06:00  hrs. 23 de Julio de 2008

  

Boletín UNAM-DGCS-475

Ciudad Universitaria


Fructuoso Ayala Guerrero

 

Pie de fotos al final del boletín

 

SE “MUERE” CADA NOCHE, CUANDO APARECE EL SUEÑO LENTO

 

·        El académico de la Facultad de Psicología de la UNAM, Fructuoso Ayala Guerrero, señaló que esta etapa es la inconciencia total del ser humano

·        Esta actividad no es un fenómeno unitario, sino oscilatorio, dividido en etapas de 90 minutos, añadió

·        Al dormir, comentó, el cerebro no descansa; al contrario, en ocasiones trabaja de más

 

No se debe tener miedo a morir, pues se “muere” cada noche cuando se entra al sueño lento, la inconciencia total y la desconexión de la realidad; todos lo han experimentado, señaló el académico de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM, Fructuoso Ayala Guerrero.

 

El sueño, agregó el biólogo, maestro y doctor en Ciencias por la UNAM, no es un fenómeno unitario como se pensaba, que inicia en la noche al acostarse y termina al abrir los ojos, sino que es oscilatorio. 

 

Está organizado en unidades que duran, en promedio, 90 minutos; en ese lapso termina una fase e inicia otra, y así sucesivamente. En una noche normal, se presentan de tres a seis unidades, llamadas ciclos, dijo.

 

El encargado del Laboratorio de Neurociencias de la FP, explicó que el llamado sueño lento se divide en cuatro etapas, y recibe este nombre porque la actividad cerebral presenta ondas lentas de gran amplitud.

De ahí, subrayó, sigue el sueño more, representado por movimientos oculares rápidos que, en promedio, dura 15 minutos. Destacó que esta etapa, desde 1953, ha sido el centro de atención de diversos estudios, porque es el momento en que se presentan los sueños.

 

Muchos investigadores han centrado su atención en esa fase, porque además de que en ese instante aparecen las ensoñaciones, buscan entender su significado, sostuvo. 

 

El investigador resaltó que ese trance indica que el cerebro está muy activo y es falso que signifique que esté descansando. En el more, está más activo que en la misma vigilia.

 

En ese tiempo, se recupera la conciencia que se pierde al pasar de la vigilia al sueño lento; aparece una situación extraña, “los sueños”, indicó el especialista en Neurociencias por la Facultad de Medicina Experimental de Lyon, Francia, quien además, posee una estancia posdoctoral en la Facultad de Medicina de la Universidad de París.

 

Éstos pueden ser percepciones agradables o desagradables, dependiendo del comportamiento del individuo. Cuando en el día hay episodios ásperos, pueden explicar las pesadillas y todo ello, habla de la calidad del descanso, mencionó.

 

Ayala Guerrero informó que las ensoñaciones están ligadas a la realidad, una parte de ellas es transformada por el cerebro, que “hace combinaciones de cuestiones reales con imaginarias”.

 

Agregó que “los libros” que aseguran interpretar los sueños son falsos.

 

En este sentido, expuso que aún no se cuenta con herramientas para entender el significado de las ensoñaciones; sin embargo, lo que sí se puede decir, es que lo sucedido está relacionado con lo que se almacena en la memoria durante el día.

 

A su vez, recordó que las pesadillas pueden vincularse con lo que se percibe, se observa, se siente y memoriza. Por ello, aclaró que si hay un medio ambiente estresante, “que molesta o produce miedo”, se puede reflejar en la noche, cuando aparecen escenarios terroríficos mientras se duerme. 

 

Por otra parte, el especialista dio a conocer que existe una regulación homeostática del sueño, es decir, hay un equilibrio en el cuerpo y sus necesidades. El descanso desempeña un papel biológico importante.

 

De acuerdo con esta teoría, agregó, se tiene que reposar para ejecutar una función, de lo contrario hay consecuencias. Si en el día se duerme mucho, en la noche no se podrá conciliar el sueño, porque ya se cubrió la necesidad; así se autorregula.

 

En general se duerme, en promedio, menos de siete u ocho horas al día, “cantidad de tiempo recomendado para descansar”. Al privarse voluntariamente del reposo, el cuerpo lo resiente y ello, a su vez, “tiene repercusiones”.

 

Para concluir, Ayala Guerrero detalló que si no se duerme adecuadamente, se producen alteraciones cognoscitivas como problemas de atención, de aprendizaje y de memoria y se perturban los estados emocionales con una cascada de eventos.

  

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FOTO 01

El académico de la FP de la UNAM, Fructuoso Ayala Guerrero, refirió que, en promedio, la gente duerme menos de siete u ocho horas al día, “cantidad de tiempo recomendado para descansar”.

 

FOTO 02.

El llamado sueño lento se divide en cuatro etapas, y recibe este nombre porque la actividad cerebral presenta ondas lentas de gran amplitud, dijo el especialista de la UNAM, Fructuoso Ayala Guerrero.