
Sostuvo que la diferencia, es un factor que también se manifiesta en el
uso de cualquier tecnología y en el caso
de Internet, se trata de un recurso que se implanta en cada nación de acuerdo a
su situación social, y otros factores como
son la economía o las políticas
educativas y de Estado.
Los países más ricos no son necesariamente los que hacen uso de la red
informática mundial, ni los más pobres, quienes carecen de este recurso, destacó el sociólogo.
En América Latina, han surgido formas de aprovechar esa tecnología, que
permiten a sectores de la sociedad más desprotegida acceder a ella y, por lo
regular, lo hacen a un mayor costo, y con más limitaciones.
Mientras, en naciones desarrolladas, es poco común la existencia de cibercafés, pues sitios como éstos
existen más para turistas, o simplemente no los hay. Aquí, en cambio, aumenta
en forma considerable la utilización de Internet en esos espacios, pero a
costos más altos de los de cualquier usuario en su oficina o domicilio, precisó
el autor de Viviendo en el Aleph. La
sociedad de la información y sus laberintos.
La red de redes tiene muchos usos: diversión, compras, comercio
electrónico y pago de servicios, entre otros, pero sólo en pocas ocasiones
sirve para aprender y conocer más, sostuvo.
Aunque sea inherente a este tipo de tecnología, para instruirse es
necesario que la gente sepa cómo acceder a sitios que ofrezcan información
confiable, para ello, dijo que se requiere
de una asesoría especializada, y cierta experiencia en las destrezas necesarias
para el uso de la computadora y la generación de información útil.
Esto, destacó, hace pensar en la necesidad de una política de Estado,
que permita accesos económicos y eficientes, como ocurre en países como Argentina,
Brasil, Chile, Costa Rica y Colombia, donde se cuenta con programas para aprender
el uso de Internet y, en muchos casos, desde la primaria.
En México, en cambio, cada quien se vale de su propia intuición e
imaginación, mediante el ensayo y error, lo que implica un rezago en las
capacidades de aprovechamiento, aseveró el especialista en medios de
comunicación.
En ese sentido, dijo que un método sobre el uso de la red debería ser
integral con objetivos y metas a mediano y largo plazos, en materia de infraestructura y proyectos.
Aquí se ha creado un mito sobre la existencia de computadoras en los
salones de clase y pocas veces esta infraestructura va acompañada de proyectos,
señaló.
Asimismo, en las aulas aún hay profesores que dotan de una visión
catastrofista del uso de la red, pues ellos mismos tienen fobia, inseguridad o
temor a usar nuevas tecnologías y descalifican el empleo de estos recursos.
Por otra parte, mientras en otros países se suele propiciar el
contraste, la calidad y la competencia, en la nación no sucede así. El acceso a
Internet está casi monopolizado por una sola empresa, lo que implica soportar
la mala calidad en el servicio, con costos 50 y 100 por ciento más altos que en
otras regiones desarrolladas, puntualizó.
Para un mexicano, tener teléfono, Internet y televisión de paga, cuesta
alrededor de dos mil pesos; por estos servicios, con mayor calidad, cualquier
usuario en Europa paga no más de 500; en Estados Unidos, incluyendo la cuenta
de celular, tiene un costo de 400 pesos, y en Japón, con Internet 15 veces más
veloz, se desembolsa entre 300 y 400 pesos.
Así, mientras no haya paridad entre las tarifas internacionales y las nacionales,
se arrastrará un rezago en precios, disponibilidad y calidad de estos servicios,
concluyó Trejo Delarbre.
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Foto 01.
En México aumenta en forma
considerable el uso de cibercafés, pero a costos más altos que en oficinas o
domicilios, señaló el investigador del IIS de