Boletín
UNAM-DGCS-302
Ciudad Universitaria
Pie
de fotos al final del boletín
PODRÍA ENFRENTAR
EL PAÍS UNA SITUACIÓN DE ALTO RIESGO POR
·
El académico de
·
Mientras en 1995 se importaban nueve
millones de toneladas de alimentos, el año pasado se compraron 19 millones,
dijo
·
Se han detectado 40 países en donde el desabasto y el alza generalizada de los precios pone en
jaque la seguridad, advirtió el experto del IIEc,
Emilio Romero
·
La caída nacional del gasto para fomento
agrícola en las últimas décadas ha sido dramática, al pasar del 3.2 por ciento
del PIB en 1980, al 0.6 por ciento en 2006, señaló
México podría enfrentar una situación de alto riesgo ante la escasez de
alimentos que se empieza a registrar en el mundo, por su elevada dependencia
del mercado internacional, advirtieron académicos de
El especialista de
De esa forma, añadió, el descenso en la inversión pública, la reducción
del crédito, el desmantelamiento de las instituciones que fomentaban la
actividad agrícola en materia de almacenamiento y la disminución de obras de
infraestructura, han provocado la caída de la producción y el aumento de la
dependencia alimentaria.
En materia de superficie cultivada, explicó, en 1990 se sembraban 14.3
millones de hectáreas en el territorio mexicano, pero el año pasado apenas se
utilizó el 13 por ciento de esa extensión, lo que muestra la reducción del
potencial agropecuario.
Además, agregó, mientras en 1995 México importaba nueve millones de
toneladas de alimentos, el año pasado se compraron 19 millones. En valor
monetario, las compras crecieron de dos mil 755 millones de dólares entre 1980
y
La escasez que se registra en el planeta, expuso Cabrera, se debe al
incremento de las necesidades de países como China e India, y por el aumento
excesivo en la demanda de granos en Estados Unidos, para producir
biocombustibles. Esta situación ha provocado una insuficiencia internacional y
que los precios de los productos agrícolas se acrecienten de forma
significativa.
Hoy día las reservas mundiales de los principales granos se encuentran
en los niveles más bajos desde los 80, lo que explicó que
En ese sentido, el integrante del Instituto de Investigaciones
Económicas (IIEc), Emilio Romero Polanco, consideró
que el orbe vive un fenómeno inédito, se enfrenta a una crisis alimentaria
global, que afecta en particular a los países pobres.
Se han detectado alrededor de 40 naciones en donde el desabasto y el alza generalizada de los precios de los
elementos básicos pone en riesgo
Respecto al caso de México, Cabrera Adame
subrayó que la crisis no es nueva, pues la dependencia ya tiene algunas
décadas, por lo menos desde los años 80, aunque en realidad el descenso de la
producción agrícola comenzó a mediados de los 60.
El coordinador del programa radiofónico Los Bienes Terrenales de
Además, dijo, para que haya producción son necesarios apoyos
crediticio, tecnológico y de fertilizantes, que actualmente han desparecido. El
crédito privado al sector, por ejemplo, se redujo de 40 mil 170 millones de pesos en
No obstante, acusó, en materia de crédito público la situación es aún
más dramática, ya que mientras en 1995 se otorgó financiamiento por 15 mil 338
millones de pesos, en 2006 fue de 830 millones; apenas el 5.4 por ciento de los
que se concedían 11 años atrás.
Por ello, afirmó que la crisis podría agudizarse, pues no es necesario
que la población pelee por los productos, haya racionamientos o largas filas
para comprarlos, lo que sería dramático, sino basta con advertir el deterioro
en los niveles de vida.
Es una situación que se veía venir desde 2006, sentenció Cabrera,
cuando se dio el acaparamiento del maíz, lo que propició el aumento en el
precio de
Algunos
indicadores
El académico de
Por ejemplo, detalló, para el maíz –sobre todo amarillo–,
en 1995 el 12.7 del consumo interno se satisfacía del exterior, y en 2007 fue
el 24 por ciento. Empero, “el país es autosuficiente en grano blanco, que se
utiliza para elaborar tortillas y para el consumo humano en general”.
En cuanto al frijol, México prácticamente ha sido autónomo; no
obstante, en 1995, de la oferta total, el dos por ciento se solventaba con
compras, y el año pasado alcanzó el seis. Es una proporción pequeña, pero se
triplicó en ese periodo, especificó.
Para el caso del arroz, en 1995 el 51 por ciento del consumo nacional
se adquiría de importaciones, y en 2007 ascendió al 70 por ciento; en trigo,
fue de 29 por ciento en 1995 y de 56 el año pasado; en algodón se pasó de 20
por ciento en
En México, expresó Romero, la seguridad alimentaria ya no puede
descansar en la dependencia del exterior. Por ello, se debe reactivar el sector
agroalimentario y fortalecer la producción campesina.
No obstante, abundó, no se debe olvidar que varios millones de
mexicanos viven del autoconsumo, es decir, son agricultores que no cuentan con
capacidad para vender en
En este complejo contexto de libre mercado y globalización, se plantea
cómo reducir el sometimiento en granos básicos. Si bien se señala que los
precios altos pueden estimular
De hecho, señaló, se estima que este año el país generará 1.5 millones
de toneladas de maíz adicionales a las obtenidas en 2007. Sin embargo, no
colocarán estos granos en
Por ello, recalcó el investigador del IIEc,
se deberán tomar medidas de emergencia para limitar las cuotas de exportación mientras
no se abastezca
Es indispensable, opinó, no crear desabasto o
alza de precios, porque empobrece a los sectores más vulnerables y genera
inestabilidad social y política; no en balde la seguridad alimentaria es parte
integral de la nacional.
La autosuficiencia es una meta, destacó Cabrera, un objetivo al que se
debería aspirar, pero somos absolutamente dependientes del exterior. Ello se
debe a que el Estado se ha desentendido de las obligaciones y compromisos con
el crecimiento económico, y en este caso, en particular, con el fomento a la
producción agropecuaria.
El especialista coincidió en la posibilidad de que los precios elevados
del maíz incentiven a quienes cuentan con créditos y tecnología para exportar y
eventualmente para
Con esta situación, advirtió, los alimentos se encarecerán para todos,
se incrementará el índice inflacionario y los niveles de pobreza. El 24 por
ciento de la población rural se encuentra en pobreza extrema, mientras que 54
por ciento vive en la llamada pobreza de patrimonio, pues perciben menos de mil
500 pesos al mes.
En el territorio nacional, prosiguió, cerca del 47 por ciento de la
gente se encuentra en ese último estado, es decir, poco más de 50 millones de
personas; en tanto que 18 por ciento está en situación extrema.
Todos los estudios y las consultorías internacionales señalan que el
precio de los productos agrícolas continuará subiendo, comentó Cabrera. Además,
hay un compromiso de Estados Unidos para que en 10 años produzca con
biocombustibles el 30 por ciento de la gasolina que consume. Ello provocará un
aumento en la demanda de maíz y escasez de alimentos en los próximos años. De
hecho ya hay fuertes problemas en Asia y África.
“El panorama es preocupante en lo social y en lo económico; pone en riesgo
la seguridad alimentaria del país. No se ven acciones claras y decididas para
enfrentar esta situación, que puede agravarse”, resaltó.
Los países más vulnerables son los que no tienen petróleo ni alimentos,
aseveró Romero. México es dependiente pero tiene hidrocarburos, que le ha
permitido acumular reservas por 82 mil 500 millones de dólares, utilizables
como palancas del desarrollo.
Pero también es necesario revisar el modelo económico, que no ha sido
exitoso en materia de crecimiento, combate a la pobreza, generación de empleos
y freno a la migración, y revalorar la importancia estratégica del campo
mexicano, concluyó.
–o0o–
FOTO 01
El especialista
de
FOTO 02
El experto del IIEc de
FOTO 03.
El orbe vive un
fenómeno inédito, se enfrenta a una crisis alimentaria global, que afecta a
todos y, en particular, a los países pobres, señalaron especialistas de