Boletín
UNAM-DGCS-187
Ciudad Universitaria
MÉXICO REQUIERE
UNA REFORMA SOCIAL DEL ESTADO
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Sería un incentivo que obligaría a ser revisadas
las reformas política y económica, señaló Rolando Cordera, académico de la
Facultad de Economía de la UNAM
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Advirtió que el gran déficit de la democratización
del Estado es su permanente descuido del tema social
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El profesor de la FE,
La insuficiencia patente
y continuada de una reforma económica y la nula cooperación entre los poderes
en materia política, podrían ser revisadas si el país entrara en una discusión
seria y a fondo sobre el cambio social que necesita el Estado, afirmó el
académico de la Facultad de Economía (FE) de la UNAM, Rolando Cordera Campos.
La tercera reforma del
Estado que falta en México es la social, porque implica modificaciones
importantes en lo jurídico, lo organizativo y, en consecuencia, en lo
institucional en general, subrayó el especialista al participar en
Ante académicos y
estudiantes reunidos en
Las modificaciones
sociales, recalcó, serían incentivos que obligarían a las reformas económica y
política a ser examinadas, porque por ellas mismas “no tienen muchas ganas de
hacerlo”, a pesar de no haber cumplido con su objetivo.
En la mesa moderada por
el académico de la FE,
La reforma social,
insistió, podría inducir a la colectividad y a sus fuerzas políticas a pensar
en el conjunto de las reformas. El economista, consideró necesario crear mecanismos
de exigibilidad de los derechos sociales, es decir, justiciables, y cuyo
cumplimiento puede ser reclamado ante el juez. Esto, llevaría a revisar el
juicio de amparo y avanzar en otros mecanismos institucionales y de corte
jurídico.
Además, resaltó, se
requiere el blindaje, proteger ciertos rubros del gasto social de los vaivenes
de la macroeconomía, para que no sea el primero que pague estos movimientos,
porque siempre ha sido el “pagano”.
Otro aspecto fundamental
que para el miembro de la Junta de Gobierno se debe tomar en cuenta, es la
participación social planteada como un objetivo a ser institucionalizado, pero
que no debe ser confundido con un reclamo o movilización puntual.
Antes, explicó que las
reformas económica y política del Estado han sido criticadas. La primera no
rinde los frutos prometidos ni los resultados necesarios, por la situación
social de México y su demografía.
No hay crecimiento
económico alto y sostenido como requiere la desigualdad y pobreza del país, y
la demografía caracterizada por su transición a una nación de jóvenes adultos,
que requieren empleo y educación superior, abundó.
La reforma política, por
su parte, sostuvo, no ha mantenido una buena relación de cooperación y
conflicto en los cauces previsibles y manejables entre los poderes del Estado.
Lo que se vive es una especie de empate que deteriora la imagen de la política
plural democrática y corroe a los actores de la democracia, los partidos y los
poderes.
A su vez, el también
profesor de la Facultad de Economía,
Luego de cerca de 20
años de debate y discusión, explicó, hasta la fecha no se ha llevado a cabo
ninguna modificación a
Una tercera postura,
dijo, es la de los sindicatos y los organismos que están en contra de cualquier
cambio y prefieren que las leyes laborales se mantengan como hasta ahora, pero como
es una legislación de los años 70, están desfasadas.
Sin embargo, expuso
Ejemplo de ello, concluyó,
es que en algunos casos los obreros permiten la disminución de sus salarios
para evitar el despido, o la polivalencia y formación de círculos de calidad
para mejorar a las industrias, a cambio de bonos de productividad, que no está
previsto en la ley.
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