Boletín
UNAM-DGCS-162
Ciudad Universitaria
Pie de foto al
final del boletín
MAL APLICADA,
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La investigadora del Instituto de Ecología de
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Agregó lo anterior en el Encuentro UNAM-INES, que contó con la presencia de Harold Kroto, Premio Nobel de Química 1996
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También tomaron parte
Si bien la ciencia ha
servido para conseguir grandes avances y mejoras en muchos aspectos de la
calidad de vida de los humanos, también ha dado como resultado tecnologías que
al aplicarse redundan en daños importantes a la salud y al ambiente, afirmó la
investigadora del Instituto de Ecología de
En el inicio del
Encuentro UNAM–INES (International
Network of Engineers and Scientists),
efectuado en el auditorio de
INES es una agrupación de científicos, ingenieros y tecnólogos
preocupados porque la ciencia tenga un impacto ambiental y social positivo, en
términos de justicia, transparencia y equidad. Reúne a expertos de todo el
mundo, algunos de ellos renombrados, como Harold Kroto, Premio Nobel de Química 1996,
quien ofreció
Ahora, abundó la universitaria, integrantes de este organismo vienen a
establecer enlaces y relaciones con científicos mexicanos, con los que se
comparten “muchos de esos ideales, principios y objetivos en términos de lo que
es nuestra labor”.
En México,
En esta mesa redonda también estuvieron la secretaria académica de
Responsabilidad de los
científicos
En la mesa redonda Un mundo
sustentable, de justicia y sin guerra: la responsabilidad de los científicos,
Hay otras fuentes
potenciales de luchas, como el agua, pero la disminución de los energéticos es
especial, porque es el motor de las sociedades, consideró.
La conjunción de la lucha
por los espacios económicos y la que se avecina por el acceso a energéticos
fósiles, petróleo y carbón, se alimentan en un sinergismo negativo que pueden
ser detonantes de conflictos entre todas las naciones, y si éstas son
poseedoras de armas nucleares y de vehículos de transportación, el riesgo para
la humanidad es inconmensurable, advirtió.
El cambio climático es
una minucia, sostuvo. Somos testigos del acelerado desarrollo de armas de largo
alcance en tierra y agua, por parte de naciones que disponen de cabezas
nucleares, así como de las que desean tenerlas. La amenaza nuclear, a pesar del
fin de
El investigador del campus Morelia,
La población humana se
incrementó más de cuatro veces entre el año 1900 y el 2000, hasta alcanzar más
de seis mil millones de personas en
Tales datos palidecen
frente a los de la economía mundial, que se incrementó en ese lapso 14 veces.
Además el uso de energía creció 16 veces, la mayor requerida a lo largo de toda
la historia de
En una revista
internacional, recientemente un grupo de investigadores comparó la situación de
93 países, entre 1975 y el 2003, y llegó a la conclusión de que el mundo se aleja
cada vez más de
El dilema del siglo está
entre el riesgo y la sustentabilidad, aclaró Toledo,
es decir, entre seguir con la situación actual o crear las condiciones que
detengan o modifiquen la tendencia que conduce al abismo o al “suicidio de
especie”.
Ello será cada vez más
obvio: se hace una ciencia con prudencia, con ética para la sustentabilidad,
o se seguirá alimentando una “ciencia ciega”, al servicio del capital, indicó.
El director de
Esa, expuso, es una de las razones por las cuales deben desparecer
tales artefactos; además, porque se destinan muchos recursos en su creación,
cuando podrían orientarse a causas productivas y constructivas, como la salud o
la educación.
Por ello, concluyó el científico estadounidense, no sólo se necesita
frenar la construcción de nuevas armas, sino no invertir más en su
mejoramiento. “No se puede seguir viviendo en un mundo de víctimas y
victimarios”.
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FOTO 01.
La ciencia ha generado tecnologías
que al aplicarse redundan en daños importantes a la salud y al ambiente, afirmó
la investigadora del Instituto de Ecología, Elena Álvarez Buylla.
FOTO F 02
FOTO F 03
David Krieger, Jean Paul Lainé,