Boletín UNAM-DGCS-806
Ciudad
Universitaria
SÓLO 25 POR
CIENTO DE ADULTOS MAYORES CUENTA CON SEGURIDAD SOCIAL
En México el actual sistema económico impacta a toda la sociedad aunque
afecta especialmente a los adultos mayores quienes, además, no cuentan con
recursos suficientes para enfrentar esta etapa de la vida ya que sólo 25 por
ciento de este segmento de la población tiene acceso a la seguridad social,
mientras que otras naciones la cobertura es de casi 90 por ciento.
Así lo dijo la directora de la Escuela Nacional de Trabajo Social
(ENTS) de la UNAM, Graciela Casas Torres, tras señalar que el país requiere de
políticas económicas equitativas.
“Lo que ahora se sufre con los descalabros financieros, tiene que ver
con modelos económicos que no corresponden a la realidad, donde se privilegia a
unos cuantos en detrimento de la mayoría, como sucede con los ancianos, que
forman parte de uno de los sectores más vulnerables”, señaló.
Según datos del Consejo Nacional de Población (CONAPO), en el siglo XX
México atravesó por un elevado incremento poblacional, e inició el nuevo
milenio con una tasa de crecimiento natural semejante a la observada 70 años
atrás, aunque con un tamaño seis veces mayor.
Lo anterior ha transformado la pirámide poblacional, que se expresa en
un proceso gradual de envejecimiento; para el 2050 se considera que existirán
129.6 millones de mexicanos, de los que 36.2 millones serán adultos mayores, el
27.9 por ciento del total (CONAPO), comentó.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía proyecta que para los
años 2020 y 2030, la esperanza de vida promedio sea de 78.5 y 79.1 años,
respectivamente; así, se espera que las mujeres vivirán 80.9 años hacia 2020, y
82.1 para 2030; mientras que los hombres llegarán a los 76.1, y 77.5, en esas
mismas décadas.
Desafortunadamente, en ocasiones se confunde vejez con enfermedad. La
senectud, aclaró, no es obligadamente un padecimiento, aunque sí genera un
deterioro de las funciones vitales; no obstante, esa idea debe ser desterrada,
y sustituida por otra en la que un adulto mayor pueda llevar una vida digna.
La maestra en Salud Pública afirmó que en la Universidad se tiene la
responsabilidad social de dar respuesta a esta situación, a partir de la
formación, capacitación, e investigación; para ello se cuenta con un grupo
interdisciplinario, que se conformó a través del Seminario de Envejecimiento Saludable.
En este milenio, en el orbe se dará el envejecimiento urbano y, por
ello, esta casa de estudios ha generado diversos trabajos, entre ellos, el CONACYT, los institutos de investigaciones
Sociales y Antropológicas; las facultades de Medicina, Psicología así como con
el el Instituto Nacional de Nutrición
Salvador Zubirán de la Secretaría de Salud.
El diplomado va dirigido a personas que sobrepasan los 50 años, y su
objetivo es proveerlos de elementos teóricos y prácticos, que les permitan
incrementar y desarrollar sus conocimientos, habilidades y actitudes, para
vivir satisfactoriamente. Se trata de un programa innovador, con una visión
integral, que pueda ser replicado a mediano plazo en otras instituciones,
explicó.
“La vejez es una cuestión inherente a la vida, y se debe estar
preparado para ser ancianos, y conscientes de que algún día vamos a morir”,
concluyó.
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La senectud no es
una enfermedad, aunque sí genera una declinación de las funciones vitales,
apuntó