Boletín UNAM-DGCS-751
Ciudad Universitaria
Pie
de fotos al final del boletín
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Devasta la capacidad de producción de las economías
y las posibilidades de financiamiento a los proyectos de largo plazo, destacó
la académica de
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Su magnitud cuestiona la solvencia de los estados y
aumenta, de un día para otro, los ceros de su deuda pública, dijo
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El desarrollo de Latinoamérica depende de las
necesidades del mercado exterior, pues hasta ahora no ha podido desarrollar
modelos que respondan al interno, añadió la investigadora del IIEc, Alicia Girón
González
Las
consecuencias de la crisis bancaria y financiera son devastadoras, no sólo para
la capacidad de producción de las economías y para las posibilidades de
financiamiento de los proyectos de largo plazo, sino también para la prestación
de servicios públicos, básicamente educación y salud, afirmó la académica de
Al
participar en la mesa redonda México y América Latina frente a la crisis
financiera, la economista consideró que este fenómeno no sólo afecta a
banqueros e inversionistas en la bolsa, sino además perturba la vida cotidiana
de toda la población.
La debacle
actual, precisó, tiene características que la hacen particular y diferente; la
más importante es que “se trata de un suceso que se transmite a todo color; por
primera vez, hay una crisis que tiene a los medios de comunicación como un
jugador importante que educa, entre comillas, financieramente a la población y,
al mismo tiempo, cuestiona la capacidad de las autoridades financieras y de los
banqueros para administrarla.
Otra
peculiaridad es que han fallado casi todas las herramientas con que cuentan las
autoridades monetarias de los diferentes países, para lograr una administración
menos “sangrienta” de este colapso, indicó en
El
conflicto abarca tanto a los bancos, como a otras instituciones financieras,
incluso a los gobiernos de los países latinoamericanos. La magnitud cuestiona
la solvencia de los estados nacionales, y aumenta de un día para otro los ceros
de su deuda pública; lo peor de todo es que el camino elegido para enfrentarla
es el más costoso, y equivocado, aseveró.
A su
vez, la investigadora del IIEc, Alicia Girón González, mencionó que los
periodos de estabilidad en el sistema capitalista, de alguna manera, han
sentado las bases para la oscilación; de ahí que las crisis sean parte de la
historia de ese régimen.
De
agosto del
Pese
a estas señales, las naciones de la región negaron las repercusiones en sus
territorios, y ahora tratan de implementar políticas de rescate financiero para
hacer frente a este suceso económico, apuntó.
Así,
Latinoamérica demanda dólares, pues aunque la tasa de interés de
Otro
factor que determina la posición de América Latina es la dependencia que tiene
de sus productos de exportación principalmente materias primas: la soya, el
trigo, el maíz, el petróleo, el níquel, el cobre y el oro, que aportan gran
parte de las divisas que necesitan para mantener avante su economía, refirió.
Entonces,
concluyó, el desarrollo de la región se vincula a las necesidades del mercado
exterior, pues hasta ahora no ha podido desarrollar modelos que respondan al
interno.
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Foto 01
Pese a las
señales que anunciaron la crisis, los países latinoamericanos negaron la
repercusión en sus territorios, y ahora tratan de implementar políticas de
rescate para hacer frente al problema, señaló Alicia Girón, del IIEc de
Foto 02.
Eugenia Correa,
de