14:00  hrs. 25 de Junio de 2008

  

Boletín UNAM-DGCS-408

Centro Cultural Universitario Tlatelolco

 

Enrique González Pedrero

 

Pie de foto al final del boletín

 

 

PRIVATIZAR A MÉXICO, ES NEGOCIARLO

 

 

Privatizar a México es negociarlo y, por ello, se debe actuar con gran prudencia y acelerar la reforma fiscal, especialmente ahora que los precios del barril de crudo se han desbocado, aseguró el integrante del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la UNAM, Enrique González Pedrero.

 

En este sentido, destacó la importancia de apresurar la reforma tributaria para que los que tienen paguen, y no como ahora, utilizar a Pemex como la “gallina de los huevos de oro”, que resuelve los problemas del presente y limita el bienestar de las futuras generaciones de mexicanos.

 

Al participar en el Debate Universitario sobre la Reforma Energética, en la mesa El petróleo en la historia y la cultura de México, detalló que en caso de que las reformas sean aprobadas, Pemex dejaría de ser una entidad pública para convertirse en una empresa, manejada no por el Estado, sino por particulares. Por ello, agregó que lo que “simbólicamente” se defiende, a través del artículo 27 constitucional, no es sólo un bien público, sino el único que queda.

 

El especialista recordó que en los textos enviados a la Cámara de Senadores, se omitió utilizar el verbo “privatizar”, sin mencionar alguna modificación del texto constitucional, pues todo se opera a través de leyes secundarias.

 

Asimismo, apuntó que los diputados y senadores votarán, en su momento, las iniciativas de reforma, pero deberían hacerlo una vez que la nación se haya expresado, porque el tema a discusión es fundamental para la existencia y el desarrollo histórico de México.

 

En el auditorio Alfonso García Robles del Centro Cultural Universitario Tlatelolco (CCUT), el académico de la Facultad de Filosofía y Letras, Bolívar Echeverría Andrade, señaló que el petróleo es un símbolo de identidad que, más allá de lo técnico y lo económico, puede tener una vigencia decisiva en términos políticos, pues constituye un elemento que define la igualdad comunitaria.

 

La discusión actual sobre la reforma energética ha brindado un cúmulo de riquezas incomparable, que permite un acercamiento científico de gran envergadura a este intento de propuesta que resulta torpe en lo técnico, absurdo en lo económico e irresponsable en lo político, apuntó.

 

No obstante, la globalización persigue una meta contradictoria: por un lado descansa sobre la existencia del Estado nacional pero, al mismo tiempo, desmantela el fundamento territorial indispensable para la constitución de ese sistema, sostuvo.

 

El académico universitario, Fernando Pérez Correa, sostuvo que los mexicanos están obligados a plantear y resolver, las graves cuestiones productivas, financieras e incluso contables y laborales de Pemex, con un enfoque ambicioso, racional e, incluso, modernizador.

 

El ex director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, consideró que esto es así porque, en principio, la cuestión política está resuelta y ya no admite modificaciones, desde la perspectiva de las expresiones de los protagonistas.

 

En la mesa moderada por el director del Instituto de Investigaciones Filosóficas, Guillermo Moisés Hurtado Pérez, y con la relatoría de la titular del Instituto de Investigaciones Históricas, Alicia Mayer González, comentó que la historia petrolera en el país, pone en claro que en la perspectiva cultural lo que estaba en discusión era el asunto de la soberanía, la concepción del Estado y la viabilidad de los proyectos nacionales.

 

 

-oOo-

FOTO 01.

 

Integrantes de la mesa El petróleo en la historia y la cultura de México, dentro del Debate Universitario sobre la Reforma Energética, que se realiza en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco de la UNAM.