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14:00
hrs. 23 de Abril de 2008
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Boletín
UNAM-DGCS-260
Ciudad Universitaria
Leticia
Gómez
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Pie de fotos al
final del boletín
ESENCIAL, EL
TRABAJO DEL OBSERVATORIO METEOROLÓGICO DE LA UNAM
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A partir
de este tipo de información pueden evitar grandes pérdidas agrícolas
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Labora los 365 días del año y su base de
datos crece de manera continua
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El responsable
del espacio, Francisco
Hernández, dijo que cuenta con instrumentos para establecer
la presión atmosférica, y la dirección y velocidad del viento
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La académica Leticia
Gómez, señaló que el Observatorio pertenece a la Red de Estaciones Sinópticas del Servicio
Meteorológico Nacional y transmite información a todo el mundo
El Observatorio Meteorológico de la UNAM, del Colegio de Geografía de la Facultad de Filosofía y
Letras (FFyL), es uno de los más importantes de la Ciudad de México y de la Zona Metropolitana,
por la labor que realiza en colaboración con el Centro de Ciencias de la Atmósfera de esta
casa de estudios y con el Servicio Meteorológico Nacional.
Este espacio, situado en la Ciudad Universitaria,
labora los 365 días del año y su base de datos crece de manera continua.
Además, a diario se verifica que sus instrumentos estén correctamente
calibrados para hacer las mediciones precisas, y que la información sea de
calidad y confiable.
El responsable del Observatorio, Francisco Hernández Hernández, recordó que en 1963 se creó
este servicio, con objeto de que los estudiantes de la licenciatura en
Geografía pudieran llevar a cabo sus prácticas de climatología.
Años después, con ese material se consolidaron bases de datos sistemáticas
que, a su vez, eran útiles para los profesionistas y los alumnos que
solicitaban sus servicios.
La importancia de su contenido estriba en que, de acuerdo con el Fondo
de las Naciones Unidas para la
Infancia (UNICEF), la aplicación de
la información meteorológica puede soportar proyectos de desarrollo, pues las
pérdidas agrícolas atribuidas a estas condiciones pueden acercarse al 20 por
ciento de la producción anual en algunos países.
Con estos recursos pueden disminuir
considerablemente los quebrantos causados por plagas y enfermedades, y en las
zonas propensas a la
sequía. Por ejemplo, en el Sahel africano, el empleo de
boletines meteorológicos ajustados a esa zona aumenta los rendimientos de los
cultivos, señala ese organismo.
La académica del Colegio de Geografía, Leticia Gómez Mendoza,
puntualizó que este Observatorio fue creado por un grupo de profesores
interesados en realizar prácticas y al paso del tiempo se convirtió en una
estación.
Poco después, comenzaron a adquirir instrumental de estudio y
posteriormente, instrumental automático que ha servido de base para configurar
la historia climatológica de Ciudad Universitaria. Hoy existen aproximadamente
40 estaciones de este tipo en el país que hacen observación diaria, frente a
las cuatro que efectúa todos los días el Observatorio de la UNAM, informó.
El Observatorio Meteorológico pertenece a la Red de Estaciones Sinópticas
del Servicio Meteorológico Nacional y transmite información a todo el orbe por
la red de observación mundial, donde surgen datos que se distribuyen
internacionalmente y son utilizados por muchos otros especialistas, especificó
Gómez Mendoza.
De esta forma, recalcó, ese espacio es miembro desde 2004 de la Red Meteorológica
Nacional, por su buen historial de observación.
Difusión y transmisión
Por otra parte, Leticia
Gómez comentó que parte del trabajo académico y operativo que
se lleva a cabo, tiene que ver con la difusión, pues los martes y jueves se
emite un boletín meteorológico a través de la página de Internet, además de la
difusión de los datos promedio de la estación como la temperatura, la humedad y
el resto de los parámetros climatológicos.
Esta transmisión sólo pueden llevarla a cabo observatorios con más de
30 años en funciones y éste es el único en Ciudad Universitaria con esa
cantidad de flujo, que determina cuál es el clima promedio de la misma; así se
pueden medir las variaciones con respecto al cambio climático en corto y
mediano plazos, refirió.
En el Servicio Meteorológico Nacional, laboran alrededor de 20
egresados del Colegio de Geografía de la FFyL que posteriormente
se especializan en geofísica y ciencias de la atmósfera.
Los instrumentos diarios
Una de las
herramientas indispensables en un observatorio, explicó Francisco Hernández,
es el barómetro, cuya función es medir la presión atmosférica. Otro de ellos es
el registrador de la temperatura del suelo que, como su nombre lo indica,
registra la temperatura de las diferentes profundidades terrestres; este
instrumento permite comparar los cambios de la temperatura en el aire y cómo
varía en la superficie.
La consola de la estación automática registra información acerca de la
temperatura, la humedad, la precipitación y la dirección del viento. El evaporómetro es un recipiente con agua, donde se puede
notar la cantidad que se evapora. Para medir el recorrido del viento se usa un
anemómetro, añadió.
Este observatorio cuenta con instrumentos para establecer la presión
atmosférica, la temperatura del aire, la dirección y velocidad del viento, la
humedad atmosférica y la evaporación, además de un atlas que consultan para
conocer el tipo de nubes y la cantidad y la altitud en la que se localizan,
apuntó.
Sobre el procedimiento de transmisión de datos, Francisco Hernández expuso
que la información obtenida por el Observatorio Meteorológico debe ser
codificada y, posteriormente, enviada por Internet a Washington, Estados
Unidos, donde se encuentra el
centro de acopio de todo lo que se recaba en la región
cuatro, conformada por Canadá, EU, México y las Antillas.
En ese sentido, la catedrática Gómez Mendoza resaltó que alrededor
de 10 mil estaciones en el mundo transmiten al mismo tiempo la información que
emiten sus observatorios de manera sincrónica. En todos los integrantes de la
red sinóptica mundial, los datos –que tienen una vida de diez minutos–, deben tomarse a la misma hora, de lo contrario,
esa información habrá caducado.
El Observatorio hace cuatro recolecciones de datos diarias: la primera
a la siete de la mañana, otra a las nueve, posteriormente a las 12 del día y
por último, a las seis de la tarde, concluyó.
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FOTO 01
El Observatorio Meteorológico de la UNAM cuenta con instrumentos
para determinar la presión atmosférica, la temperatura del aire, la dirección y
velocidad del viento, y la humedad atmosférica, entre otros.
FOTO 02.
La base de datos del Observatorio Meteorológico de la UNAM labora los 365 días del
año y a diario se verifica que los instrumentos estén correctamente calibrados
para hacer mediciones precisas.
FOTO 03
Los integrantes del Observatorio Meteorológico de la UNAM, Francisco Hernández y
Leticia Gómez, hablaron sobre las mediciones que se llevan a cabo en este
espacio, así como su impacto internacional.