12:30  hrs. 15 de Noviembre de 2008

  

Boletín UNAM-DGCS-718

Ciudad Universitaria

 

 

 

Ana Lilia Rodríguez

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EN AUMENTO, LA DIABETES TIPO II EN NIÑOS

 

  • Hace una década, el porcentaje de infantes que la padecía en el orbe era del dos por ciento, y ahora va del ocho y hasta el 45 por ciento, dijeron especialistas de la UNAM
  • Desde el 2000, es la primera causa de muerte entre la población mexicana, y tratarla cuesta al sector Salud más de 150 millones de dólares al año, señalaron
  • En el 2007, hubo cerca de 70 mil defunciones por DM, de ellas, 18 mil se debieron a complicaciones renales, y el resto a otro tipo de problemáticas, dijeron
  • La esperanza de vida se reduce entre 10 y 22 años

 

La diabetes mellitus (DM) tipo II en niños, va en aumento a escala mundial. Hasta hace una década, el porcentaje de infantes que la padecía era del dos por ciento. Sin embargo, la cifra se ha incrementado de manera alarmante, y ahora va del ocho y hasta el 45 por ciento.

 

Además, desde el 2000 ocupa el primer sitio como causa de muerte entre la población mexicana, y tratarla cuesta al sector salud más de 150 millones de dólares al año.

 

Al respecto, la académica del Departamento de Embriología de la Facultad de Medicina de la UNAM, Ana Lilia Rodríguez Ventura, informó que el aumento de esta pandemia en pequeños menores a 10 años es alarmante, pues “si a esa edad presentan diabetes tipo II, a los 20, cuando debieran estar en plena etapa reproductiva y laboral, se verán impedidos por las secuelas de la enfermedad”.

Las cifras se han disparado, entre otras razones, por el sedentarismo y el sobrepeso, consecuencia de una dieta hipercalórica; por ello, la cultura de la prevención debe inculcarse en todos los sectores, pues los niños afectados están condenados a padecer ceguera, insuficiencia renal, o amputaciones en su adultez, aseguró.

 

En el Distrito Federal, el 50 por ciento de los infantes padecen sobrepeso u obesidad, y la situación aún se niega, pues la comunidad sigue creyendo, erróneamente, que si el pequeño “está cachetoncito, es sinónimo de que está sano”, comentó la especialista.

 

La Asociación Americana de Diabetes (ADA, por sus siglas en inglés) implementó una serie de criterios como factores de riesgo que pueden desarrollar el trastorno: que el chico, de 10 años o más, tenga sobrepeso u obesidad; antecedentes familiares con la afección, de primero o segundo grado; resistencia a la insulina; que haya tenido bajo o alto peso al nacer, y una madre que padezca el mal, o haya presentado diabetes gestacional, dijo.

 

Si el menor muestra más de dos características, se considera propenso a padecer la enfermedad.

 

Por ello, Rodríguez Ventura aseguró que lo más importante, desde el punto de vista médico, es enfrentar las consecuencias de la DM en la calidad de vida del afectado, pues “el mayor número de hospitalizaciones que se dan en el sector salud, es por complicaciones de diabetes”.

 

Se debe implementar una educación global, en la que participen científicos, académicos, y el gobierno, para lograr disminuir el problema. “No sólo se está convirtiendo en una epidemia, sino que la calidad y la esperanza de vida de los enfermos se reduce entre 10 y 22 años”, añadió.

 

Además, la comunidad médica está alarmada, pues no se han especificado las metas para los próximos años para el tratamiento del padecimiento, que según la Federación Mexicana de Diabetes, actualmente afecta a cerca de 246 millones de personas en el orbe y, de seguir su incremento, según datos de la Organización Mundial de la Salud, para el año 2025 habrá 300 millones, de los cuales el 75 por ciento vivirán en naciones en desarrollo.

 

Ante la situación, urgió a tomar en cuenta la prediabetes, un estado de intolerancia a la glucosa, que se determina cuando se realiza un estudio llamado curva de tolerancia, que puede determinar, en una etapa inicial, si se es susceptible para empezar un tratamiento.

 

Al respecto, la titular del Laboratorio de Sinapsis Eléctricas del Departamento de Medicina Experimental de la FM, Martha Pérez Armendáriz, detalló que esta situación no sólo se ve a nivel nacional, sino que es una tendencia mundial.

 

Se estima que en los próximos 15 años, la cifra mundial actual aumentará en un 50 por ciento; así, habrá cerca de 40 millones de niños y adolescentes afectados, y de ellos, 22 millones serán menores de cinco años.

 

De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, se estima que en el país existen entre siete y ocho millones de diabéticos con factores asociados a la obesidad y al sobrepeso.

 

El total de casos es más alto en el grupo de personas de 60 a 69 años de edad, y la incidencia es de uno por cada cuatro; es decir, en ese sector son más de un millón 200 mil los afectados.

 

En cuanto a los infantes, añadió, éstos presentan obesidad cada vez a menor edad, particularmente en familias de clase media y de escasos recursos, debido al consumo de comida “chatarra”, rica en grasas y carbohidratos, y a la escasa actividad física, que deriva de la inseguridad social actual en las zonas urbanas y de la mala economía, que demanda el que ambos padres trabajen la mayor parte del día, lo que orilla a que los niños lleven una vida sedentaria, frente al televisor, y/o a los juegos electrónicos.

 

Por otra parte, Pérez Armendariz sostuvo que el costo de este trastorno es devastador. Según un estudio del Instituto Nacional de Salud Pública, en el 2006 se gastaron más de 150 millones de dólares en el costo directo de su tratamiento, considerando la demanda y lo invertido por las tres principales instancias públicas que atienden el problema: Secretaria de Salud, Instituto Mexicano del Seguro Social, e Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado.

 

También, existen estimaciones de que el costo total, directo o indirecto, es de 430 millones de dólares. Este último, resulta de la invalidez y retiro prematuro del sujeto de la vida laboral activa.

 

Además, comentó que el mayor costo lo aporta la familia, pues complementan continuamente el precio de medicamentos e insumos que requiere el paciente, y frecuentemente mantienen al enfermo incapacitado y sin pensión, por no haber tenido nunca un empleo formal, situación en la que están la mayoría. Además, invierten en  alimentación especial, lo que contribuye a que siete de cada 10 diabéticos abandonen su control.

 

Asimismo, se destinan recursos de forma indirecta, por la baja productividad de los enfermos, y la mortandad prematura.

 

A su vez, el coordinador de los Ciclos Clínicos, Internado y Servicio Social, del Programa de Alta Exigencia Académica de la FM, Juan Carlos Maldonado Carrasco, señaló que la DM es una entidad patológica que engloba cantidad de trastornos metabólicos, principalmente relacionados con la falla del buen uso del energético corporal: la glucosa y un padecimiento multifactorial.

 

Por ello, reiteró que desde el año 2000 el mal se ha convertido en la primera causa de muerte en México, teniendo mayor prevalencia en mujeres.

 

En este sentido, la especialista del Departamento de Salud Pública de la FM, Carolina Zepeda, indicó que en el año 2007 hubo cerca de 70 mil defunciones debido a la DM, de las que 18 mil se debieron a complicaciones renales, y el resto a otro tipo de problemas.

 

Además, dijo, dos terceras partes de los diabéticos muere por males cardiovasculares como infartos o enfermedades vasculares cerebrales, por mencionar algunas.

 

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Foto 01.

 

Las cifras de diabetes en niños se han disparado por el sedentarismo y sobrepeso, consecuencia de una dieta hipercalórica, aseguró Ana Lilia Rodríguez, de la FM de la UNAM.

 

 

Foto 02

 

Juan Carlos Maldonado, del Programa de Alta Exigencia Académica de la FM, comentó que para evitar el aumento de la diabetes en infantes, se prohibió expender comida chatarra en las escuelas.