Boletín UNAM-DGCS-797
Ciudad
Universitaria
EL 80 POR CIENTO
DE LOS VALORES HUMANOS SE TRANSMITEN INVOLUTARIAMENTE
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La familia es el núcleo donde se aprende el
modelo a seguir en la edad adulta, advierte un estudio de
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Un niño observa y aprende conductas, sin que
necesariamente medie la conciencia; después, las aplica a su vida en forma un
tanto automática, explicó
El 80 por ciento de los valores humanos son transmitidos de manera inconsciente,
es decir, el hombre conoce lo “favorable y desfavorable”, no porque se lo
infunda su progenitor, sino porque lo vive; así, la familia es el espacio donde
se aprende, de una forma u otra, el modelo a seguir en edad adulta.
Lo anterior, según un estudio elaborado por el Departamento de
Psicología Clínica de
De acuerdo a esta línea de investigación, denominada Transmisión intergeneracional, a cargo
de
El investigador aseguró que esa formación infantil, el tipo de familia,
y el aprendizaje que el menor haya adquirido fuera del hogar, es con lo que
llega al matrimonio; ahí, se mezcla con los hábitos de su pareja, se adapta, y
forma un nuevo estilo que, a su vez, transferirá a sus hijos.
En este contexto, dijo que
Es interesante observar la relación que existe entre la forma en que un
infante es criado por sus padres, y cómo elegirá a su pareja, mediante un plan
que no necesariamente conoce, pero que continuamente sigue, señaló.
A lo largo de su existencia, el ser humano hace cosas inteligentes, y
otras no tanto, que no solamente lo afectan a él, sino a su siguiente
generación y, por lo menos, a otra posterior.
En la medida en que haya buenas relaciones padre-hijo en la infancia,
se tendrán buenos vínculos con los demás y esto, a su vez, retroalimentará
enlaces que tendrán efecto en sus tratos interpersonales, como las maritales,
las redes sociales, experiencias de trabajo, y las parentales, explicó.
Según el estudio, los descendientes tienden a imitar el comportamiento
de los progenitores, de una forma un tanto automática. “El uso del término
consciente tiene una connotación diferente a
Esto conlleva a la selección de la pareja, que no es casual, pues ambos
se eligen mutuamente sobre la base de redescubrir los aspectos perdidos de sus
relaciones objetales primarias.
De esta manera, se desprende que
las personas no hacen su elección con base a lo que quieren, sino a lo
que necesitan y se participa en un proceso que
permitirá eliminar, reproducir, controlar, superar, revivir, o
cicatrizar, lo que no pudo internamente, señaló el catedrático en psicología
clínica.
Por consiguiente, la esposa e hijos son, en parte, sucedáneos de
antiguas imágenes o encarnaciones de introyecciones que permanecían enterradas desde
mucho tiempo atrás, concluyó.
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Foto 01.
A lo largo de su
existencia, el ser humano hace cosas que no sólo lo afectan a él, sino a su
siguiente generación, y a otra posterior, aseguró
Foto 02
Los niños
observan y aprenden conductas en el seno familiar y, posteriormente, aplican
esos comportamientos a su estilo de vida.