Boletín
UNAM-DGCS-226
Ciudad Universitaria
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DESCUBREN
“ESLABÓN PERDIDO” DE AGUJEROS NEGROS EN EL CÚMULO DE ESTRELLAS OMEGA CENTAURI
·
Permitirá una mejor comprensión sobre la forma
como evolucionan hasta formar hoyos supermasivos, más grandes que los
encontrados en el núcleo de muchas galaxias
Universitarios encontraron el llamado “eslabón perdido” de los agujeros
negros en el cúmulo de estrellas Omega Centauri, visible a simple vista.
Eva Noyola, quien cursó
la licenciatura en Física por la UNAM, hoy integrante del Instituto de Astrofísica
Max–Planck, y Karl Gebhardt, de la Universidad de Texas, en Austin,
Estados Unidos, dedujeron que ese cúmulo estelar podría albergar a un elusivo
hoyo negro de masa intermedia.
Ello permitirá una mejor
comprensión sobre la forma como evolucionan hasta formar hoyos negros
supermasivos, más grandes que los encontrados en el núcleo de muchas galaxias.
Además, con las observaciones realizadas con el Observatorio Gémini y el
Telescopio Especial Hubble se ofrecen pruebas convincentes de que los agujeros
negros existen.
Los universitarios
utilizaron instrumentos instalados en tierra y en órbita para realizar sus
observaciones, como espectros obtenidos con el Espectrógrafo Multiobjetivo de
Géminis (GMOS) en Gémini Sur, Chile, e imágenes de archivo producidas por
Los trabajos de Eva Noyola –que inició en su formación en la UNAM–, son
parte de su investigación de tesis para doctorado, con la tutoría de Gebhardt
en la Universidad de Texas. Se muestra que hay materia no luminosa equivalente
a 40 mil veces la masa del Sol en
Si se trata de un agujero negro, indicó, es más grande que uno estelar
negro, pero no tanto como los de variedad supermasiva.
En su observación, midieron los movimientos y el resplandor de
estrellas en el núcleo de este cúmulo masivo en dos acercamientos, que
indicaron la presencia de un objeto masivo, oculto entre los hados del cúmulo.
El hecho de
encontrar un agujero negro en el núcleo de Omega Centauri, señaló Eva Noyola
–con quien colaboran Christine Allen y Alejandro Ruelas, del Instituto de
Astronomía, en otra investigación que apenas inicia–, podría tener
implicaciones para el historial del cúmulo en sí.
Hoyos negros de masa
intermedia como éste, explicó, podrían ser semillas de los supermasivos.
También, se estaría a punto de descubrir el mecanismo para la formación de los
primeros.
Se sabe, abundó Eva Noyola, de la existencia de agujeros negros en el
núcleo de las galaxias, y que los hoyos de masa estelar se encuentran dispersos
en todas las partes de las galaxias.
Durante mucho tiempo, dijo, los astrónomos han buscado las condiciones
para que los agujeros negros con masas entre estos dos extremos se formen y
desarrollen. "Si uno buscara una galaxia pequeña, sería también un buen
lugar para encontrar un agujero negro de tamaño intermedio", externó la
universitaria.
De acuerdo con Noyola y Gebhardt, esta clase de agujeros negros podría
ser "el bebé" de otros supermasivos. “Estos pueden ser raros y
existir sólo en las antiguas galaxias enanas que fueron despojadas de sus
estrellas externas”, comentó Gebhardt.
“Estos agujeros negros podrían ser más comunes de lo esperado y también
existen en los centros de cúmulos globulares. Si ello es cierto, entonces
podrían generar numerosas semillas para cultivar agujeros negros supermasivos
en los centros de galaxias más grandes”, refirió.
Para deducir la existencia de un agujero en Omega Centauri, Noyola y
Gebhardt usaron el GMOS para obtener los espectros de estrellas en
Los resultados mostraron un incremento considerable de velocidades
estelares entre la región cercana al
Noyola y Gebhardt calcularon las velocidades radiales esperadas de las
estrellas visibles, suponiendo que ahí no había materia suplementaria. Luego,
compararon los datos obtenidos con GMOS.
Del análisis detallado, encontraron materia no luminosa en
La fuerte influencia gravitacional hace que las estrellas cercanas al
núcleo del cúmulo se muevan considerablemente más rápido que las más lejanas.
Los espectros también insinúan que este agujero negro no está en una etapa
agresiva, que devora materia, como otros encontrados en núcleos de galaxias.
“Se trata de uno de los agujeros más tranquilos que se hayan observado
hasta
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FOTO 01.
Física de la UNAM
e investigador de la Universidad de Texas, en Austin, EU, descubrieron en el
cúmulo de estrellas Omega Centauri, un elusivo hoyo negro de masa intermedia.