14:30  hrs. 10 de Octubre de 2008

  

Boletín UNAM-DGCS-640

Ciudad Universitaria

 


Jaime Cárdenas

Pie de foto al final del boletín

 

BUSCA NUEVO RÉGIMEN DE PEMEX, ESTABLECER UNA EMPRESA PRIVADA DENTRO DEL MISMO ORGANISMO

 

·        El Estado perdería independencia y soberanía económica, y sólo administraría la industria petrolera junto con trasnacionales, dijo el académico del IIJ de la UNAM, Jaime Cárdenas

·        En una democracia, la Constitución no contiene decisiones, es un marco para la toma de éstas, señaló el director del Instituto de Investigaciones Jurídicas, Héctor Fix-Fierro

·        El petróleo es de la nación, no de la Federación, ni de PEMEX, añadió el investigador Jorge Adame Goddard

 

El nuevo sistema propuesto para Petróleos Mexicanos (PEMEX) es un régimen de excepción pues, por un lado, mantiene el cascarón de organismo descentralizado público y, por otro, pretende establecer dentro de él una empresa privada, afirmó el académico del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM, Jaime Cárdenas Gracia.

 

En la mesa redonda La constitucionalidad de la reforma, efectuada en el marco del Seminario Retos de México ante la reforma energética, el jurista comentó que se pretende disponer de la flexibilidad de una empresa privada, simulando a una paraestatal.

 

Con ello, se contrarrestaría independencia y soberanía económica al Estado mexicano, que sólo compartiría el manejo y la administración de la industria petrolera con empresas trasnacionales, indicó en el aula Dr. Guillermo F. Margadant del IIJ.

 

Al dictar la ponencia La contrarreforma energética, aseguró que ésta no es una innovación en el área porque sólo concentra al petróleo; tampoco es una iniciativa que pretenda proteger al medio ambiente, ni piensa en una industria nacional como palanca del desarrollo. “Tampoco busca promover el empleo, ni impulsar la ciencia y la tecnología del sector”.

 

En el evento, inaugurado por el director del IIJ, Héctor Fix-Fierro, y el presidente de la Academia Mexicana de Derecho Energético, Humberto Celis Aguilar Álvarez, señaló que la reforma no sólo impactará las riquezas del subsuelo, sino también afectará la propiedad del suelo, pues las iniciativas otorgan facultades a la Secretaría de Energía para ocupar temporal, definitivamente, o expropiar, las tierras donde haya yacimientos.

 

En su oportunidad, Fix-Fierro apuntó que en una democracia se debe entender que la Constitución no contiene decisiones, sino es un marco para la toma de éstas; entonces, las disposiciones de política pública deben ser tomadas por legisladores democráticos, que busquen ampliar los márgenes de libertad de los grupos y los ciudadanos.

 

En una democracia, la Constitución se adapta mediante la reforma o la interpretación, de tal modo que si el primer camino está bloqueado, es importante ampliar el espacio del segundo; por desgracia, en México no se ha llegado a ese punto, agregó en la ponencia La Constitución y la reforma en materia del petróleo.

 

No se puede adaptar la Carta Magna literalmente en todas las decisiones, pues es inevitable tomar riesgos en las decisiones para determinar, de la manera más correcta, lo que el país necesita, consideró.

 

A su vez, el investigador del IIJ, Jorge Adame Goddard, mencionó que corresponde a la nación el dominio directo sobre el territorio y los recursos naturales, entre ellos, los hidrocarburos. Entonces, recalcó, la propiedad del petróleo es de México, concebido en una entidad con un patrimonio otorgado por la Constitución y finanzas propias.

 

Si bien es cierto que México cuenta con un representante para manejar sus recursos, éste no es dueño de los bienes, es decir, el petróleo no es del Estado y mucho menos de PEMEX, concluyó.

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Foto 1 .

Jaime Cárdenas, Thomas Mueller, Héctor Fix-Fierro y Jorge Adame, en el Seminario Retos de México ante la reforma energética, organizado por el IIJ de la UNAM.