12:30  hrs. 4 de Octubre de 2008

  

Boletín UNAM-DGCS-626

Ciudad Universitaria


Carlos Gay García

Pie de fotos al final del boletín

 

 

OTORGAN PREMIO JUCHIMAN DE PLATA 2007, A DESTACADOS CIENTÍFICOS DE LA UNAM

 

·        Reconocen la labor de Carlos Gay García, encaminada a proteger el medio ambiente, y la de Lorenzo Ochoa Salas, estudioso de la región del Golfo

·        La gente debe percibir el problema del cambio climático como propio, y percatarse que no es una historia de ciencia ficción, dijo el director del CCA

 

Como un reconocimiento a sus trayectorias, el director del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA), Carlos Gay García, y el integrante del Instituto de investigaciones Antropológicas (IIA), Lorenzo Ochoa Salas, recibieron el Premio Juchiman de Plata 2007, en las categorías nacionales de Derechos Humanos y la Paz, y Ciencia y Tecnología, respectivamente.

 

El galardón es otorgado, cada año, por la asociación civil tabasqueña Juchimanes de Plata, fundada en 1978, como una distinción a personajes en diferentes áreas artísticas y del conocimiento. Consiste en una placa y una réplica en plata de la escultura Olmeca monumental denominada Juchiman, que representa la depuración más elevada en el pensamiento del hombre.

 

Gay García, precursor en México de los estudios de cambio climático global, y Ochoa Salas, destacado arqueólogo especializado en el conocimiento de las culturas Olmeca, Totonaca, y en general a las que se asentaron en la vertiente del golfo de México, recibieron la presea en Villahermosa, Tabasco.

 

El director del CCA fue también reconocido por su participación como coordinador del capítulo sobre América Latina, en el Cuarto Reporte de Evaluación del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) que, el año pasado, les valiera el Premio Nobel de la Paz a ese organismo y sus integrantes.

 

“Acepté el premio con mucho gusto”, dijo Gay García, y aprovechó para dar una conferencia, donde refirió que el peor escenario del cambio climático para el estado anfitrión, sería quedar bajo el agua, por el aumento en el nivel del mar. “Me preocupa lograr que la gente perciba el problema como suyo, y se percate que no es una historia de ciencia ficción”.

 

Las condiciones muestran que habrá un aumento de seis o siete grados de temperatura y es necesario advertir a los habitantes lo que podría suceder si no se toman previsiones. “Debemos reaccionar y pensar qué vamos a hacer, a nivel individual y de conciencia social, para convertir las acciones en políticas públicas, y exigir a los gobernantes y legisladores adoptar las medidas preventivas pertinentes”, advirtió.

 

En el Centro, abundó, se elaboran ciencias de la atmósfera desde la física, la química o la biología, pero también se ven los impactos económicos y sociales de los fenómenos.

 

De alguna manera se crean los escenarios del futuro, en los que la paz podría verse comprometida si las regiones o naciones comienzan a reñir por los recursos, sostuvo el galardonado. Estas previsiones permiten disminuir los conflictos, consideró; “de ahí que también el premio Juchiman se entregue en la categoría de Derechos Humanos y la Paz”.

 

En tanto, el arqueólogo Lorenzo Ochoa Salas explicó que la convocatoria se abrió por Internet y se inscribieron alrededor de 170 propuestas; en el siguiente paso, el comité descartó a candidatos de todas las categorías, hasta dejar a 35; finalmente, de ese total se eligió a los ganadores.

 

Relató que el Juchiman es una escultura olmeca de más de dos metros de alto, hecha de basalto, una de las más antiguas en Villahermosa, y la más emblemática de la entidad. “Parece ser que fue la primera pieza que llevaron a esa ciudad, a principios del siglo pasado, y se eligió como distintivo de los premios”.

 

Ochoa recordó sus inicios en 1973, en aquella región del sureste. “Me inicié en la arqueología en la Huasteca, después vino la oportunidad en las tierras bajas noroccidentales mayas, que comprenden, además de Tabasco, parte de Campeche y el norte de Chiapas”.

 

Antes, había efectuado indagaciones sólo de manera esporádica; no obstante, ha publicado varios libros, y unos 50 artículos, prólogos y reseñas, entre los que figuran la historia prehispánica del estado, y la obra Al Tortuguero, un sitio arqueológico en peligro de desaparecer. Además, la guía Un paseo por el Parque Museo de La Venta, importante para los visitantes de la zona.

 

Los esfuerzos actuales se centran en la investigación de las rutas de comunicación, comercio, y mercados tradicionales, tanto prehispánicos como coloniales, de la Huasteca, así como el estudio de Metlaltoyuca, Puebla, y Cacahuatengo, Veracruz.

 

El Juchiman de plata ha sido otorgado a lo largo de 30 años, a un total de 111 hombres, mujeres e instituciones que se han distinguido en el ámbito estatal, nacional e internacional. Se ha entregado a Juan Rulfo, Leopoldo Zea, Juan Soriano, Álvaro Mutis, Miguel León-Portilla, Elena Poniatowska y Sergio Pitol.

 

Además, Andrés Henestrosa, Guillermo Soberón, Héctor Fix-Zamudio, Oscar Árias Sánchez, Marcos Moshinsky, la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, y Bill Gates, entre otros.

 

En esta ocasión se entregó también al periodista y poeta Juan Gelman; a la científica Rosalinda Contreras Theurel; a la periodista Lolita Ayala; a la Fundación Bancomer; a Cesar Moheno, quien ha sido secretario técnico del Instituto Nacional de Antropología e Historia, y a Juan Torres Calcáneo, director de la compañía de danza del municipio de Centro, en Tabasco.

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FOTO 01.

El Premio Juchiman de Plata, otorgado lo largo de 30 años a 111 mujeres, hombres e instituciones sobresalientes, fue entregado al director del CCA, Carlos Gay García.

 

FOTO 02

El integrante del Instituto de investigaciones Antropológicas de la UNAM, Lorenzo Ochoa Salas, recibió el Premio Juchiman de Plata en la categoría de Ciencia y Tecnología.