Boletín
UNAM-DGCS-316
Ciudad Universitaria
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del boletín
LOS PROGRAMAS TELEVISIVOS INFANTILES, DISTRACTORES ANTE
·
Inciden en los patrones de conducta, dijo la académica de
·
La niñez invierte al año, en promedio, dos mil horas frente
al televisor, mientras que asiste a la escuela sólo 700 horas
·
La televisión se ha convertido en una
educadora informal para los menores que la utilizan como el principal distractor ante la falta
de atención de los padres, coincidieron en señalar especialistas de
La académica de
Programas infantiles como las caricaturas
y las telenovelas, donde predomina el erotismo y la violencia, los han enfocado
a receptores cautivos. Además, dijo que los anuncios y los comerciales marcan
la pauta en muchos sentidos, pues los publicistas tienen un amplio conocimiento
sobre los ritmos de la sociedad y por ello saben a quién destinar los mensajes
y en qué horarios.
De acuerdo con datos del Instituto
Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), en México la niñez
invierte al año, en promedio, dos mil horas frente al televisor, mientras que
asiste a la escuela sólo 700 horas.
Asimismo, a la edad de 15 años, cada
persona ha presenciado un promedio de siete mil 300 crímenes a través de este
medio. Así, la exposición continua a esta programación genera la elevación del
umbral de tolerancia frente a los hechos sociales violentos de la vida
cotidiana y se pierde la capacidad de asombro y de solidaridad para combatir
los delitos, el abuso de cualquier tipo hacia la niñez o la brutalidad hacia
las mujeres, puntualizó.
Con respecto a la alimentación, Cortés
Osorno destacó que este fenómeno afecta además y de manera directa, la forma de
relación de los niños con el mundo; influye en los hábitos alimenticios y
contribuye al detrimento físico.
Por otra parte, la especialista explicó
que existe una relación entre los embarazos de las adolescentes y las películas
o los anuncios comerciales. Al respecto, mencionó que en
En algunos casos, los niños ven la vida
como una telenovela, porque así se les presenta y asumen que en la realidad
deben seguir los estereotipos, lo que repercute en su comportamiento y en la
forma de entender los hábitos sociales, recalcó.
Gran parte de los programas tienen un
alto contenido de violencia y observan un alto índice de audiencia, porque esta
conducta es fácilmente comercializable en todas las formas y expresiones,
indicó.
La televisión no sólo incide en la
conformación de ser y de percibir, sino también de los gustos. Se afirma que
logra “capturar los sueños”, indicó. En el caso de las mujeres propicia la
búsqueda “del ideal” del cuerpo esbelto, estereotipos que desembocan en
trastornos como la anorexia y la bulimia.
En la actualidad, las niñas de 11 y 12
años dejan de comer y consumen grandes cantidades de agua, para conservar una
estructura corporal impuesta por el bombardeo de los anuncios televisivos. Con
ello buscan ser aceptadas, apuntó.
A fin de evitar que los infantes caigan
en conductas “enajenantes”, subrayó, los trabajadores sociales plantean
estrategias de intervención para aminorar esa influencia, como la creación de
talleres para padres que los ayuden a instruir a sus hijos cómo aprovechar el
tiempo libre.
Los medios, informó, están regidos por
una estructura comercial y la única solución es crear conciencia a través de
programas educativos con preeminencia de
En la radio existen pocos programas para
niños, que han capturado diversos espacios, enfatizó. En este sentido, la radio
y televisión culturales necesitan afianzarse para dar paso a nuevas
posibilidades para la niñez.
De igual modo, aclaró que Internet
también se ha convertido en una herramienta para los menores, donde pueden
encontrar información cultural y trascendente pero también pornografía.
Por su parte, la académica de
Asimismo, agregó que el mal empleo del
idioma ha distorsionado la expresión del español, además de la difusión de
palabras altisonantes utilizadas en diversos programas, sin tomar en cuenta que
los niños se han convertido en el principal foco de consumo y los medios han
sustituido a los padres en la incorporación de conceptos éticos.
Otro impacto negativo, dijo, es una
culturización que no corresponde al
entorno, pues hay pocos programas infantiles producidos en el país.
Empero, reconoció, eso no significa que
los medios y la tecnología no tengan un lado positivo. Desafortunadamente, a
los niños no se les han mostrado estos beneficios, sólo lo nocivo, de fácil
acceso; en cambio, no saben acceder a páginas de ciencia o de divulgación.
No puede afirmarse que Internet
constituya una mala influencia, más bien es una herramienta que debe utilizarse
bajo la supervisión de un adulto.
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FOTO 01
En las mujeres
FOTO 02.
En México, la
niñez invierte al año, en promedio, dos mil horas frente al televisor, mientras
que asiste a la escuela sólo 700 horas, señalaron especialistas de
FOTO 03
La académica de