12:30  hrs. 29 de Marzo de 2008

  

Boletín UNAM-DGCS-199

Ciudad Universitaria

 

ORGANIZAN UNIVERSIDAD NACIONAL Y DELEGACIÓN CUAUHTÉMOC KERMÉS SOLAR

 

 

Para mostrar a la sociedad la belleza del sistema solar, la Universidad Nacional, por conducto de los institutos de Geofísica y de Geología, la Delegación Cuauhtémoc, el Instituto del Deporte del Distrito Federal y el Centro Lindavista organizarán una Kermés solar.

 

Ello, derivado del inicio del Año Heliofísico Internacional y del arranque del Año Internacional del Planeta Tierra, con lo que se pretende unir fuerzas a nivel mundial para compartir observaciones, instrumentos y talento para entender mejor al Sol, así como mostrar a la población la relevancia de las ciencias espaciales.

 

La fiesta al astro rey, que se llevará a cabo el 30 de marzo a las 11 horas en el parque de Santa María la Ribera, de la Delegación Cuauhtémoc, incluye actividades deportivas, culturales, musicales, talleres, charlas de divulgación científica y observación con telescopios.

 

Desde tiempos remotos, la importancia del Sol para la Tierra ha sido reconocida por el hombre. Su luz, junto con el decaimiento radiactivo de materiales en el manto del planeta, son las dos fuentes de energía que sostienen la vida biológica y geológica que percibe en el entorno.

 

El Sol es una estrella de regular tamaño, cuya actividad cambia periódicamente en ciclos de 11 años, en los cuales va de un mínimo a un máximo que puede ser fácilmente detectado por el aumento paulatino del número de manchas en el disco solar y por fuertes explosiones.

 

A pesar de su recurrencia, esta actividad no ha sido la misma a lo largo de los siglos, pues ha habido periodos en los que la estrella ha estado quieta. Lo más interesante es que esas etapas de aparente inactividad coinciden, al menos históricamente, con momentos en que la Tierra ha sufrido una disminución global de la temperatura.

 

Las emisiones de material del Sol, esencialmente protones y electrones, que viajan por el medio interplanetario, interactúan con los planetas y sus magnetosferas. En el caso de la Tierra, esta interacción da origen a las auroras boreales y australes, pero también puede ocasionar apagones en ciudades enteras y daños irreparables en los satélites artificiales que circundan el planeta.

 

De esa manera, estudiar este astro y su vínculo con cuerpos planetarios, en particular la Tierra, es importante para entender hasta qué punto su actividad puede afectar los sistemas biológicos.

 

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