Boletín
UNAM-DGCS-164
Ciudad Universitaria
Pie de foto al
final del boletín
EJERCITARSE
RETARDA LOS EFECTOS DE
Hacer ejercicio rejuvenece y provoca la regeneración de las neuronas,
gracias a que retarda los efectos de la vejez en el cerebro y en todo el
organismo, informó la académica de
La edad genera un declive que se observa en la pérdida de la corteza
prefrontal, parte del encéfalo que tarda más en desarrollarse —hasta la
adolescencia—, pero que es la primera en desaparecer en
Esta porción tarda mucho en crecer y se conecta directamente con el
lado emocional, por eso es que en la adolescencia los jóvenes no saben
exactamente qué quieren, explicó, los niños carecen de ella y los ancianos la
pierden rápidamente.
La práctica del ejercicio aeróbico, aquel que demanda grandes
cantidades de oxígeno, permite que las fibras neuronales crezcan y las neuronas
se conecten mejor, abundó.
Con su práctica se forman redes neuronales, principalmente en el lóbulo
frontal y en la corteza anterior del cíngulo, ambos relacionados con la toma de
decisiones. Además aumenta las conexiones con el lóbulo temporal, donde se
almacena la memoria, y con otras zonas de vinculación, indicó.
Este paso se agrupa con procesos de estimulación y evocación, se
optimizan las habilidades para evaluar conflictos y prestar atención, primer
paso para aprender, y también refuerza lo que se conoce como procesamiento
cognitivo y el factor neurotrófico, asociado a la memoria de largo plazo, el
crecimiento y la sobrevida de las neuronas, refirió.
Por años se han estudiado los beneficios del ejercicio. Se sabe que
ayuda a la circulación sanguínea, porque al contraer los músculos se masajean
las arterias, y también provoca que la sangre transite con menos carga hasta el
corazón, destacó.
También se sabe que las contracciones suaves estimulan los huesos y
evitan la pérdida de material óseo. Por ello, se recomienda a personas mayores
de cuarenta años, acompañado de prácticas como las pesas, añadió.
Georgina Montemayor aseguró que desde la época de los sesenta se
hablaba de los beneficios que podría tener el deporte en la actividad cognitiva
del ser humano.
Cuando estuvieron de moda los aeróbicos, expuso, donde se hacían
ejercicios de derecha a izquierda, se manejaba la lateralidad; en las
residencias de adultos mayores se observó que éstos mejoraban en sus respuestas
en las pruebas de inteligencia o en las de actividad cognitiva.
Los estudios se han aplicado a personas mayores de 55 años, y se ha
comprobado que aquellas susceptibles a contraer Alzheimer, retardan por años su
aparición, para aquellos que ya la padecen, mejoran de manera importante,
apuntó.
Con tan sólo 30 minutos al día de ejercicio aeróbico, como caminar,
nadar, andar en bicicleta o correr, se logra mantenerse joven y alegre, porque
también esta actividad libera serotonina, sustancia que se pierde en estados de
depresión, expresó.
La edad no sólo se ve reflejada en una piel tersa, también se observa
en la actitud y en la manera de pensar. Existen pruebas para medir la edad de
un cuerpo, donde se contemplan factores como la capacidad respiratoria, la
tolerancia al ejercicio y la rigidez de las arterias. El activamiento provoca
que cuando se hacen las pruebas, las personas resulten más jóvenes de lo que
son cronológicamente y viceversa.
Todos envejecen, pero haciendo ejercicio se pueden retardar sus efectos
por lo menos siete años, con lo que además se tendrá una mejor calidad de vida,
concluyó la especialista.
—o0o—
FOTO 01
La académica de
FOTO 02.
El ejercicio ayuda a la circulación
sanguínea, porque al contraer los músculos se masajean las arterias, y la
sangre transita con menos carga al corazón, dijo la experta de