06:00  hrs. 13 de Junio de 2008

  

Boletín UNAM-DGCS-372

Ciudad Universitaria

 

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SE DOMESTICÓ EL GIRASOL PRIMERO EN MÉXICO QUE EN ESTADOS UNIDOS

 

·        El investigador del IB de la UNAM, Robert Bye Boettler, dijo que prueba de ello son los restos fósiles de esta planta encontrados en Tabasco, que datan de hace cuatro mil 500 años

·        El hallazgo forma parte de una investigación de esta casa de estudios, la Universidad de Cincinnati, el Instituto Nacional de Antropología e Historia y los jardines botánicos de Chicago y Nueva York

·        Se busca hacer análisis sobre los aceites y determinar qué futuro tiene su producción para la economía mexicana, subrayó

 

En México hubo girasol doméstico antes de la llegada de los españoles y prueba de ello son los restos fósiles de esta planta, encontrados en el estado de Tabasco, que datan de hace cuatro mil 500 años, afirmó el investigador del Instituto de Biología (IB) de la UNAM, Robert Bye Boettler.

 

Hasta hace algunos años, sostuvo, esta especie era etiquetada en el mundo como una flor de origen estadounidense, porque en ese país los restos de esas semillas tienen más de cuatro mil años.

 

De hecho, mucha gente creía que en el territorio mexicano el girasol no era importante ni en su estado silvestre ni domesticado. Sin  embargo, “alrededor del año 2000, el arquibotánico David Lentz, de la Universidad de Cincinnati, Ohio, realizaba estudios en los pantanos de Tabasco y encontró dos semillas de girasol domesticado; la fecha de este hallazgo arqueológico se dató hace cuatro mil 500 años”, recalcó.

 

Con ello, refirió, hoy existen evidencias de que el girasol fue domesticado por lo menos dos veces en América: primero en México y después en Estados Unidos.

 

El hallazgo, destacó, tiene que ver con el proyecto de investigación Diversidad y domesticación del girasol (Helianthus annuus), vigente y realizado desde hace siete años, donde  intervienen el IB de la UNAM, la Universidad de Cincinnati, el Instituto Nacional de Antropología e Historia y los jardines botánicos de Chicago y Nueva York.

 

El especialista en documentación histórica de los recursos vegetales útiles de México y en estudios etnobotánicos de las plantas medicinales, comestibles y ornamentales del país, consideró que este descubrimiento puede tener implicaciones trascendentes. Por un lado, se puede generar un banco de germaplasma, una colección de material vegetal vivo, en forma de semillas y esporas de esta especie, que, por otro lado, es importante para la domesticación y el mejoramiento del girasol.

 

En este sentido –precisó el autor de artículos como Phytotoxic compounds from Prionosciadium watsoni, en el Journal of Natural Products; Allozyme variation in Mexican species and classification of Datura (Solanaceae), en Plant Systematics and Evolution, y Etnobotánica en la región de Chamela, en Historia natural de Chamela, del IB de la UNAM–, se debe considerar que de esta semilla se obtiene aceite, uno de los tres más comercializados en el mundo.

 

En el planeta los principales productores de la semilla de girasol son: Rusia, Argentina, la Unión Europea y Estados Unidos, que en conjunto generan poco más del 65 por ciento de la producción total.

 

El caso de México es diferente, pues en los últimos años ha incrementado las importaciones de aceite de girasol. De modo que, mientras entre 2002 y 2003 compró 52 megatoneladas, entre 2007 y 2008, la cifra aumentó a 66.

Como productor, también ha registrado una tendencia a la baja; en los años 1998-1999 obtuvo 13 mil toneladas de aceite de girasol y para 2002-2003 se situó en ocho mil.

 

El investigador universitario señaló que en el IB se hizo el trabajo de campo, es decir, se buscó material, se recolectó y elaboró el análisis en  términos de la morfología de la planta.

 

Basados en esta idea, añadió, ahora la intención es ampliar las investigaciones para detectar variación genética en poblaciones silvestres y también descubrir y conservar las áreas de cultivo de las razas criollas, para aprovechar este recurso.

 

Asimismo, se debe estar pendientes ante la introducción de transgénicos de esta planta, y actuar con responsabilidad en términos de explotación y uso de la especie, subrayó.

 

En este momento, indicó, se analiza dónde se puede cultivar el girasol mexicano. El plan es recolectar raza criolla para que el próximo año se puedan sembrar varias parcelas y evaluar la semilla agronómicamente, y la planta en términos de producción, tamaño, resistencia a sequías e insectos.

 

Con la cosecha, la idea es colaborar con el Instituto Nacional de la Nutrición y el área de Química en Alimentos de la Facultad de Química de la UNAM, para hacer los análisis de los aceites y determinar qué futuro tiene esta rama de la producción para la economía mexicana, concluyó.

 

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FOTO 01.

En México hubo girasol doméstico antes de la Conquista y prueba de ello son los restos fósiles encontrados en Tabasco, fechados hace cuatro mil 500 años, informó el experto del IB, Robert Bye Boettler.

 

FOTO 02

El investigador del Instituto de Biología de la UNAM, Robert Bye Boettler, señaló que hay evidencias de que el girasol fue domesticado primero en México y después en Estados Unidos.