Boletín
UNAM-DGCS-172
Ciudad Universitaria
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final del boletín
El 43 por ciento de los adultos sufren efectos
adversos en la salud ocasionados por el estrés que, en múltiples ocasiones, es
acompañante de enfermedades cardiacas y respiratorias, así como de problemas gástricos, cirrosis y cáncer, entre
otros, destacó la investigadora de
Es un factor de riesgo y un síntoma presente en el
90 por ciento de los padecimientos mentales y emocionales, alertó, además de
ser un factor asociado a los infartos al miocardio, primera causa de muerte en
México.
Además, del 75 al 90 por ciento de las visitas al médico obedecen a dolencias relacionadas, aunque se ha dicho que no hay evidencias de una vinculación cáncer-estrés; se sabe que la tensión es un compañero de distintos males, apuntó.
Entre las principales causas que provocan estrés en
la población mexicana, sostuvo, se encuentran problemas económicos,
emocionales, familiares o de pareja, además de los recorridos cotidianos de
grandes distancias, la búsqueda de mejores condiciones de vida y el desempeño
laboral insatisfactorio o ajeno a las capacidades, entre otros.
Según
Entre
el 20 y 50 por ciento de los empleados en naciones desarrolladas pueden tener
exposiciones riesgosas en el trabajo y esta tasa es mayor en los que están en
crecimiento.
La
mitad de los trabajadores en los países industrializados consideran su tarea
como “mentalmente demandante”. Cada año, hay alrededor de 120 millones de
lesiones como resultado de accidentes de trabajo, 200 mil fatalidades
ocupacionales y entre 68 y 157 millones de casos de enfermedades en la fuerza
laboral global.
Una
salud ocupacional precaria y una capacidad reducida para desempeñarse pueden
ocasionar pérdidas económicas de entre el 10 y hasta un 20 por ciento del
Producto Interno Bruto de un país. Globalmente las muertes, enfermedades y
padecimientos ocupacionales producen una pérdida estimada del cuatro por ciento
del producto doméstico bruto, reconoce
Identificado como ansiedad, presión o angustia como
respuesta del individuo y el entorno, afirmó, desgasta, altera y modifica la
capacidad inmune del cuerpo, lo que generará o que derivará en enfermedad.
Se trata de una parte funcional, adaptativa y
necesaria para la vida, una respuesta fisiológica que lleva a resolver los
problemas o a tomar acciones, precisó.
Se divide en dos tipos, explicó, el distrés, una sobredemanda
que hace que la persona se mantenga activa, y el eustrés, la exigencia adoptada
desde un enfoque positivo que induce a enfrentar y a dar soluciones a distintas
cuestiones, actitud que “puede ser motivadora”.
La especialista detalló que en
Por otra parte, aseveró que los menores también padecen
estrés, ya que el adulto tiene un efecto espejo para él. “Es una respuesta que
va a presentar el niño muchas veces por imitación, por aprendizaje”.
La experta en temas conductuales expuso que incluso
se llega a presentar en nonatos, pero la etapa donde más se manifiesta es en la
adolescencia, etapa de cambios físicos y emocionales, para los cuales no se
está preparado.
“Los niños y los jóvenes viven en constantes transformaciones, y si no se les prepara, el
estrés puede generar problemas de adaptación o emocionales. Son más vulnerables
dada la poca experiencia que llevan de aprendizaje y no pueden cambiar de
escenarios que dependen del adulto”, comentó.
Más adelante, puntualizó que cuando los pequeños y
los adolescentes están estresados presentan dolores de espalda, sudoración,
náuseas, fatiga crónica, jaqueca, estreñimiento, diarrea, dolores estomacales,
hipertensión arterial o alteraciones de la piel.
No obstante, con el trabajo de emociones
afectivas que realizan con los pacientes, éstos mejoran sus respuestas
fisiológicas, y de no tratarse clínicamente este mal se convierte en “una bomba
de tiempo que puede generar daños a la salud a largo plazo, debilitar el
proceso inmune y aumentar la susceptibilidad de las enfermedades infecciosas”,
concluyó.
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Aunque se ha
dicho que no hay evidencias de una vinculación cáncer-estrés, se sabe que la
tensión es un mal compañero de distintos padecimientos, afirmó
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Los menores
también padecen estrés, porque el adulto tiene un efecto espejo para él;
incluso puede presentarse en nonatos, afirmó la especialista de