06:00  hrs. 28 de Octubre de 2008

  

Boletín UNAM-DGCS-679

Ciudad Universitaria

 

Sarahí Ángeles

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EN MÉXICO, DIFÍCIL PANORAMA EN 2009 POR LA CAÍDA EN LOS PRECIOS DEL PETRÓLEO

 

·        En lo que va de octubre, el valor de la mezcla mexicana ha caído 44 por ciento, reveló la investigadora del IIEc de la UNAM, Sarahí Ángeles Cornejo

·        No hay una estrategia gubernamental para buscar una salida alterna a esta situación, dijo

·        Además, el peso se ha devaluado 25 por ciento en las últimas semanas, lo que afecta a todas las empresas que tienen deudas con el exterior, como PEMEX, apuntó

 

Para el próximo año, el país enfrentará una situación difícil por la caída de los ingresos provenientes de la venta de petróleo, y la baja en el precio de la mezcla mexicana, advirtió la integrante del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM, Sarahí Ángeles Cornejo.

 

La académica universitaria, destacó que tan sólo en lo que va de este mes, el valor del barril nacional de exportación ha disminuido alrededor de 44 por ciento, al pasar de 87.7 dólares en los primeros días de octubre, a 51.03 la semana pasada. Aunque si se compara el precio con su máximo –en julio de 2008–, de 122.8 dólares por barril, la baja es de casi 60 por ciento, subrayó.

 

Por ello, para el próximo año se enfrentará una situación económica difícil, por la importancia de los ingresos petroleros en las finanzas públicas que alcanza alrededor del 40 por ciento.

Si el precio del crudo programado para 2009 se redujera de 70 a 50 dólares por barril, serían 20 dólares menos, lo que significaría un porcentaje de 28.6 por ciento, recursos que no se sabría de dónde se obtendrían.

 

No obstante, la economista subrayó que, hasta el momento, “no hay una estrategia para contar con una salida alterna”.

 

Esta caída, que involucra a todos los energéticos, se produce por la expectativa de una recesión creciente; genera que todos los contratos a futuro, que es como generalmente se comercializa el petróleo en el ámbito internacional, muestren una tendencia a la baja.

 

En el primer  proyecto de la Ley de Ingresos para 2009, se esperaba que el valor de la mezcla mexicana en el mercado global fuera de 80 dólares; pero con la ruptura financiera, y la decisión de Estados Unidos de inyectar 700 mil millones de dólares para rescatar a sus bancos, las autoridades mexicanas, que habían negado que la crisis del vecino país del norte fuera a afectar al nuestro, decidieron bajar la proyección a 75 y, posteriormente, a 70 dólares por barril.

 

“La creencia de que la situación estadounidense no golpearía nuestra economía era imposible, pues hay una alta integración, subordinada o dependiente, que afecta a los sectores de la exportación, petroleros, maquiladores y manufactureros”, apuntó.

 

La disminución en los precios del crudo impacta a la balanza comercial, pues aumenta el déficit y a ello se agregan las presiones sobre el tipo de cambio. El peso se ha devaluado, en promedio, alrededor de 25 por ciento en las últimas semanas, lo que afecta a las empresas con deudas con en esa moneda, empezando por Petróleos Mexicanos.

 

La propia devaluación impulsa la compra de dólares que, a su vez, ahonda la depreciación de la moneda nacional, puntualizó Ángeles Cornejo.

 

Vinculada a esa condición, figura la intención –para frenar la devaluación–, de subastar en el mercado parte de las reservas internacionales.

Si bien se ha establecido un tope de 400 millones de dólares diarios, en algunos días la cifra ha alcanzado hasta mil 200 millones. “Si continúa ese ritmo, en 120 días se acabarán las reservas”, sentenció.

 

La devaluación del peso frente al dólar puede ocasionar lo que sucedió en 1982, una caída estrepitosa del peso. Una devaluación en una economía que tiene como eje de dinamismo el comercio exterior, y dependencia a las importaciones, afectará al mercado interno, encarecerá los productos, y frenará el incremento de los salarios.

 

Poca vida para el petróleo

Se estima que las reservas de hidrocarburos sólo durarán 40 años, y en cuanto a la demanda, Estados Unidos depende de las importaciones de crudo de diferentes países. Actualmente, adquiere 13 millones de barriles diarios, y ese requerimiento le presiona a tener una política demandante energética.

 

Por su parte, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), frente a la caída de los precios en el mercado internacional, decidió disminuir en un millón y medio de barriles al día la producción a partir del primero de noviembre.

 

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Una devaluación en una economía que tiene como eje de dinamismo el comercio exterior, y dependencia a las importaciones, impactará al mercado interno, consideró Sarahí Ángeles Cornejo, del IIEc de la UNAM.