Boletín
UNAM-DGCS-169
Ciudad Universitaria
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final del boletín
Pese a la mayor participación de la mujer en
Menos
del diez por ciento de las mujeres que trabajan ocupan puestos de alto nivel
jerárquico, con posiciones de poder en la toma de decisiones y sueldos
holgados, y se ubican en gran parte como ejecutivas en empresas privadas,
aseguró.
De
acuerdo con el Instituto Nacional de las Mujeres, en
De
este núcleo laboral, precisa el organismo, aproximadamente el tres por ciento
llega a puestos directivos en empresas o instituciones públicas y perciben
entre el ocho y el 30 por ciento menos en salario promedio que los hombres en
el mismo cargo y responsabilidad.
Vite
San Pedro consideró que para las mujeres trabajadoras “las cosas están
cambiando, pero todavía hay mucho que hacer para obtener igualdad en ingreso y
en puestos. Hay un desbalance laboral, porque
el hombre no está acostumbrado a que la mujer esté por encima de él”.
Pocos
años atrás, recordó, la situación era drástica, “antes era una por cada cuatro
hombres, pero ahora es a
No
obstante, reconoció que ellas se encuentran, en su gran mayoría, en el sector
secundario y terciario “en ventas, escuelas y hospitales, pocas en posiciones
de poder, como ejecutivas en empresas, pero el resto de los niveles superiores
sigue en manos de los hombres”.
La
psicóloga explicó que cuando una de ellas incursiona en
Sumado
a la batalla por la obtención de puestos y reconocimientos, dijo, están las
responsabilidades domésticas y el miedo al éxito.
Sin
embargo, admitió que cuando se superan dichas trabas, en muchas ocasiones “las
mujeres se hacen como hombres, se masculinizan y presentan conductas varoniles
para desempeñarse en los ambientes laborales, porque se tienen que proteger.
Tras
exponer que en los niveles jerárquicos se tiende a copiar actitudes varoniles
para ser aceptadas sin mostrarse tal cual son, aclaró que el equilibro
laboral entre los sexos tampoco se ha logrado en los países desarrollado.
Por
ello, se pronunció por un cambio en las madres y en las educadoras, para
preparar a las mujeres en la meta de ocupar los puestos de poder, al proveerlas
de márgenes de seguridad en sí mismas y orientarlas para que incursionen
en carreras y profesiones consideradas poco femeninas.
“Faltan
muchas presidentas y ya hay modelos a seguir”. Se buscan ambientes laborales
“más equitativos, más homogéneos, con una conjugación de los géneros que
permita mostrarse tal cual son”, concluyó.
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FOTO 01
La especialista de
FOTO 02.
En muchas
ocasiones “las mujeres se hacen como hombres, se masculinizan y presentan
conductas varoniles para desempeñarse en los ambientes laborales”, señaló la
especialista de