06:00  hrs. 1 de Septiembre de 2008

  

Boletín UNAM-DGCS-555

Ciudad Universitaria

 

Rebeca Trejo

Pie de fotos al final del boletín

RESGUARDA UNAM ACERVO DE EFRAÍN HUERTA

 

·        Es considerado uno de los poetas más importantes del siglo XX en América Latina, dijo la encargada del Fondo Reservado de la Biblioteca Nacional, Rebeca Trejo

·        Conforman la colección 40 ediciones especiales de su obra, fotografías, carteles, videos, y la correspondencia que sostuvo con su primera esposa, Mireya Bravo

·        Se une a las compilaciones de Carlos Pellicer, Mariano Azuela, Ermilo Abreu, Celestino Gorostiza, y la del Centro Mexicano de Escritores

 

El Fondo Reservado de la Biblioteca Nacional de la UNAM resguarda el acervo de Efraín Huerta, considerado uno de los poetas más importantes del siglo XX en América Latina.

 

Se trata de la correspondencia con su primera esposa Mireya Bravo, además de unas 40 ediciones especiales de la obra del artista, fotografías, carteles y videos, que en el 2007 ingresaron a la Biblioteca Nacional.

 

Con la colección, que se une a las de Carlos Pellicer, Mariano Azuela, Ermilo Abreu, Celestino Gorostiza y la del Centro Mexicano de Escritores, entre otras, el Fondo Reservado enriquece la compilación de la sala de literatos del país.

 

 

La jefa de esa área, Rebeca Trejo Díaz, comentó que Efraín Huerta es considerado uno de los poetas más importantes del siglo pasado en Latinoamérica. Por ello, su registro auxilia en la consulta e investigación de los representantes de las letras.

 

En ese sentido, el integrante del Instituto de Investigaciones Filológicas (IIFl), Eduardo Serrato Córdova, reconoció que se trata de un acervo importante, histórico, literario, y de crónicas periodísticas, imprescindible en la nueva literatura mexicana.

 

Para la UNAM, dijo, es fundamental resguardar el archivo, muestra irrefutable del momento de modernidad que se dio en los años 30 y 40, una etapa revolucionaria que se reflejó en la poesía. Era una época, apuntó, en la que se estudió al marxismo de manera académica, y se introdujo el psicoanálisis; no fue fácil aceptar la transformación del pensamiento crítico.

 

Todo ese mundo, comentó Serrato, está resumido en las cartas personales de los escritores y de ahí la importancia de mantenerlas en una universidad pública, de libre acceso. Hubiera sido fácil que los documentos se fueran a Estados Unidos, donde ofrecen fuertes sumas de dinero por su adquisición.

 

De igual manera, sostuvo, es un acierto que el Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la UNAM, contemple la posibilidad de digitalizar los registros, así no se deteriorarán y quedarán resguardados; pero también estarán a disposición de investigadores, historiadores, estudiantes y curiosos, para que se pueda ver desde la computadora, recalcó.

 

En su oportunidad, el catedrático de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL), Carlos Oliva Mendoza, celebró que una institución de educación superior albergue los documentos de Huerta.

 

No hay mejor lugar que una comunidad de 300 mil estudiantes para resguardar la obra; además, es importante darla a conocer lo antes posible para hacer más sagaz la crítica, y más democrática la difusión de las letras, consideró.

 

El Fondo Reservado de la Biblioteca Nacional de la UNAM, está conformado por varios acervos, la mayoría anteriores al siglo XX, como el de Libros Raros y Curiosos, el del Fondo de Origen de la Biblioteca Nacional, el de archivos y manuscritos, y los especiales, entre los que se localiza el de Huerta. El acceso está restringido a investigadores y tesistas, nacionales y extranjeros, que hayan tramitado una credencial.

 

El poeta

Efraín Huerta nació el 18 de junio de 1914 en Silao, Guanajuato; cursó la primaria y la secundaria en León y Querétaro. En su adolescencia llegó a vivir a la capital de la República y realizó sus estudios en la Escuela Nacional Preparatoria de San Ildefonso.

 

Los primeros libros poéticos refieren el alba y el amor, con tonos de adelgazada y tensa melancolía. En esos textos juveniles no es fácil descubrir al escritor desenfadado y de ácidas ironías de las publicaciones de madurez. Es el poeta civil, amoroso, alburero, indignado y conmovedor del siglo XX.

 

Escribió cerca de cincuenta poemínimos (género breve inventado y bautizado por el propio poeta) que destacan por su chispa, configuración espacial, humor y creatividad.

 

Para el catedrático Eduardo Serrato, Huerta es uno de los principales artistas urbanos, y es muy significativo que haya nacido en el interior del país, porque vio con otros ojos la Ciudad de México, sobre todo la del cardenismo de los años 30.

 

“Parece increíble que haya sido amigo de juventud de Octavio Paz, porque ideológicamente fueron opuestos. En sus últimos 20 años, Paz fue un anticomunista que luchó contra escritores como Luis Cardoza y Aragón, que habían apoyado las revoluciones cubana y nicaragüense, entre otras”, comentó.

 

Por ello, abundó, es importante entender los años mozos de Huerta, pues fue un periodo de auge del movimiento de masas, del escritor con compromiso político y luchador social.

 

Existen fotografías de los periódicos de la época, en los que aparece como orador principal de las marchas a favor de la Revolución, de los sindicatos, y de los movimientos sociales populares, casi al parejo de José Revueltas.

 

En esa etapa, el poeta escribió Los hombres del alba, obra que contiene el ambiente de efervescencia social; pero también influenciado por Pablo Neruda, amigo contemporáneo y camarada de ideología.

 

Fue autor de Absoluto amor; Línea del alba, Poemas de guerra y esperanza, La rosa primitiva, Poesía, Poemas de viaje, Estrella en alto y nuevos poemas, Para gozar tu paz, ¡Mi país, oh mi país!, Elegía de la policía montada, Farsa trágica del presidente que quería una isla, y La raíz amarga.

 

Recibió las Palmas Académicas del gobierno de Francia, así como los premios Xavier Villaurrutia, Nacional de Artes y Nacional de Periodismo.

 

En década de los 50, Huerta escribió una poesía conversacional y revolucionaria sobre la ciudad, la vida cotidiana, la pobreza, los grupos marginados, de los artistas que van de café en café. “Como dice el título de su obra, es el poeta del gran amor a la ciudad, pero también del gran odio a la urbe”.

 

Recorrió bares y cafés del Centro Histórico, habló de seres rechazados, de cantinas, del habla popular, de albures, y del vocablo de los ladrones; lo incorporó a sus creaciones del hombre común y corriente.

 

Además de su legado, subrayó Serrato Córdova, es formador de virtuosos como Francisco Hernández y Vicente Quirarte. Es evidente su influencia en David Huerta, su hijo. Pero también hay una herencia en José Emilio Pacheco, y una deuda con Alejandro Aura, en cuanto a su poética y retórica.

 

Finalmente, opinó que Huerta debe recuperar el lugar preponderante que tuvo, cuando aún vivía, en la literatura mexicana. Era un hombre cuyas opiniones, reseñas y críticas tenían valía y por ello es un buen momento para ponerlo de nuevo en circulación y darle vigencia, que es la forma en que los escritores ingresan a la inmortalidad”.

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FOTO 01

 

El catedrático de la FFyL de la UNAM, Carlos Oliva Mendoza, señaló la importancia de dar a conocer la obra de Efraín Huerta para democratizar la difusión de las letras.

 

 

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El integrante del IIFl de la UNAM, José Eduardo Serrato Córdova, consideró que el acervo de Efraín Huerta resalta por su importancia para entender el surgimiento de la nueva literatura mexicana.

 

 

FOTO 03.

 

Efraín Huerta es considerado uno de los principales artistas urbanos, escribió sobre la pobreza, la vida cotidiana y los grupos marginados en la Ciudad de México.