Boletín UNAM-DGCS-787
Ciudad
Universitaria
SE INCREMENTA
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Investigadoras
de la UNAM han encontrado trazas de fármacos en muestras de agua de distintos
ambientes
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Su
resistencia a los medicamentos ha acortado la vida media y eficacia de estos
últimos, dijeron Irma Rosas del CCA, y Christina Siebe, del
Instituto de Geología
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Esas panaceas están pensadas para combatir a
microorganismos patógenos específicos, pero muchos de sus compuestos dañan a un
grupo importante de bacterias benéficas
La presencia de
antibióticos en sistemas acuáticos ha provocado que las bacterias que ahí
habitan se hagan resistentes a la acción de esas sustancias. Microorganismos,
como algunas cepas de escherichia coli, son controlados con esos contenidos dentro del
cuerpo humano; si el tratamiento es eficaz, el organismo patógeno muere, pero
una parte considerable del medicamento es desechado a través de la orina y las
heces, vertidas a las aguas negras, que son reultilizadas
para riego de campos de cultivo.
Pero si el fármaco no
funciona, las bacterias pueden adquirir resistencia a la panacea y transferirla a otras, una vez que sean
arrojadas al drenaje.
Esa inmunidad ha acortado
la vida media de los antibióticos y, por ende, su efectividad, explicaron Irma
Rosas Pérez, del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA), y Christina Désirée Siebe Grabach, del Instituto de
Geología de la UNAM.
Rosas, doctora en Biología por la UNAM, estudia la presencia de
microorganismos patógenos para humanos en sistemas acuáticos, influenciados por
descargas de aguas residuales, en los que se han detectado medicamentos.
El interés por analizar esos organismos, que en algún momento
estuvieron en el tracto digestivo fue saber qué sucedía con ellos al ser
introducidos al ambiente y, en este caso, a concentraciones subinhibitorias
de fármacos.
De acuerdo con sus estudios, las bacterias presentan factores de
resistencia a panaceas viejas y nuevas. Según
El panorama se torna
grave, pues su resistencia induce el empleo de mayores concentraciones de
antibióticos para su tratamiento, lo que puede propiciar procesos tóxicos,
indicó la investigadora y presidenta del Colegio de Biólogos de México.
Otro de los
inconvenientes incide en la salud pública, pues se acorta la vida media de los
medicamentos y se hace necesaria la creación de otros para proteger a humanos y
animales sujetos a régimen.
Es necesario
descontinuar tratamientos que se han vuelto débiles, y echar mano de otros a
los que no tengan resistencia los microorganismos. Aunque si los médicos y la
comunidad hacen mal uso de ellos, y las aguas negras son manejadas de modo
inadecuado, su eficiencia seguirá decreciendo. El inconveniente es que, en
ocasiones, se prescribe a la ligera y, aunado a ello, la población mexicana
tiene acceso a estos fármacos sin receta, aseguró.
A su vez,
Además, el
empleo de antibióticos está pensado para combatir a microbios específicos y
patógenos que afectan a los animales y al hombre, pero en el ambiente muchos de
estos compuestos pueden dañar a un grupo importante de microorganismos
benéficos, encargados de realizar procesos biogeoquímicos trascendentes para el
reciclaje de nutrimentos, señaló.
Ante esta
situación, es necesario identificar las panaceas diluidas en el agua y en los
suelos, para analizar su concentración y la manera en que los afectan. Para
ello, se monitorean las sustancias con base en el consumo de los medicamentos
en México; además, se evalúan las cantidades que se consumen, y por qué rutas
se dispersan en el ambiente.
Ambas investigadoras
participan en un proyecto multidisciplinario sobre el comportamiento de
fármacos en el ambiente, junto con científicos de otras entidades de la UNAM,
del Instituto Nacional de Salud Pública, y de instituciones alemanas.
Uno de los
objetivos es que la información que se genere tenga una utilidad amplia
como beneficios y aportaciones al conocimiento científico; mejor entendimiento
de los procesos; saber cómo y dónde actúan estas sustancias, y a quiénes
afectan; además, influir en los tomadores de decisiones en salud pública, para
que consideren los resultados en favor de la población y del ambiente.
Por esa razón, las especialistas se han dado a la tarea
de incorporar en el programa a epidemiólogos y médicos en general, así como a especialistas con conocimientos en
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Foto 01.
Irma Rosas Pérez, del CCA, y Christina
Désirée Siebe, del Instituto de Geología, dijeron que
la inmunidad de los microbios acorta la vida media de los antibióticos y, por
ende, su efectividad.