13:00  hrs. 25 de Agosto de 2008

  

Boletín UNAM-DGCS-542

Ciudad Universitaria

 

María Dolores Muñozcano

 

Pie de fotos al final del boletín

 

 

LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR, MÁS FRECUENTE DE PARTE DE LAS MUJERES

 

 

 

 

 

Dentro del núcleo familiar, los hijos son más agredidos, verbal y físicamente, por las madres; sin embargo, este hecho se oculta, dijo la coordinadora del Programa de Estudios sobre Mujer, Infancia, Adolescencia, Vejez y Políticas Sociales, del Centro de Estudios Sociológicos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, María Dolores Muñozcano Skidmore.

 

Aunque los ataques son recurrentes por parte del hombre, la mujer es quien, de manera constante, insulta y golpea a los descendientes, aseguró en el Foro sobre Violencia Familiar y Derechos Humanos, organizado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ), la Comisión Nacional de Derechos Humanos, y el Centro Nacional de Derechos Humanos.

 

En el encuentro, inaugurado por el director del IIJ, Héctor Fix-Fierro; acompañado por el investigador del mismo Instituto, Víctor Manuel Martínez Bullé-Goyri, y la coordinadora del encuentro, Paola Mena Rojo, agregó que los datos referentes, obtenidos en cualquier organismo, público o privado, se quedan “cortos” en comparación a la realidad que se vive en la sociedad mexicana.

 

La situación no ha sido estudiada, y además se oculta, aunque los ejemplos son alarmantes. “Hay niños que han sufrido mutilaciones en las manos por haber robado dos pesos del monedero de la mamá; bebés que, por llorar, fueron golpeados, aventados y fracturados. Las circunstancias son terribles y aún así no se le ha prestado la suficiente atención”, reiteró.

 

No obstante, señaló, existe una paradoja en ese entorno, pues las mujeres maltratadas aseguran seguir queriendo a los maridos agresores, y los pequeños que han sido ultrajados por el padre, lisiados por la madre, o atacados por ambos, aman a sus progenitores de manera incondicional.

 

En la ponencia Violencia Familiar y Lenguaje, impartida en el auditorio Héctor Fix Zamudio, del IIJ, la especialista aclaró que no todos los hijos que han sido objeto de maltrato reaccionan de la misma manera, pero es frecuente que, cuando muere ese tipo de padres, prácticamente se les coloca en un altar.

 

Cuando se da una ruptura en la pareja, los menores quedan a cargo de la mamá, quien con frecuencia los trata con brutalidad; eso provoca que ellos, cansados de las injurias, terminen la situación con un desenlace fatal. “Existen dos opciones, la agresión de los progenitores hacia los hijos, o el ataque de estos últimos a sus ascendientes, todo depende del grado de descomposición del agraviado”, señaló.

 

Al respecto, Ricardo Ruiz Carbonell, del Centro Nacional de Derechos Humanos, precisó que la barbarie no es de índole natural, sino una conducta aprendida y, por lo tanto, puede ser erradicada o disminuida.

 

Al participar en el foro con el tema Concepto de violencia familiar, subrayó que la raza humana tiende a acostumbrarse a la crueldad cuando la vive de manera cotidiana, por eso es difícil que ese tipo de actos se denuncie.

 

El sadismo intrafamiliar, concluyó, no es un tema privado que deba tratarse sólo dentro de la casa, pues es ahí donde se adoptan y comparten valores que dan sentido a la sociedad.

 

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Foto 01

 

El Foro sobre Violencia Familiar y Derechos Humanos, fue inaugurado por Paola Mena, coordinadora del encuentro; Héctor Fix-Fierro, director del IIJ, y Víctor Manuel Martínez Bullé-Goyri, investigador del mismo Instituto.

 

 

Foto 02.

 

Los datos de violencia intrafamiliar en cualquier organismo, público o privado, se quedan “cortos” en comparación a la realidad, afirmó María Dolores Muñozcano Skidmore, de la FCPyS.