12:00  hrs. 9 de Mayo de 2008

  

Boletín UNAM-DGCS-298

Ciudad Universitaria

Leonor Cedillo

 

Pie de foto al final del boletín

 

 

LAS TRABAJADORAS, EXPUESTAS A ENFERMEDADES MÚSCULO-ESQUELÉTICAS Y CARDIOVASCULARES

 

 

Largas jornadas y estrés laboral, características predominantes en la vida de las mujeres trabajadoras, que en su gran mayoría se ubican en el sector de los servicios y la maquila, así como en el auto y subempleo,  han provocado un incremento en las enfermedades músculo-esqueléticas, cardiovasculares y en la hipertensión, se destacó en el Seminario Mujer, trabajo y salud, realizado la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.

 

La consultora en salud laboral y ambiental, Leonor Cedillo Becerril, precisó con base a investigaciones mundiales, que las trabajadoras se encuentran en nichos específicos; en restaurantes y hoteles en un 56 por ciento comparado con los hombres, en atenciones sociales en un 63 por ciento y en comercio en un 51 por ciento, con predominio de contratos temporales.

 

 

La especialista –acompañada por el académico del Departamento de Salud Pública de la FM, Rodolfo Nava–, mencionó que, de acuerdo a un estudio realizado en maquilas del norte del país, aproximadamente más del 38 por ciento de las trabajadoras manifestaron dolor en la espalda alta, 30 por ciento en la espalda baja, 26 por ciento en nuca y hombro, 18 en manos y muñecas, y la cifra de dolientes, se incrementó en las que realizaban labores domésticas.

 

También habló de la doble jornada laboral que efectúan las mujeres, en industrias y empresas, con mayor grado escolar que los hombres y menor salario que éstos, así como en el hogar, sin remuneración, pero que implica mayores estados de estrés y tensión psicológica.

 

La experta en situaciones de riesgo laboral, con estudios de campo en las maquiladoras del norte del país, señaló los  peligros ergonómicos que sufren muchas mujeres, conocidos como desórdenes traumáticos acumulativos, que devienen porque el cuerpo no tiene suficiente descanso para recuperarse de jornadas largas con posturas inadecuadas y agotamiento, lo que repercute en una baja productividad y en  ausentismo.

 

Ante alumnos y académicos congregados en el Seminario convocado por la FM, explicó que la salud ocupacional ha sido un área que no ha recibido la suficiente atención y sólo se le confina a cuestiones de seguridad, contra accidentes o utilización de equipos de prevención personal; también ha sido enfocada a asuntos reproductivos y sexualidad, sin procurar la salud en el trabajo.

 

“Hay nichos más específicos para la labor de las mujeres, una concentración mayor en tareas que requieren paciencia o realización con más detalle, como en las plantas maquiladoras, electrónicas y en los servicios. Es parte de un prejuicio o de una determinación que se ha impuesto para una distribución diferente de hombres y mujeres”, dijo.

 

La especialista concluyó que, como consecuencia de la sobrecarga de trabajo, ocasionada por la utilización decreciente del número de empleadas, aumento en la supervisión y en el poco control, se han incrementado los factores de riesgo ergonómicos y psicosociales, asociados a síntomas depresivos, de enojo y de agotamiento.

-oOo-

 

 

FOTO 01.

 

La especialista Leonor Cedillo Becerril, señaló en la UNAM los desórdenes traumáticos acumulativos que sufren las mujeres, debido a que el cuerpo no tiene el suficiente descanso después de largas jornadas.