Boletín UNAM-DGCS-696
Pie
de fotos al final del boletín
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Se ponderan esfuerzos de 30 años del programa de
preservación, dijo en la UNAM, Jorge Servín, del Laboratorio
de Ecología y Conservación de Fauna Silvestre de
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Aparece la etapa de gestión y toma de decisiones
ambientales, que involucran a autoridades federales, estatales, ONG´s,
investigadores y pobladores
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De lograrse las liberaciones, sería el primer proyecto
exitoso en Latinoamérica dedicado a reintroducir un depredador de esa
naturaleza
Se vive una etapa clave
en el futuro del lobo mexicano, pues se ponderan los esfuerzos de casi 30 años
del programa de conservación de la especie que involucra criterios políticos,
económicos, sociales y de biología para lograr las primeras liberaciones en el
país en nichos ecológicos.
Así lo dijo en
“Aparece una nueva
etapa, la de gestión y toma de decisiones de política ambiental, que involucra
a las autoridades federales, estatales, organizaciones no gubernamentales
(ONG´s), investigadores y pobladores locales”, sostuvo.
De alcanzar la meta,
sería el primer programa exitoso en Latinoamérica, de reintroducción de un
depredador de esta naturaleza, explicó en el anfiteatro
No obstante, en la
actualidad se ha dado un giro para que ese cánido comience a retomar su valor.
El principal objetivo, desde que se diseñó e inició el programa de protección,
fue establecer poblaciones silvestres sanas en los bosques templados del norte
de México, o en los entornos originales.
El especialista
recomendó reintroducirlos en regiones que incluyan un nicho ecológico, con
superficies extensas, que estén interconectadas; donde los conflictos con las
actividades humanas se minimicen y los pobladores locales los toleren, así como
contar con recursos para indemnizar pérdidas de ganado.
Asimismo, son necesarios
los programas de educación ambiental in situ, que lleven a la valoración
de la vida silvestre.
El egresado de la FC,
recordó que la campaña de exterminio del lobo mexicano duró todo el siglo XX, y
para 1966 se dio a conocer que el sureste de EU estaba libre de la especie; fue
entonces que los ejemplares sobrevivientes se refugiaron al norte del
territorio nacional.
Años después, se planteó
la necesidad de establecer un programa binacional para recobrarlos; en la
década de los 80, se comenzó a construir la legislación ambiental que normó su
recuperación, junto con la de los ecosistemas.
Se capturaron ejemplares
silvestres para iniciar la reproducción en cautiverio, donde también se
determinó rescatar la variabilidad genética. “Se trabaja para que la consanguinidad
sea menor cada vez que se reproducen”, abundó Jorge Servín.
Hoy, se cuenta con una
proporción sexual de uno a uno, y con unos 350 animales en cautiverio. “No fue
fácil, pues para pasar el umbral de los 75 ejemplares–que en promedio viven 15
años– pasaron casi 20 años”.
En
Según los últimos
informes, existen 52 lobos libres; de ellos, 20 tienen radiocollar; 29 cuentan
con territorio y manada en Arizona, y 23 en Nuevo México y están distribuidos
en 12 manadas.
En el país, se buscan zonas
grandes, con coberturas forestales adecuadas, disponibilidad de presas y agua.
Se han identificado seis donde existe el nicho ecológico fundamental, cuatro en
Aunque en algunas de esas
regiones no existen áreas naturales protegidas, éstas se podrían crear en el
futuro para adecuarlas a favor de esta especie, finalizó Jorge Servín.
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Foto 01.
El motivo fundamental para la
disminución de la población del lobo mexicano, y otras especies, fue la falta
de una legislación ambiental, aseguró en la UNAM, Jorge Servín, de