12:30  hrs. 13 de Septiembre de 2008

  

Boletín UNAM-DGCS-581

Ciudad Universitaria

 

 

María Luisa González

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EN GRAVE RIESGO, PRODUCTORES NACIONALES DE AUTOPARTES

 

·           La fabricación de piezas para vehículos mexicanos se redujo de 60 a ocho por ciento, dijo la investigadora del IIEc de la UNAM, María Luisa González

·           Los chinos se proponen desplazar, para el 2015, las marcas de autos estadounidenses y japoneses, añadió Isabel Rueda, del mismo Instituto

·           En los últimos 25 años, la industria relacionada sólo creció uno por ciento, debido a la recesión económica de EU, aseguró el coordinador de Instrumentación del II, Rodolfo Peters

 

Con el ingreso de vehículos usados procedentes de Estados Unidos, al amparo del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y la incursión en el mercado local de automóviles chinos, los productores de autopartes nacionales se encuentran en serio peligro, reconocieron académicos de la UNAM.

 

La integrante del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc), María Luisa González Marín, aseguró que, por ley, hasta hace algunos años, era obligatorio que al menos 60 por ciento de los componentes de un coche fabricado en México, fueran elaborados en el territorio; aunque en la actualidad el porcentaje apenas es cercano al ocho.

 

El problema es la indiferencia del gobierno y del propio sector industrial, pues las medidas aplicadas van en detrimento de las condiciones laborales y de la remuneración de los trabajadores, dijo.

Además, reveló la economista universitaria, otras de las consecuencias de esa condición es el desempleo y el éxodo de compañías transnacionales localizadas en el país, debido a la alta competitividad.

 

Caso contrario ocurre en China, donde las políticas de ese gobierno dictaminan que las empresas del ramo, que se establezcan allá, se asocien con capital nacional en un cierto porcentaje, lo que implica el desarrollo y transferencia de tecnología.

 

En ese sentido, la investigadora del mismo instituto, Isabel Rueda Peiro, comentó que las productoras de autopartes de primer nivel, que surten a las ensambladoras, son transnacionales, mientras que las de segunda, y hasta tercera categoría, son mexicanas o también extranjeras.

 

Advirtió que mientras el Producto Interno Bruto nacional ha crecido a una tasa media anual de tres por ciento en los últimos 25 años, la industria manufacturera sólo lo hizo uno por ciento. De hecho, la desaceleración en empresas automotrices provocó que en 2007 se registrara un desarrollo de apenas dos por ciento, contra 21.2 en 2006. Ello se debió a que las unidades fabricadas para exportación sólo aumentaron 4.5, cuando en el 2006 lo hicieron al 27.9.

 

La disminución, explicó, se debe a la recesión económica estadounidense, lo que demuestra la dependencia de México con el vecino del norte. No obstante, la elaboración de algunas autopartes sí mostró cierto dinamismo, como las carrocerías, los motores y las refacciones.

 

Por ello, lamentó que el país sólo cuente con armadoras. Es imprescindible, apuntó, impulsar una política para industrias productoras nacionales.

 

Los últimos años han sido duros para algunos fabricantes de piezas, pero para otros han representado un verdadero negoció, pues en la nación no se protege al mercado doméstico. De igual manera, las empresas armadoras se verán afectadas por el ingreso de autos chinos que pretenden, entre el 2010 y 2015, desplazar las marcas estadounidenses y japonesas de Europa y América.

No obstante, analistas consideran que esa situación podría ocurrir años después, pues a la región asiática aún le falta avanzar en calidad, seguridad y propiedad intelectual, añadió Rueda Peiro.

 

Al respecto, el coordinador de Instrumentación del Instituto de Ingeniería, Rodolfo Peters Lammel, señaló que el gobierno no exige el uso de piezas locales en la fabricación de autos, como ocurre en Brasil, donde utilizan casi el 100 por ciento.

 

Se puede discutir si el control de calidad es o no adecuado, pero eso puede resolverse mediante incentivos que generen un círculo virtuoso entre la industria y sectores como las universidades públicas y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, que tiene la capacidad para generar focos de desarrollo, indicó el ingeniero.

 

En el mismo tenor, González Marín puntualizó que las empresas del ramo son altamente exportadoras, lo que debería influir positivamente en otros sectores como el textil, químico y siderúrgico, pero no ocurre así. Ello se debe, explicó, a que desde el sexenio 1988-1994 se han establecido firmas transnacionales dedicadas a la elaboración de asientos, aire acondicionado, bolsas de aire y motores, entre otros.

 

La investigadora del IIEc, propuso que el gobierno mexicano tome medidas similares al chino, para que en los consorcios exista capital nacional, y se obligue a transferir tecnología de punta.

 

Muchas maquiladoras en la frontera norte se dedican a elaborar piezas para camionetas tipo Van, pero son de gran consumo de gasolina; de continuar los altos precios del petróleo, posiblemente el mercado se desplome.

 

Entonces, existen dos opciones, que se reconviertan y armen partes para autos pequeños, o que pese al costo del hidrocarburo la demanda se mantenga, concluyó.

 

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Foto  01

 

El ingreso de autos usados de EU y la incursión de vehículos chinos, ponen en peligro a los productores nacionales de autopartes, advirtió María Luisa González, del IIEc de la UNAM.

 

 

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Rodolfo Peters Lammel, del Instituto de Ingeniería, argumentó que la calidad inadecuada de las piezas nacionales puede resolverse mediante la asesoría de universidades públicas.

 

 

Foto 03

 

Isabel Rueda Peiro, del IIEc de la UNAM, señaló que las empresas transnacionales de autopartes son las únicas que operan en México, pues en el país no se protege al mercado local.

 

 

Foto 04.

 

Hasta hace unos años, la ley mexicana hacía obligatorio que al menos el 60 por ciento de los componentes de un auto fabricado en el país, fueran elaborados en territorio nacional. (Foto de Internet)