Boletín UNAM-DGCS-409
Ciudad Universitaria
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final del boletín
REQUIERE
La reforma energética
que requiere México debe ser integral, de largo plazo, en la que se combine un
mejor aprovechamiento de los combustibles fósiles con las energías
alternativas, previa resolución de las causas que han debilitado a Petróleos
Mexicanos (Pemex), propuso el académico de
Asimismo, abundó, la
reforma debería comprender medidas legislativas y acciones administrativas y un
proceso paulatino y sincronizado con horizontes de corto y mediano alientos.
Entre las primeras acciones,
precisó, se deberían clarificar y normar las relaciones entre los formuladores
de la estrategia, los reguladores y los operadores del sistema energético en su
conjunto.
Al participar en el Debate
Universitario sobre
En México, opinó, las
iniciativas presentadas no se refieren a la reforma energética que la nación requiere,
ni siquiera al sector en su conjunto, sólo a Pemex. Por lo tanto, carecen de
una visión integral de largo plazo, que no prepara al país para una transición
gradual y ordenada para los próximos 30 años, que atienda el desarrollo
compatible de las energías alternativas.
En el auditorio Raoul Fournier Villada de
No es aceptable,
puntualizó, que a través de leyes secundarias se pretendan limitar los rubros
estratégicos de esta paraestatal, pues refinerías y oleoductos perderían esa
función y reducirían “arbitraria e ilegalmente lo que define
La paraestatal,
precisó Jiménez Espriú, es una de las petroleras más rentables del orbe, antes
de las acciones impositivas y políticas a que está sujeta. Es la única del
mundo a la que sus administradores no le han permitido aprovechar los recursos del
boom del precio del petróleo para
atender sus deficiencias y rezagos, instalar refinerías, modernizar y ampliar
su red de ductos, incentivar la investigación y el desarrollo tecnológico, y
promover la industria petroquímica.
La mesa de trabajo El diagnóstico general de Petróleos
Mexicanos, fue moderada por la directora de
A su vez, el profesor
de
La única manera de
maximizar el valor en una empresa integrada como Pemex, destacó, se logra al
agregar valor a los productos que se extraen de las aguas profundas. Sin
embargo, al fracturar la cadena, es imposible lograrlo, porque la lógica de las
partes prevalece sobre la del todo, y las utilidades se concentran en los
primeros eslabones, quitándole valiosos recursos a los últimos.
En realidad, expuso, Pemex
debería ser un consorcio integral, cuyo propósito fuera contribuir a generar la
mayor riqueza posible para el pueblo de México.
Por su parte, el
docente de
Prueba de ello, es que
mientras en los años 80 las reservas alcanzaron 72 mil 500 millones de
barriles, actualmente esta cifra es de sólo de 44 mil 500 millones. Se puede
mejorar esta situación, pero para cambiar de reservas probables a aprobadas, se
requiere inversión, tecnología, recursos humanos y tiempo, y ninguno de los
cuatro se impulsa en estos instantes, concluyó.
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FOTO 01.
En el Debate Universitario sobre