12:30  hrs. 25 de Octubre de 2008

  

Boletín UNAM-DGCS-673

Ciudad Universitaria

 

Teresa Ordorika Sacristán

Pie de fotos al final del boletín

 

PARA EL 2020, LA DEPRESIÓN SERÁ SEGUNDA CAUSA DE DISCAPACIDAD MUNDIAL

 

·        Cerca de 121 millones de personas la padecen, aseguró la investigadora del CEIICH, Teresa Ordorika Sacristán

·        Las mujeres son las más afectadas, con una prevalencia de dos o tres por un varón, dijo

·        Las situaciones de opresión y condiciones de vida inequitativas que padece el sexo femenino, explican la mayor incidencia, añadió

 

Actualmente, la depresión se ha convertido en una preocupación social y se estima que cerca de 121 millones de personas la padecen en el orbe, y unas 450 millones sufren trastornos mentales. Así, para el año 2020, esa enfermedad será la segunda causa de discapacidad mundial, sólo superada por enfermedades cardiovasculares, aseguró la académica del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la UNAM, Teresa Ordorika Sacristán.

 

Las mujeres tienen mayor incidencia, pues por cada dos o tres féminas deprimidas, hay sólo un hombre; en cuanto a los trastornos mentales, la cifra es equilibrada, señaló.

 

Al dictar la ponencia ¿Están más locas las mujeres? La Locura femenina vista por las feministas, que dio inicio al ciclo Locura, Sociedad y Cultura. Miradas diversas, enfoques complementarios; explicó que las situaciones de violencia en las que viven algunas mujeres, son generadoras de problemas de salud mental.

Así, aquellas integrantes de matrimonios violentos, presentan una depresión profunda que no les permite vislumbrar posibilidades, organizar estrategias, o tomar decisiones, señaló en el auditorio del CEIICH.

 

Las situaciones de opresión y condiciones de vida inequitativas que padece el sexo femenino, se traducen en mayor incidencia; por tanto no es una vulnerabilidad física, ni psíquica, sino sistémica, pues ellas poseen menos recursos materiales y simbólicos para afrontar angustias y complicaciones de tipo psicológico, añadió.

 

La aportación más importante, derivada del estudio de estos males, es el reconocimiento de que las condiciones particulares de grupos específicos, están estrechamente vinculadas a los problemas de salud mental. “Cuando se busca respuesta en los genes, o en la vida particular de las personas, no queda claro; pero si se toman en cuenta los contextos brutales en que viven algunas personas por su raza, sexo o etnia, aparecen otros panoramas”, puntualizó.

 

Uno de los defectos que han tenido los abordajes de las ciencias sociales en estos temas, es que siempre se ha concebido a los enfermos mentales como una población homogénea, pero se ha demostrado que se debe clasificar a cada grupo para reconocer la complejidad y diversidad de los trastornos, abundó.

 

Así, algunos trabajos feministas se enfocan sólo al estudio de las mujeres, pero lo idóneo es realizar disertaciones comparativas entre ambos sexos, encaminadas a obtener datos sobre la relación entre las construcciones de la locura femenina y la racionalidad masculina y, a su vez, destejer lo que hay entre las manías de ambos, agregó.

 

Asimismo, dijo, es positivo reconocer los aspectos y categorías de diagnósticos de la práctica siquiátrica, pues por una parte, se canaliza al paciente a un sitio adecuado de atención, y no de reclusión, y por otra, no responsabiliza a la persona de algunas actitudes.

 

Al hablar de la trascendencia que ha tenido la clasificación de los trastornos en ciertos segmentos de la población, explicó que ha surgido la tendencia de ver a una mujer loca en cada luchadora social o subversiva.

Esto sucede, pero en muchos casos se está frente a quienes defienden sus derechos, así que se debe aprender a diferenciar entre unas y otras, para ayudarlas a continuar su lucha, concluyó.

 

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Foto 01.

 

Teresa Ordorika, investigadora del CEIICH, en la ponencia ¿Están más locas las mujeres? La Locura femenina vista por las feministas, que dio inicio al ciclo Locura, Sociedad y Cultura. Miradas diversas, enfoques complementarios.

 

 

Foto 02

 

Ha surgido la tendencia de ver a una mujer loca en cada luchadora social o subversiva, señaló la investigadora del CEIICH de la UNAM, Teresa Ordorika Sacristán.