06:00 hrs. 10 de Abril de 2008

  

Boletín UNAM-DGCS-227

Ciudad Universitaria

 

Víctor Orlando Magaña

 

Pie de foto al final del boletín

 

 

ESTE AÑO SE PREVÉ QUE SEA MENOS CALUROSO QUE LOS CUATRO ANTERIORES

 

·        Los investigadores del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, Víctor Orlando Magaña y Ernesto Jáuregui, descartaron que se llegue a suscitar una onda calorífica alarmante

·        La máxima temperatura obtenida en el Distrito Federal fue el nueve de mayo de 1998, cuando el termómetro llegó a los 33.9 grados, aseguró Jáuregui

·        No es sorprendente que se registren temperaturas altas entre abril y mayo, empero, no han superado el límite, por lo que no hay de qué preocuparse: Víctor Orlando Magaña

 

Este año se prevé que sea menos caluroso que los cuatro anteriores y aunque aún no ha concluido la temporada más álgida, se puede asegurar que no se presentará una onda calorífica alarmante, coincidieron los investigadores del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) de la UNAM, Víctor Orlando Magaña Rueda y Ernesto Jáuregui Ostos.

 

De acuerdo con los registros del Programa de Estaciones Meteorológicas del Bachillerato Universitario (PEMBU), en la estación ubicada en la Escuela Nacional Preparatoria 7, Ezequiel A. Chávez, en la delegación Venustiano Carranza –zona con las temperaturas más altas–, se encontró que este año no es tan cálido como se había anunciado.

 

En los meses transcurridos del 2008, los indicadores más altos se obtuvieron el 22 de enero, con 25.5 grados centígrados; el 24 de febrero, con 26.8; el 31 de marzo, con 28, y el cuatro de abril, con 28.9 grados.

 

Los mayores registros del año pasado fueron: el primero de marzo, con 30.3 grados centígrados; el 22 de abril, con 30.1; el dos de mayo, con 31.4, y el 4 de junio, con 32.2 grados.

 

En 2006, el 12 de marzo se alcanzaron 33.4 grados; el 28 de abril, 31.7; el 7 de mayo, 30.4, y el 12 de junio, 29.3 grados; 2005 presentó el 24 de marzo 29.4 grados; el 27 de abril, llegó a 31.3; el 26 de mayo, a 30.6, y el 5 de junio, a 33.4 grados.

 

Calor sin alarma

La máxima temperatura obtenida en el Distrito Federal fue el nueve de mayo de 1998, cuando el termómetro llegó a los 33.9 grados. El fenómeno climatológico El Niño influyó en ello. Sin embargo, no se suscitó una onda de calor, aseguró el jefe del Departamento de Climatología Urbana del CCA, Ernesto Jáuregui.

 

Estas ondas se presentan al repetirse un clima mayor a los 30 grados como mínimo por tres días consecutivos en la Ciudad de México, pues este límite varía en cada urbe. Por ejemplo, en Mexicali este gradiente no es significativo, explicó.

 

Los indicadores actuales no son alarmantes ni más altos que los anteriores, y son parte del fenómeno natural denominado “isla de calor”, que se observa en todas las metrópolis del mundo y que consiste en el contraste térmico entre la ciudad y el campo, señaló.

 

Una de las características más relevantes de este hecho, es que es directamente proporcional al número de habitantes de la urbe y va en aumento. La Ciudad de México presentaba una isla de calor de 1.5 grados a finales del siglo XIX, y ahora tiene cuatro grados de diferencia, indicó.

 

Lo que es un hecho, insistió, es el aumento en la frecuencia de temperaturas mayores a los 20 grados en este siglo, es decir, se duplicó la incidencia respectiva. En antaño se registraban con una frecuencia de ocho eventos por década y en la actualidad suman 18 cada diez años.

 

La variación del clima no es algo novedoso, señaló, pues la esencia del gradiente urbano es su variación. Se observa que desde 1877 hasta el 2000, este cambio se ha presentado en una escala de montaña, aumenta en un periodo y desciende en otro, lo preocupante es que la periodicidad de ondas de calor es mayor.

 

Por su parte, el coordinador del Programa Transversal de Cambio y Variabilidad Climáticos, Víctor Magaña, añadió que es importante diferenciar el tiempo climatológico del clima. El primero, explicó, se refiere a cuando en un día cualquiera hace mucho calor y al otro ya no, mientras que el segundo es una condición que caracteriza una época del año.

 

Es conocido que los meses más calurosos son abril y mayo en esta ciudad, recordó, considerados también como una etapa de transición mientras llegan las lluvias, por ello también se les denomina “periodo de secas”.

 

Por lo anterior, indicó, no es sorprendente que haya temperaturas altas en ese lapso, empero, no han superado el límite del registro térmico, por lo que no debe haber alarma, dijo.

 

El cambio climático y el futuro

En la actualidad, no hay nadie que ponga en duda la presencia del cambio climático, aseveró Víctor Magaña, y tampoco se discute que ésta será la principal causa del calentamiento global.  Sin embargo, aún no se observan claramente cuáles son los efectos, porque para ello se tendrían que conocer las condiciones futuras.

 

La modificación implica el aumento en la temperatura por las actividades humanas, entre ellas, la quema de combustibles fósiles, que alteran la composición de la atmósfera, el cambio de uso de suelo o la sustitución de árboles por asfalto, entre otras causas, detalló.

 

Todo ello explica que el planeta emita más radiación, que queda atrapada en lugar de fluir, pero como ha sido un proceso gradual y a nivel global, la temperatura va subiendo poco a poco; quizá por esta razón todavía era motivo de polémica hace algunos años, especificó.

 

No obstante, en la actualidad se especula sobre cuáles serán los efectos, pero no se sabe cómo se traducirá en precipitaciones y cómo será la afluencia de eventos extremos por el calor. Por ello, se están haciendo estudios para analizar la probabilidad de la incidencia.

 

El cambio climático presenta dos parámetros para afrontarlo, mencionó. El primero se refiere a un problema de riesgo, por el cual existen amenazas de que se eleven las temperaturas, existan más eventos de lluvia extrema y suba el nivel del mar, entre otros aspectos.

 

Otra circunstancia de este riesgo es la vulnerabilidad, recalcó, por ello es necesario estimar cuáles podrán ser los impactos para estar en condiciones de reducir la inseguridad.

 

La transformación del entorno provoca incremento de calor, pero en la actualidad no se puede asegurar que esa sea la causa del aumento de  las temperaturas, pues hasta ahora la fuente principal es la urbanización.

 

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El jefe del Departamento de Climatología Urbana del CCA de la UNAM, Ernesto Jáuregui, afirmó que las ondas de calor se presentan al repetirse un clima mayor a los 30 grados por tres días consecutivos.

 

 

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El especialista del CCA de la UNAM, Víctor Magaña, dijo que se especula sobre cuáles serán los efectos del cambio climático, cómo se traducirá en precipitaciones y en la afluencia de eventos extremos.

 

 

FOTO 03.

 

Este año se prevé que sea menos caluroso que los cuatro anteriores, además, se puede asegurar que no se presentará una onda calorífica alarmante, coincidieron en señalar investigadores de la UNAM.