Boletín UNAM-DGCS-422
Centro Cultural Universitario Tlatelolco
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final del boletín
CONSTITUCIONAL,
PRINCIPAL OBSTÁCULO DE
El obstáculo de la reforma energética es de carácter jurídico y constitucional,
aunque se “alegue” que se pretende salvar y apoyar en forma financiera a
Petróleos Mexicanos (Pemex), advirtió el profesor emérito de
En
De esta manera, subrayó, si estorba el 27 constitucional que se adecue
o se retire, pero no se quiere hacelo a través de un procedimiento plagado de
subterfugios, en la ley reglamentaria, “que afecte la estructura normativa y la
viole”.
La penúltima mesa del Debate, fue moderada por el director del Centro
de Ciencias de
En un concurrido auditorio
El académico recordó que hace 70 años se hacía una colecta popular para
pagar la indemnización del hidrocarburo y hoy se discute una propuesta que no
es aceptada en los debates públicos.
Asimismo, mencionó que éste es el peor momento para aplicar la reforma,
porque, ante la crisis financiera mundial, hoy más que nunca el petróleo es un
recurso estratégico, sobre todo ahora que Estados Unidos cambia su rumbo
político y existen guerras no declaradas en el mundo. De aprobarse la
iniciativa, remató, se pondrá en riesgo la economía y la situación política y
social de la nación.
Por su parte, el emérito del Instituto de Investigaciones Sociales
(IIS), Arnaldo Córdova Córdova, sostuvo que la reforma energética que se
propone no busca modernizar a Pemex, sino mantenerla como ha sido hasta ahora,
“una fuente de financiamiento pública que llega al 40 por ciento del total de
los ingresos fiscales del Estado”.
Por ello, consideró que la iniciativa es una auténtica reforma fiscal
que sigue ausente, porque la participación tributaria del poder público cubre
apenas el 11 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que en otros
países de América Latina rebasa el 30. Brasil tiene más del 36 por ciento, y
las naciones desarrolladas llegan casi al 50 por ciento o incluso más, como en
Dinamarca.
El 11 por ciento de la recaudación fiscal, aclaró, no proviene de las grandes
empresas. Éstas no pagan, debido a múltiples estímulos, deducciones,
consolidaciones y prebendas; las contribuciones proceden de los “bolsillos de los
causantes cautivos”. En cambio, Pemex podría financiar su gasto con recursos propios
si se le dejara usar los ingresos que se han congelado en el fondo de seguridad,
que suman más de 15 mil millones de dólares.
El profesor de
Aunque la iniciativa no lo establece, manifestó, es necesario
reunificar nuevamente a Pemex, otorgarle autoridad de gestión, y establecer
claramente qué va a pasar con el Instituto Mexicano del Petróleo y la
investigación que ahí se realiza.
Mientras no se transforme industrialmente al petróleo en la forma y el
ritmo que más le convenga, seguirá sujeto a los designios del gran capital y
del exterior, concluyó.
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FOTO 01.
Participantes en