Boletín UNAM-DGCS-434
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AYUDAN GUSANOS
MARINOS A DETECTAR
Hace más de 25 años, Vivianne Solís-Weiss
fundó, en el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL) de la UNAM,
Los poliquetos (del griego poly,
muchos, y kaite, pelo largo) integran la clase más grande del
filo Annelida (gusanos anillados), principalmente marinos; viven ocultos en los fondos arenosos o lodos, así como dentro de
piedras o corales; pueden ser desde microscópicos hasta de más de tres metros
de longitud, y actúan como indicadores de contaminación marina. Hasta la fecha, hay unas 12 mil especies descritas.
Del acervo, se han entregado colecciones a
instituciones extranjeras y nacionales, y también se han hecho intercambios con
instituciones de Estados Unidos, Francia, Inglaterra y Australia. Se tiene,
asimismo, un programa de donación de especímenes con Universum, para que los niños que visiten este museo conozcan esos
organismos marinos, los manipulen y se interesen en conocerlos a fondo, dijo
Solís-Weiss.
Los poliquetos constituyen, a menudo, el
alimento básico de peces de importancia comercial. Se ha registrado la
presencia abundante del holoplancton en el estómago de salmones.
“Se encuentran en
todas las áreas geográficas del mundo y en todas las profundidades marinas –explicó
Solís-Weiss–. Muestran una enorme diversidad de estrategias reproductivas y
ciclos de vida que les da una inmejorable capacidad de adaptación. La mayoría
de las especies de poliquetos permanece oculta en los sedimentos del fondo
marino, tanto duros como blandos”.
Debido a su
abundancia, y a sus patrones de vida y formas de alimentación, pueden reciclar
gran parte de la materia orgánica de la zona litoral, modificar el fondo
marino, la concentración de gases disueltos, la mezcla del agua intersticial, la
consistencia de los sedimentos y la dinámica de los contaminantes.
Los organismos con
poca movilidad que viven en la arena o lodo son excelentes indicadores de
contaminación orgánica, en especial los poliquetos, que representan por lo
menos 40 por ciento del total de aquéllos. Llegan a representar hasta el 90 por
ciento en zonas sumamente perturbadas.
Como no pueden
escapar de los contaminantes, reaccionan ante ellos directamente, es decir,
mueren o sobreviven. En este último caso, llegan a proliferar en esos medios,
según las especies y la capacidad de adaptación o de resistencia.
Los poliquetos que
mejor reflejan los diferentes grados de contaminación orgánica son los
capitélidos y algunos espiónidos. En el país, se han registrado 31 especies de
los primeros en la costa del Pacífico y 33 en las costas del golfo de México y
el Caribe. No tienen antenas u otros apéndices, parecen lombrices de tierra.
Generalmente, viven enterrados en la arena o lodo, de los que extraen las
partículas orgánicas con que se alimentan. Así, contribuyen al reciclaje de la
materia orgánica de los sedimentos y a la
eliminación de sustancias tóxicas de los fondos marinos.
En ocasiones, la contaminación ni siquiera es
detectable por medios químicos convencionales. En esos casos, los
poliquetos son útiles, pues al recibir constantemente cantidades pequeñas de
contaminantes como cianuro y de metales pesados como zinc, aluminio vanadio y
plomo, los asimilan en forma acumulativa y pueden morir. Ahora bien, si estos
elementos no los matan, las especies resistentes pueden ocupar el lugar dejado
por las especies eliminadas, y entonces proliferan más en esos sitios.
Particularmente,
La CNP cuenta con redes de estaciones que
cubren las plataformas petroleras del Golfo de México, así como Cancún, Cozumel
y Banco Chinchorro, en el mar Caribe, y La Paz, Islas Revillagigedo, Mazatlán y
Zihuatanejo, en el océano Pacífico, entre otras.
Este acervo cuenta con nueve mil 77 registros
de ejemplares; 16 mil 61 individuos; 47 familias; 268 géneros y 660 especies.
Además, en 2006, se actualizó la base de
datos con el apoyo de
La Laguna de Términos –la más grande de
México–, se localiza entre Tabasco y Campeche, frente a los pozos petroleros de
la sonda de Campeche, donde están los bancos de camarón más grandes del país.
Éstos tienen larvas en el mar, que migran hacia
esa laguna hasta madurar y posteriormente vuelven al mar para reproducirse. En
el ciclo de vida se alimentan, entre otros organismos, de poliquetos. Si la
Laguna de Términos llegara a contaminarse, habría un desastre ecológico.
Con un equipo de investigadores de Francia, se
empezará pronto un estudio-piloto de esta laguna, en el que participarán
también
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