12:30  hrs. 2 de Noviembre de 2008

  

Boletín UNAM-DGCS-692

Ciudad Universitaria

 

Arturo Trejo González

 

Pie de fotos al final del boletín

 

 

DESARROLLAN UNIVERSITARIOS, RAZA DE OVEJAS PARA PRODUCCIÓN LECHERA

 

·        Académicos de la FES Cuautitlán realizan estudios, mediante inseminación artificial, para crear una variedad que produzca más leche

·        Hasta el momento, lograron una camada de corderas, denominadas cinco octavos, por tener cinco de ocho partes genéticas de la raza lechera East Friesian

·        El mercado potencial para los quesos, a partir de su producción es prometedor, no sólo para consumo nacional, sino para exportación a Estados Unidos y Canadá

 

Académicos de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, realizan estudios, mediante inseminación artificial, para crear una raza nacional de ovejas, que produzca más leche bajo los sistemas ovinos en México y, por ende, mejores ganancias a los productores.

 

Hasta el momento, los universitarios lograron una camada de seis corderas denominadas cinco octavos, por tener cinco de las ocho partes genéticas de la raza lechera East Friesian; además, dos de la Romanov, que son más prolíficas (más de dos crías por parto), y una de la Columbia, que es la clase materna.

 

Esta nueva estirpe, creada por la FESC, podría ser patentada próximamente, informó Arturo Trejo González, académico de la entidad y encargado del proyecto.

 

“En mayo pasado nacieron los ovinos que se consideran idóneos; para confirmarlo, se debe esperar a que tengan su primer parto, se empiecen a ordeñar, y determinar su producción lechera, que ocurrirá el próximo año”, dijo.

 

La cantidad del lácteo aumenta en relación con la raza y el tamaño de la oveja, pero también con el número de crías, pues entre más corderos sean gestados, se desarrolla una glándula mamaria con mayor potencial, indicó.

 

En México, esta industria es incipiente, pues no tiene más de 20 años, y la primera granja que se edificó con fines comerciales, no lleva más de 10. Además, cada año se importan de Europa, sobre todo de España y Francia, miles de toneladas de queso de oveja, con un precio aproximado –para el consumidor final– de 400 pesos el kilogramo, aunque el roquefort alcanza hasta los 700.

 

Así, el mercado potencial, poco explorado hasta ahora, es prometedor, no sólo para la ingesta nacional, sino para la exportación hacia Estados Unidos y Canadá, donde tampoco existe una industria desarrollada, señaló el profesor en reproducción ovina y caprina.

 

La oveja produce menos leche que otros mamíferos, como la vaca o la cabra; sin embargo, tiene un alto contenido en grasa y proteína, por lo que su rendimiento quesero es elevado. Para producir un kilogramo de queso de leche de vaca, se necesitan entre ocho y 10 litros; para uno de oveja, sólo cuatro.

 

Para este proyecto –iniciado en 2001–, la FESC cuenta con dos machos East Friesian, uno en las instalaciones de la Universidad, y otro en un rancho de Tlaxcala, así como con 30 hembras.

 

Al cruzar dos razas diferentes, se obtiene una de “media sangre”, y a partir de ella se incrementa el porcentaje a cuartos y octavos. De ese modo se lograron las primeras corderas cinco octavos, como se tenía planeado, acotó el científico.

 

Cuando las ovejas tengan su primer parto, se someterán a un tratamiento de superovulación, para que cada una pueda alcanzar entre cinco y siete crías al año, utilizando otras razas como madres sustitutas, mediante la transferencia de embriones.

 

Ese proceso es rápido, alrededor de 20 días, más cinco meses hasta el nacimiento. “A los 30 días, se puede hacer un diagnóstico de gestación por ultrasonido para saber cuáles fetos están implantados, y si el desarrollo se está llevando a cabo”, relató el universitario.

 

Se espera que la variedad mexicana produzca medio litro del lácteo al día. “Una oveja lechera da en promedio 800 mililitros, y una que no lo es 400. El valor medio que se espera sería redituable para el productor”, indicó.

 

Los animales lecheros son grandes, pesan 50 kilogramos y, con frecuencia, alcanzan los 70. En algunas partes del territorio nacional, se podrían mantener, pero en la mayoría del campo de temporal sería imposible, pues no se podrían cubrir sus requerimientos alimenticios, abundó.

 

Por ello, la oveja mexicana tendrá 40 kilogramos, máximo 50; su producción será menor, pero también su consumo de pastizal.

 

Las borregas lecheras son de lana, pero más adelante se podrían intentar cruzas con razas de pelo, para que se adapten a las condiciones de calor y humedad elevadas, como las existentes en Veracruz o Tabasco, refirió.

 

En Querétaro, se crea una cuenca lechera de ovejas para quesería, con apoyo de la Fundación Produce, y con la cruza de razas sin una evaluación científica. Ahí, se estima que el litro de leche costaría 15 pesos, cuando la de vaca apenas alcanza los cuatro.

 

Ahí, se podría proponer la raza cinco octavos, al igual que en el Estado de México, donde existen condiciones adecuadas. Se trataría de una agroindustria de tipo familiar, pequeñas y medianas empresas en la zona de influencia de la FESC, finalizó Arturo Trejo González.

 

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Foto 01

 

Científicos de la FESC de la UNAM, dirigidos por Arturo Trejo González, han logrado una raza de ovejas lecheras, idónea para las condiciones del país.

 

 

Foto 02.

 

Los universitarios lograron una camada de seis corderas denominadas cinco octavos, una nueva especie que contiene cinco de las ocho partes genéticas de la raza lechera East Friesian.