Boletín
UNAM-DGCS-168
Ciudad Universitaria
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final del boletín
NO REGRESA AL
PAÍS CERCA DEL 80 POR CIENTO DE MEXICANOS QUE ESTUDIAN EN EL EXTRANJERO
Se calcula
que alrededor del 80 por ciento de los
mexicanos que realizan estudios de posgrado en el
extranjero se queda en los países a los que llega, aseguró la especialista del
Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de
Una nación vale por su
calidad y el conocimiento que tienen sus habitantes. Por eso, consideró, “es
importante que toda esa gente preparada se rescate” a su país de origen.
Además, desde el punto de vista económico, es preocupante la fuga de cerebros,
por los recursos invertidos, que se aprovechan fuera del país.
Es importante que en la
academia se esté alerta a este fenómeno, indicó Castaños, pues la sociedad en
general no se ha dado cuenta de que mientras más científicos haya el país se
puede desarrollar mejor.
En el Informe general del estado
de la ciencia y la tecnología 2006, del Consejo Nacional de Ciencia y
Tecnología, se consigna que hasta 2005 se apoyó a dos mil 645 estudiantes con
recursos hasta por 695.7 millones de pesos para que realizaran sus estudios de posgrado en instituciones educativas fuera del país.
Gran Bretaña y Estados Unidos se
mantuvieron como los principales destinos, quienes captaron 25.3 y 23.1 por
ciento de los becarios, respectivamente, seguidos por España, con 16.6 por
ciento; Francia, con 13.1, y Canadá, con 7.0 por ciento.
El documento
registra que del total de becas apoyadas al extranjero, dos mil 256
correspondieron a doctorado y 302 de maestría, el resto se asignó a becas para
especialidades y posdoctorado.
Asimismo, las principales áreas del conocimiento elegidas fueron las aplicadas a la ingeniería y las ciencias sociales, a las que acudieron 34.6 y 20.1 por ciento de los apoyados, respectivamente. Asimismo, las ciencias exactas captaron 10.4 por ciento, las aplicadas a la biología captaron 9.7, y las humanas y de la conducta 8.8 por ciento.
Castaños Rodríguez
informó que hacia 1970, un investigador en México ganaba cinco mil dólares.
Actualmente, la cifra asciende aproximadamente a mil 500 dólares, que es poco
para el trabajo que se realiza. Con el tiempo
se compensa con las prestaciones, pero por ese motivo nadie se jubila,
lo que provoca que cada vez sea más vieja la planta académica.
Como una alternativa
contra la fuga de cerebros, propuso el establecimiento de una política en la
cual se integren al salario todas las prestaciones, para que la gente se pueda
retirar y, con ello, los jóvenes puedan ocupar esas plazas.
Acerca de este concepto,
sostuvo que se le conoce también como fuga de talentos o éxodo de
intelectuales. Por lo regular, se refiere sobre todo a especialistas de las
áreas científicas, sociales y humanísticas, pero abarca también la artística
como músicos y cantantes de ópera, entre otros.
Las áreas más afectadas son las de las ciencias exactas, porque se
requiere de equipo e instrumental sofisticado para desarrollarse. Inclusive, se
estima que dentro de la academia 85 por ciento
de quienes emigran pertenecen a ellas; humanistas o de las ciencias sociales
son pocos. De hecho, en México son básicamente las áreas de física y química
las que fundamentalmente expulsan a los alumnos de posgrado.
Los científicos
sociales, explicó Castaños, tienen otras necesidades, porque su estudio en
México no es similar al de otros países. En cambio, para un matemático o un
físico, los conocimientos de su interés se dan igual en todo el mundo. Por
tanto, encuentran elementos para poder desarrollarse en cualquier lugar del
planeta.
Todo ello a pesar de que
quienes están en el extranjero desarrollan su profesión, se les puede tener
como colegas que pueden apoyar para formar redes más amplias, y hacer
investigaciones conjuntas.
Otro punto que es importante resaltar son los
extranjeros que han venido a
México, quienes enriquecieron la ciencia y tecnología de
Sobre quienes
llegaron de la llamada “cortina de hierro”, añadió que muchos de ellos lo
hicieron como puente para irse a Estados Unidos, pero por diversos problemas se
han quedado y se han adaptado a la forma de vida.
Los que no
llegan a permanecer en
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FOTO 01.
Es importante que
la academia esté alerta ante la fuga de cerebros, pues la sociedad no se ha
dado cuenta de la importancia de los científicos, dijo Heriberta
Castaños, del IIEc de
FOTO 02
La investigadora
de