14:00  hrs. 13 de Agosto de 2008

  

Boletín UNAM-DGCS-518

Ciudad Universitaria

 

 

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RESCATAN ESPECIALISTAS DE LA UNAM, PIRÁMIDE DE BARRO EN VERACRUZ

 

  • Un equipo encabezado por la doctora Annick Daneels, del IIA, se abocó a salvar esa edificación, localizada en La Joya de San Martín Garabato
  • En esa zona se han encontrado rastros de una ocupación continua a lo largo del periodo Clásico, del año 200 al 1000 después de Cristo
  • Uno de los objetivos del proyecto es averiguar la cronología de La Joya y la función de los edificios de tierra apisonada, así como de la pirámide

 

Un equipo encabezado por la doctora Annick Daneels, del Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA) de la UNAM, se propuso rescatar la pirámide de barro de La Joya de San Martín Garabato, sitio ubicado a unos 15 kilómetros del puerto de Veracruz.

 

Con la autorización del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el apoyo de la Dirección General de Asuntos del Personal Académico-Proyecto de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica, FAMSI Inc. y Dumbarton Oaks, se procedió a salvar ese patrimonio (no a restaurarlo), pues a consecuencia de la urbanización, innumerables restos arqueológicos del centro de ese estado han desaparecido y otros están a punto de perderse.

 

En el sitio, perteneciente a la cultura temprana del centro-sur de Veracruz, en la confluencia de los ríos Jamapa y Cotaxtla, se han encontrado rastros de una ocupación continua a lo largo del periodo Clásico, del año 200 al 1000 después de Cristo, y porque “un 95 por ciento está destruido por la extracción de barro para hacer ladrillos, lo que propicia la realización de excavaciones extensivas en los vestigios restantes”, explicó Daneels.

 

Uno de los objetivos del proyecto es averiguar la cronología de La Joya y la función de los edificios de tierra apisonada, así como de la pirámide.

 

A pesar de que algunos sondeos y rescates habían indicado la existencia de una arquitectura de tierra en el centro de Veracruz, seguía vigente el prejuicio de que en el trópico húmedo la tierra cruda no permitía construcciones elaboradas, pero esto resultó erróneo a la luz de los resultados obtenidos.

 

“Cierto –dijo Daneels–: desde hace muchos años se sabe de la existencia de miles de sitios de tierra apisonada distribuidos en la planicie costera del centro-sur de Veracruz, desde el río La Antigua hasta la cuenca de los ríos Coatzacoalcos y Grijalva, e incluso hasta el río Candelaria, en Campeche; con todo, esta pirámide forma parte de una tradición poco conocida.

 

“El problema de la arquitectura de tierra en el trópico húmedo es que apenas empezamos a entender qué es y aún no tenemos los conocimientos suficientes para restaurarla y así abrirla al público”, recalcó.

 

Dos plataformas

En el sitio de La Joya hay dos plataformas monumentales de tierra que se elevan entre 10 y 15 metros sobre el nivel de la plaza principal, donde también se ubican la pirámide y el juego de pelota.

 

Los resultados de excavaciones estratigráficas y extensivas indican que, si bien la plataforma norte existe desde el Preclásico Superior, en el Clásico Temprano ya se había conformado la plaza principal, delimitada por la pirámide y las plataformas monumentales norte y este, en las que hubo palacios con funciones administrativas, residenciales y rituales. 

 

“La ubicación de estas plataformas a los lados de la plaza principal de La Joya obligó a reflexionar sobre la razón de construir dos palacios en una misma capital y a sugerir como hipótesis la posibilidad de un caso de gobierno dual para el periodo Clásico en el centro de Veracruz, con dirigentes con atribuciones distintas, políticas y religiosas, similar a los casos observados en el Postclásico, tanto en el altiplano como en la zona maya”, señaló Daneels.

 

En la norte, se excavaron cinco edificios de la segunda época de construcción, unos por completo y otros parcialmente; integraban uno de los palacios y funcionaban como áreas de uso administrativo público, de audiencia restringida, residenciales para la clase gobernante, ceremoniales y habitacionales para la servidumbre.

 

En la plataforma este, donde habría estado el otro palacio construido al mismo tiempo que el primero, los investigadores han encontrado recurrentemente figurillas de dioses narigudos, ausentes en el área norte.

 

Montículos

Antes del descubrimiento de las dos plataformas monumentales en La Joya, se creía que los montículos de tierra eran solamente basamentos amorfos encima de los que hubo edificios de bajareque o varas entretejidas cubiertas de barro y caña con techos de palma.

 

Lo poco que se sabía, “venía de escasas excavaciones antiguas y de rescates realizados por el INAH. Se pensó que era una arquitectura de segunda, por lo que no se hicieron grandes esfuerzos por protegerla”, recalcó Daneels.

 

Gobierno dual

De acuerdo con la investigadora universitaria, en los gobiernos duales se daba una división de poderes entre un jefe secular político-administrativo y un jefe religioso. Éste sería uno de los casos más tempranos para este tipo de gobierno, y ocurrió en un área en la que, se pensaba, sólo había una pequeña cultura periférica, sin ciudades ni grandes gobernantes.

 

“La cultura temprana del centro-sur de Veracruz se derivaba de la olmeca y es posible que sus miembros hablaran zoque, un idioma del conjunto de lenguas zoque-mixe”, expresó.

 

Las edificaciones del sitio de La Joya estaban distribuidas siguiendo el modelo mesoamericano: plaza principal, pirámide y juego de pelota. En el periodo Clásico, el cuerpo gobernante del centro de Veracruz se apropió de esa actividad y lo insertó en un ritual de decapitación que estaba asociado a un culto a la fertilidad y a un sistema de resolución de crisis, es decir, el juego servía para resolver problemas internos o externos.

 

“En el momento en que esa élite se abrogó el derecho único de organizar el juego de pelota y ejercer el ritual, se volvió la intermediaria legítima entre la comunidad y los dioses, y, por lo tanto, obtuvo poder”, indicó.

 

A partir de entonces, el núcleo principal de las ciudades en el centro de Veracruz no fue el palacio, como en la zona maya, sino la plaza, con su respectiva pirámide y su juego de pelota.

 

En 1989, en el rescate de piezas arqueológicas del cerro El Manatí, cerca del río Coatzacoalcos, al sur del estado de Veracruz, se descubrieron, entre grandes ofrendas, 12 pelotas de hule con diámetros de entre ocho y 25 centímetros; se fecharon entre 1600 y 1700 antes de Cristo. “Es decir, la gente ya jugaba pelota hace, al menos, tres mil 700 años”, concluyó Daneels.

 

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FOTO 1 .

Un equipo del IIA de la UNAM, se propuso rescatar la pirámide de barro de La Joya de San Martín Garabato, sitio ubicado a unos 15 kilómetros del puerto de Veracruz.

 

FOTO 2

En la Joya de San Martín Garabato, Veracruz, se han encontrado rastros de ocupación continua en el periodo Clásico, afirmó la investigadora del IIA de la UNAM, Annick Daneels.

 

FOTO 3

Las edificaciones del sitio de La Joya estaban distribuidas siguiendo el modelo mesoamericano: plaza principal, pirámide y juego de pelota, según describieron especialistas de la UNAM.