12:00  hrs. 31 de Octubre de 2008

  

Boletín UNAM-DGCS-687

Ciudad Universitaria

 

Alfonso Bouzas

 

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EN EL PRIMER AÑO DE CRISIS FINANCIERA, MÉXICO PODRÍA PERDER HASTA UN MILLÓN DE EMPLEOS

 

 

De continuar la actual situación económica y financiera en el mundo, México podría perder, tan sólo en el primer año de crisis, entre 500 mil y un millón de empleos, equivalentes al 0.5 por ciento del total de la  fuente de trabajo existente, advirtió el integrante del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM, Alfonso Bouzas Ortiz.

 

Por ello, subrayó, no sería drástico asegurar que en dos años el país se mantenga de una cuarta parte de la Población Económicamente Activa (PEA).

 

El doctor en Derecho, con especialidad en Trabajo, reconoció que se enfrenta una crisis de dimensiones históricas y, consecuentemente, no se generarán las 500 mil plazas anuales que se habían prometido. Además, la nación tiene serios problemas de desempleo, por razones estructurales rezagadas, que explican que más del 50 por ciento de la PEA no labore de manera formal.

Por ello, sectores vulnerables como los jóvenes y las mujeres, estarán en desventaja para encontrar un sitio en el mercado ocupacional.

 

Se reconoce que más del 40 de la PEA está inactiva; no obstante, la cifra debe ser superior, pues para las estadísticas oficiales, quienes se ocupan en el sector informal, cuentan como si estuvieran contratados. Si el desempleo rebasa la mitad, y en México la PEA supera los 40 millones, entonces 20 millones de ciudadanos no tienen trabajo, señaló.

 

En cuanto a la pobreza extrema, nunca como ahora los salarios habían estado tan bajos. Si bien en el sexenio pasado se logró detener la caída de los sueldos, éstos no se recuperaron, simplemente dejaron de descender.

 

En Estados Unidos algunos sectores, donde se emplean a gran parte de los connacionales, estarán en recesión por la crisis. Inevitablemente, derivará en el retorno de una parte importante de los más de 20 millones de paisanos que laboran allá, lo que incrementará el número de población que buscará un trabajo sin encontrarlo, explicó

 

Habrá cierre de empresas y se agudizará el desempleo. El propio sector público disminuirá el gasto, lo que implica una reducción de plazas, agregó.

 

Así, no existe una franja de la economía ajena a las vicisitudes; la agricultura empeorará, la industria se retraerá, y el comercio se verá afectado. En consecuencia, en el territorio se podría vivir una situación de hambruna en unos cuantos años, pues no habrá quién produzca, ni quién consuma, por la baja capacidad de compra, indicó.

 

Las industrias más afectadas, dijo, serán aquellas que ocupan a los trabajadores menos calificados, como la construcción.

 

Ante la situación, Bouzas consideró la necesidad de cambiar la política económica, acabar con los compromisos que se tienen con el capital monopólico, con el Fondo Monetario Internacional (FMI), y con el Banco Mundial (BM); además, impulsar el fomento del desarrollo nacional, como prioridad básica.

 

Se trata de una redefinición profunda, que no se ha llevado a cabo desde el gobierno delamadridista; por el contrario, se ha acentuado una política pro empresas multinacionales, que empeora las condiciones del país.

 

Quizá los cambios en el sector petrolero puedan amortiguar la situación, pues todo lo que implique controles a la entrega del sector energético al exterior, repercutirá en beneficio de la economía mexicana, concluyó.

 

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Alfonso Bouzas, del IIEc de la UNAM, comentó que se enfrenta una crisis de dimensiones históricas, por lo que en México no se generarán las 500 mil plazas anuales prometidas.

 

 

FOTO 02.

 

En unos cuantos años, el país podrá vivir una situación de hambruna, pues no habrá quien produzca, ni quien consuma, por la baja capacidad de compra, pronosticó Alfonso Bouzas Ortiz, del IIEc.