12:30  hrs. 23 de Agosto de 2008

  

Boletín UNAM-DGCS-537

Ciudad Universitaria

 

Irene Goyenechea Mayer

 

 

 

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AÚN DESCONOCIDA, LA DISTRIBUCIÓN DE REPTILES EN MÉXICO

 

·        No se poseen patrones precisos, afirmó en la UNAM la especialista Irene Goyenechea Mayer

·        El país sobresale no sólo por la cantidad de reptiles y anfibios con que cuenta, sino por el endemismo, añadió

 

Aún no puede explicarse con exactitud la distribución de  los reptiles en México, debido a que no se poseen patrones precisos de ubicación ni se conocen las causas de formación de los mismos, afirmó en la UNAM, la especialista Irene Goyenechea Mayer.

 

Al dictar la conferencia Diferentes aproximaciones a la distribución de los reptiles en México, la integrante del Centro de Investigaciones Biológicas de la Universidad del Estado de Hidalgo, indicó que, no obstante, se sabe que el país sobresale no sólo por la cantidad de reptiles y anfibios que tiene, sino por el endemismo o “tendencias de algunas plantas y animales a limitarse de manera natural a una zona geográfica”.

 

En el ámbito mundial, dijo, se sabe que la disposición de los anfibios está determinada por la humedad y la salinidad: no están en lugares altamente secos ni con demasiada agua o sal.

 

También, agregó, se sabe que se encuentran en todos los continentes. Por ejemplo, las ranas, los sapos y las salamandras se restringen a zonas templadas del hemisferio norte, mientras que las serpientes pululan en el orbe, incluso en el mar, con excepción de países como Islandia o Nueva Zelanda.

 

Las lagartijas están en cualquier parte del planeta y, a pesar que los reptiles son organismos influidos por la temperatura, se pueden encontrar especies en lugares tan extremosos como el Círculo Polar Ártico o en Tierra del Fuego, refirió la herpetóloga.

 

Asimismo, acotó, grupos como los anfisbénidos, denominados comúnmente “culebrillas ciegas”, solamente están en las regiones subtropicales; las tortugas marinas, en las aguas tropicales, y los cocodrilos son circumtropicales, pues se ubican alrededor de estos puntos geográficos. 

 

Goyenechea Mayer recalcó que México es rico en herpetofauna y las zonas más abundantes son la costa del Pacífico, el eje Neovolcánico y la planicie costera del Golfo. Si bien hay sitios que tienen anfibios y reptiles, son menos representativas de las zonas semiáridas de Tamaulipas y la Sierra Madre Oriental.

 

La distribución de los organismos, explicó, se debe probablemente a dos aspectos: la dispersión y la vicarianza. En la primera, los organismos pueden dividirse activamente a través de una barrera gestal previa y, al pasar el tiempo, estas poblaciones se diferencian.

 

En la segunda, precisó, una especie inicial que ocupa un territorio geográfico extenso, queda escindida en dos grupos por causas de tipo geológico o climático.

 

En un análisis sobre reptiles en las islas mexicanas, dijo, se encontró que hay 161 variedades, que corresponden al 20 por ciento del total nacional.

 

En otro trabajo, señaló, se concluyó que el patrón de distribución de las lagartijas tiene marcada influencia neártica que va hacia el norte y neotropical hacia el sur. En México, estos organismos se encuentran en la montaña, en el neártico continental y en el mesoamericano, finalizó.

 

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FOTO 01.

 

La especialista Irene Goyenechea Mayer, dijo en la UNAM que el país sobresale no sólo por la cantidad de reptiles y anfibios que tiene, sino por el endemismo.

 

 

FOTO 02

 

Las ranas, sapos y salamandras se restringen a zonas templadas del hemisferio norte, y las serpientes pululan en el orbe, incluso en el mar, afirmó en la UNAM la experta Irene Goyenechea Mayer.