Boletín UNAM-DGCS-809
Ciudad
Universitaria
El túnel de viento del Instituto de Ingeniería (II) de la UNAM, el más
grande de América Latina, ha contribuido a mejorar el conocimiento la
interacción viento-estructura, a la aplicación de este conocimiento en
proyectos y diseños de obras en México, y ha propiciado construcciones seguras
ante la acción de las corrientes, afirmó el académico de esta entidad
universitaria, Neftalí Rodríguez Cuevas.
El doctor en
ingeniería, y profesor emérito de esta casa de estudios, indicó que el túnel es
una herramienta para entender los efectos del aire sobre las construcciones y,
además, permite hacer experimentos controlados para analizar el flujo del
mismo.
Se trata de un instrumento de
investigación, auxiliar en el estudio de los efectos de las corrientes
alrededor de objetos sólidos, pues se simulan las condiciones experimentadas
por el cuerpo en situación real, subrayó.
Según Rodríguez Cuevas, el primer túnel de viento en México, se creó en
1967, y el segundo, a mediados de los años ochenta.
En el aparato, explicó el
investigador, el objeto permanece estacionario, mientras se fuerza el paso de aire o gas alrededor de él; se
utiliza para analizar sus efectos en aviones,
naves
espaciales, misiles, automóviles, edificios, o puentes.
Otra utilidad es la preparación de estudiantes de licenciatura y
posgrado, que en muchas ocasiones emigran al extranjero para continuar con su
preparación.
Construcciones resistentes, la meta
Los estados de Sonora, Chihuahua, Sinaloa, Coahuila, Durango,
Tamaulipas, Baja California, Veracruz, Jalisco, Yucatán y Quintana Roo, son los
más afectados por el paso de ciclones, pues funcionan como “imanes” para
atraerlos.
En el país, en un año se estiman pérdidas hasta
por 10 mil 151 millones de pesos por esos fenómenos, que afectan carreteras,
puentes, viviendas, sistemas de agua y alcantarillado, y áreas de cultivo y
ganado, entre otros, dijo.
Por ello, el túnel de viento es útil para aprender y crear normas,
encaminadas a la edificación de construcciones resistentes, añadió.
Con esta herramienta, fabricada por el II, se realizan pruebas de
modelos sobre topografías a pequeña escala, para conocer las características
del flujo de aire, evaluar la velocidad a nivel del suelo, y en modelos
escalados de edificios y así se conoce el posible impacto sobre peatones en la
zona.
Se compone de un circuito cerrado con dispositivos electrónicos, mide
Finalmente, señaló que se han realizado pruebas en el Palacio de los
Deportes, en la Alberca Olímpica, en la iglesia del Parque España, en las
Torres de Transmisión de Microondas, en el puente atirantado sobre el Río
Papagayo en Acapulco, Gurerrero, en estaciones elevadas del Sistema de
Transporte Colectivo Metro y en el Centro de Convenciones del Hipódromo de las
Américas, entre otros.
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Foto 01
Neftalí Rodríguez,
investigador del II de
Foto 02.
El túnel de viento
del Instituto de Ingeniería de