12:30  hrs. 4 de Octubre de 2008

  

Boletín UNAM-DGCS-627

Centro Cultural Universitario Tlatelolco


Carlos Monsiváis

Pie de fotos al final del boletín

 

EL 68, UN MOVIMIENTO DE MASAS EN PRO DE LOS DERECHOS HUMANOS

 

·        Fue una búsqueda organizativa de la sociedad civil, aseguró en el CCUT de la UNAM, Carlos Monsiváis

·        No fue un levantamiento unificado, pues sólo encontró consenso en marchas, en el duelo por el dos de octubre y en las protestas, dijo el escritor mexicano

 

El del 68 fue un movimiento de masas contra el autoritarismo, en favor de los derechos humanos, y una búsqueda organizativa de lo que después se llamaría sociedad civil, aseguró en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco (CCUT) de la UNAM, Carlos Monsiváis.

 

En el marco de la conmemoración de los 40 años del Movimiento Estudiantil del 68, el escritor mexicano señaló que al examinar el levantamiento, desde la perspectiva actual, se identifica que fue en pro de la justicia de cada persona. Más que un enfrentamiento político, fue de reivindicación de las garantías individuales.

 

Al dictar la ponencia 1968, la herencia en busca de herederos, agregó que la exigencia del cumplimiento de esos derechos fue un legado del Movimiento. “Si se lee con claridad el pliego petitorio del Consejo Nacional de Huelga, se observa a simple vista la demanda de respeto”, reiteró.

 

Sin embargo, detalló, el 68 es todo menos un movimiento unificado; sólo encontró consenso en marchas, en la resistencia al autoritarismo, en el duelo por el dos de octubre; las variaciones que se han dado son extraordinarias. “Las marchas, que se empiezan a ver con mayor claridad en 1978, son rituales y, con el tiempo, va disminuyendo la información específica del acontecimiento”, apuntó.

 

Frente a estudiantes, académicos y público en general, el autor de Días de guardar y Amor perdido, expuso que una de las proezas posteriores a 1968, fue apartar esa fecha de la noción del sacrificio-ritual, y colocarla en el centro de la demanda de los derechos humanos. “Extraerlo de la maraña simbólica y colocarlo como un agravio brutal y desmedido, es una de las victorias que se ha concretado en estos años”.

 

En el aula Magna del CCUT, Monsiváis recordó que los estudiantes de esa época no se consideraban representantes de la exigencia del diálogo, sino de la resistencia al autoritarismo; por ello, demandaron al presidente en turno el reconocimiento mutuo, para poner fin al monólogo.

 

Relató que nunca se cantó el Himno Nacional tantas veces como en los días del 68. No era un refrendo patriótico, ni demagogia, sino el revestimiento de lo que se consideraba propio, un grito para decir “no nos van a expulsar de la nación”.

 

El cuestionamiento del 68 fue: ¿puede una movilización, basada en argumentos racionales, en la resistencia a hechos oprobiosos, en el deseo del ejercicio de las libertades y de la ciudadanía, tener éxito; o está condenada al fracaso, a la manipulación, y al aplastamiento?

 

“La respuesta aún no es clara. Estoy convencido que esa pregunta, contestada de un modo tan dramático como en el 68, hoy es esencial”, concluyó.

 

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Foto 01

En el 68, entonar el Himno Nacional no era un refrendo patriótico ni demagogia, sino el revestimiento de lo que se consideraba propio, puntualizó Carlos Monsiváis, en el CCUT de la UNAM.

 

Foto 02.

En el marco de la conmemoración de los 40 años del Movimiento Estudiantil del 68, el escritor mexicano, Carlos Monsiváis, dictó la conferencia l968, la herencia en busca de herederos.