Boletín
UNAM-DGCS-217
Ciudad
Universitaria
Pies de foto al final del boletín
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Es un espacio especializado en la avifauna
del país, explicaron los fundadores de la misma, Gary García y
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En el
territorio, se localizan mil 150 especies, el décimo lugar mundial en cuanto a
esta riqueza natural; de ellas, mil 75 son canoras; 55, rapaces; 28, de ornato
y 65, acuáticas
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Los principales problemas por los que se
acude a consulta son nutricionales; también presentan trastornos de conducta y
una medicación inadecuada, señalaron
Halcones, ninfas, tucanetas, patos, cacatúas,
loros de collar, periquitos australianos, agapornis y
demás especies de compañía, mexicanas y exóticas, encuentran en
Al atender a esa clase taxonómica, el único espacio especializado en el
país llena el “hueco” del cuidado de los “plumíferos” que, por sus
características, no pueden ser revisados por un médico veterinario general,
explicaron los fundadores Gary García y Juan Carlos Morales.
Desde su puesta en marcha, el número de pacientes ha crecido
exponencialmente: de 100 en 2004 alcanzó los 536 hasta el año pasado. En el
primer mes y medio de 2008, se han presentado 82 ejemplares. De hecho, ya
existen planes de ampliación de las instalaciones, pues su potencial de
servicio, enseñanza e investigación es enorme.
Múltiples especies se consideran de compañía: aquellas que han sido
criadas en cautiverio, desde canarios y jilgueros, hasta faisanes e, incluso,
gallinas. Aunque, también se tiene por mascotas a animales capturados, como
guacamayas o tucanes.
En
En México, el uso aviar es una tradición que se remonta a la época
prehispánica. Hernán Cortés escribió del emperador azteca: “En esta casa tenía
diez estanques de agua, donde tenía todos los linajes de aves de agua que en
estas partes se hallan, que son muchos y diversos, todas domésticas; y para las
de río, lagunas de agua salada, las cuales vaciaban de cierto a cierto tiempo
por la limpieza [...] a cada género de ave se daba aquel mantenimiento que era
propio a su natural y con que ellas en
El conquistador español no se equivocó. La avifauna del país es enorme;
aquí se localizan mil 150 especies, con lo que el país se ubica en el décimo
lugar mundial en cuanto a esta riqueza natural. De ellas, mil 75 son canoras;
55, rapaces; 28, de ornato y 65, acuáticas. De todas ellas, 10 por ciento son
endémicas.
No obstante, aseguró Gary García, no se ha sabido cuidar ese recurso y
muchas especies, como los loros mexicanos, se hallan en peligro de extinción.
Según datos de
A ello se agrega la pérdida de hábitats. "Ante ese panorama
una alternativa es la cría en cautiverio", sostuvieron los expertos.
Las aves, opinó
Los dueños ignoran los cuidados adecuados para esos animales, que pocas
veces alcanzan su edad máxima. La idea de
Los expertos han detectado que los principales problemas por los que se
acude a consulta son nutricionales. "Han traído búhos, depredadores de
roedores en vida libre, alimentados con tortilla, es decir, con una dieta
inadecuada que les provoca otros malestares", apuntó.
También presentan problemas de conducta: se despluman, gritan o atacan
debido a que no tienen la atención de sus dueños, o bien, presentan afecciones
de tipo traumático o respiratorio, añadió.
Otra dificultad es la medicación inadecuada con productos que, incluso,
resultan ser tóxicos, con derivados de fármacos para perros u otras especies
que se venden como vitaminas o expectorantes, contra la diarrea o para
embellecer el plumaje, aclaró Gary García.
Es fundamental conocer el manejo adecuado de cada mascota e identificar
los signos de enfermedad, indicó. Los dueños requieren estar atentos ante un
ave con pocos movimientos, inapetencia o hambre excesiva, mucha sed, plumas
alborotadas, alas caídas y despegadas del cuerpo, respiración acelerada y
ruidosa, pico abierto, ojos hinchados y semicerrados, patas hinchadas y
enrojecidas o diarrea.
Ante esos síntomas, alertó, es necesario llevar al paciente con los
especialistas y su equipo de estudiantes, médicos veterinarios en estancia,
residencia o de servicio social, quienes brindan los servicios de
hospitalización, consulta, cirugía, rayos X, desparasitación,
corte de uñas, pico y plumas, diagnóstico de laboratorio o análisis
bacteriológicos, parasitológicos, hematológicos y
virológicos, sexado –cuando macho y hembra tienen el
mismo color y no se pueden distinguir–, asesoría en
trámites oficiales e, incluso, necropsias.
Cuando ocurren decesos se hace ese último procedimiento para determinar
las causas de la muerte, porque puede haber enfermedades sin enfrentar y se
requieren conocer para casos futuros, abundó Morales.
Cualquier ejemplar que llega a revisión recibe una exploración física
de cabeza, cuello, cavidad torácica, extremidades y cloaca. Se determina
también el peso, si está triste o alerta, y de ser necesario se toman muestras
o radiografías. Luego se hace el diagnóstico y se determina el tratamiento,
aseveró.
Se le explica al dueño qué padece el ave. En algunos casos se puede dar
la medicación en casa, pero en los más graves se hospitaliza en terapia
intensiva o en incubadoras, donde se le mantiene a una temperatura y humedad
adecuadas, se le alimenta por sonda y se hidrata, especificó.
Se atienden desde crías que no han emplumado, hasta ejemplares que
rebasan los 60 años y “duermen la mayor parte del día”. También hay un horario
de visita, de
Además, en colaboración con
En tanto, se prepara la ampliación y adecuaciones de
Con ello, se busca mejorar las condiciones de las aves en cautiverio,
por medio del trabajo y de la difusión, finalizó Juan Carlos Morales.
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FOTO 01.
La Clínica de
Aves de
FOTO 02
El especialista
de
FOTO 03
Gary García, de