14:30  hrs. 31 de Marzo de 2008

  

Boletín UNAM-DGCS-204

San José de Costa Rica

 


José Narro Robles

José Narro Robles

Pies de foto al final del boletín

 

ALERTA JOSÉ NARRO SOBRE EL PELIGRO QUE REPRESENTA LA “LIBERALIZACIÓN” DEL COMERCIO DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR

 

  • El rector de la UNAM dijo que no se debe vincular esta actividad con los criterios del mercado
  • Dictó la conferencia magistral Educación, ciencia y desarrollo. El caso de América Latina, en la Lección Inaugural de la Universidad de Costa Rica
  • Ahí, consideró que este sistema mercantil no debe regular la prestación de servicios de enseñanza o salud en las sociedades
  • En AL hay 35 millones de analfabetos y casi 88 millones que no han terminado la primaria, refirió

 

El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, José Narro Robles, alertó hoy, aquí, sobre los riesgos que representan los servicios educativos provenientes de otros países y la liberalización del “comercio de la educación superior”, que pretende vincular en forma peligrosa a esta actividad con los criterios propios del mercado.

 

Este sistema, afirmó, no debe regular la prestación de servicios de enseñanza o salud en las sociedades.

 

La modernización de los modelos educativos, subrayó, ha evolucionado en paralelo con el establecimiento de principios homogéneos en el ámbito internacional. Consideró que las universidades, sobre todo las públicas, deben tomar conciencia de estas tendencias para aprovecharlas sin perder su autonomía y, sin menoscabo de su función, de ser la conciencia crítica de la sociedad.

 

Al dictar la conferencia magistral Educación, ciencia y desarrollo. El caso de América Latina, en la Lección Inaugural de la Universidad de Costa Rica, Narro Robles puntualizó que las instituciones de educación superior son receptoras de las presiones que ejerce la globalización, al considerarse que deben estar cada vez más vinculadas con la producción de riqueza, mediante la formación de recursos intelectuales que participen en la materialización de nuevas  tecnologías.

 

Las universidades, agregó, tampoco están exentas del proceso mundial que desafía a los académicos a competir en forma individual por los recursos disponibles. Incluso, en el mundo se manifiestan varias tendencias y transformaciones en la educación superior, como el aumento en la matrícula y la paulatina universalización de este nivel de enseñanza; la flexibilización de los planes y programas de estudios; la promoción de una mayor movilidad de alumnos y docentes, y la articulación de la licenciatura y el posgrado, entre otros.

 

Ante académicos y estudiantes costarricenses, y la embajadora de México en ese país, Carmen Oñate Muñoz, reunidos en el Auditorio Abelardo Bonilla de la Escuela de Estudios Generales –una de las más antiguas de esa institución, donde todos los estudiantes de primer ingreso realizan un año de Humanidades–, el rector Narro presentó un panorama general sobre la situación que en materia de educación existe tanto en el ámbito mundial como, en forma específica, en América Latina.

 

También dijo en la ceremonia en la que fue recibido por la rectora de la Universidad de Costa Rica, Yamileth González García, que las cuatro condiciones que amenazan y perjudican a la humanidad e, incluso, ponen en riesgo la vida en el planeta: el impresionante crecimiento poblacional que todavía existe, pues con seis mil 500 millones de seres humanos, el 81 por ciento se encuentra en los países no desarrollados.

 

Asimismo, “los vergonzosos” niveles de pobreza y desigualdad, donde de acuerdo con el Banco Mundial, en el orbe hay dos mil 500 millones de individuos que viven con menos de dos dólares al día. Dentro de ellos, el 40 por ciento, es decir mil millones, subsisten a diario con menos de un dólar.

 

A esto se suman los graves niveles que han alcanzado el deterioro ambiental, y la pérdida de valores que caracteriza a la “ego–sociedad” de estos días, anotó.

 

Pese que la enseñanza en la región ha experimentado avances en cuanto a cobertura y acceso, recalcó, prevalecen deficiencias en los resultados y en la eficiencia terminal en los diversos niveles. Un rubro generalizado es la desigual posibilidad de recibir los servicios educativos, debido a aspectos como la situación socioeconómica y cultural, la pertenencia a minorías y el lugar de residencia.

 

Así, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), mientras los índices de alfabetización se han elevado de manera constante en los años recientes, todavía existen 35 millones de personas de 15 años o más que son analfabetas.

 

Si a esto se añade que casi 88 millones de personas del mismo grupo de edad no han terminado sus estudios de primaria, se presenta un desafío de gran magnitud para las políticas educativas, remarcó.

 

José Narro dio más cifras: del problema de la terminación de los estudios, donde 4.5 millones de personas de entre 15 y 19 años de edad no han finalizado la primaria; 14 millones, de 20 a 24 años, no concluyeron la secundaria, y 25 millones de ese mismo grupo no culminaron el bachillerato.

 

Del sector entre 20 y 39 años de edad y que conformarán la mayor parte de la Población Económicamente Activa (PEA) en las décadas siguientes, más del 56 por ciento, equivalente a más de 96 millones de latinoamericanos y caribeños, no han concluido la preparatoria.

 

Los resultados de la prueba Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés) 2006, aplicada en seis países de la región: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Uruguay, en ciencia, lectura y matemáticas, las naciones latinoamericanas se encuentran muy por debajo del promedio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

 

En lectura, el promedio de la región fue de 402, frente a 492 de los países de la OCDE; en ciencias, fue de 407 en contraste con los 500, y en matemáticas, de 394, a diferencia de los 498 de la organización internacional.

 

Respecto a ciencia y tecnología, Narro Robles expuso que para que en la actualidad exista la posibilidad de tener un desarrollo científico se requiere libertad de pensamiento y conciencia; niveles adecuados de educación, con una masa crítica, es decir, que el conjunto de la sociedad conozca y valore la importancia de la ciencia.

 

Ello, implica una actitud colectiva favorable a la indagación, la innovación y la aplicación del conocimiento básico. Todo esto, subrayó, demanda políticas públicas pertinentes.

 

Más adelante, externó que en América Latina y el Caribe la inversión destinada a la investigación y el desarrollo sigue siendo reducida y constituye menos de la mitad de lo que asigna el promedio de los países de la OCDE.

 

En el periodo comprendido entre 1995 y 2003, mientras en Latinoamérica el número de investigadores por cada mil miembros de la PEA se incrementó en menos del 10 por ciento, en las naciones de la OCDE fue de casi 20 por ciento. En tanto, en China, que es un caso ejemplar, el número de académicos crece más rápido que la PEA.

 

Para 2005, en esta región se contaba con 1.42 investigadores por cada mil personas económicamente activas, aunque el promedio de la OCDE era de casi ocho académicos, que implica una diferencia de 5.6 por ciento.

 

Mientras en América Latina hay menos de dos doctores por cada 100 mil habitantes, en Estados Unidos son 10 y en España 14. Al considerarse la cantidad de doctores por cada millón de habitantes, la región tiene menos de la mitad que Asia Oriental y el Pacífico, alrededor del 10 por ciento de Europa Central y Oriental, y del nueve por ciento de las naciones de la OCDE.

 

En materia de investigación y desarrollo, dijo, en el área se concentra en tres países: Brasil con el 42 por ciento; Argentina, el 20, y México con 11 puntos porcentuales.

 

Narro Robles hizo hincapié en que las universidades públicas contribuyen a la solución de algunos de los problemas más relevantes tanto en el ámbito local, como en el regional y el nacional. Se encuentran entre las instituciones más afectadas por las tendencias negativas de la globalización: reducción del subsidio, cuestionamientos por la oferta de carreras consideradas obsoletas, como las humanidades y las ciencias sociales, además de que con frecuencia son calificadas como ineficientes en virtud de sus niveles de eficiencia terminal.

 

El verdadero cambio, aseveró, necesitará tres o cuatro décadas si se pone en marcha ahora y se hace lo recomendable. De otra forma, advirtió, “llegaremos a la segunda mitad del siglo XXI sin haber resuelto el grave déficit con el que se vive”. Por lo que propuso políticas de Estado que permitan atender en forma simultánea, tanto lo urgente como lo importante.

 

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FOTO 1 .

El rector José Narro Robles, alertó sobre el peligro de la liberalización del comercio de la educación superior, en una conferencia magistral dictada en la Universidad de Costa Rica.

 

FOTO 2

Alumnos y profesores de la Universidad de Costa Rica escuchan la conferencia magistral Educación, ciencia y tecnología. El caso de América Latina, que dictó el rector José Narro Robles en ese país.

 

FOTO 3

El rector José Narro externó, en la Universidad de Costa Rica, que en AL y el Caribe la inversión destinada a la investigación y el desarrollo sigue siendo reducida.

 

FOTO 4

Al dictar una conferencia magistral en Costa Rica, el rector José Narro afirmó que las universidades, sobre todo las públicas, deben tomar conciencia sobre la modernización de los modelos educativos.