14:30  hrs. 12 de Marzo de 2008

  

Boletín UNAM-DGCS-159

Ciudad Universitaria

 


Ana Carolina Ruiz

Pies de foto al final del boletín

 

PRESENTAN PROBLEMAS DE ENRIQUECIMIENTO POR NUTRIENTES, LAGUNAS COSTERAS DE SINALOA

 

 

Las lagunas costeras de Sinaloa, el primer estado productor de camarón y de alimentos agrícolas en México, comienzan a presentar problemas de enriquecimiento por nutrientes o eutroficación, que aún son bajos pero cuyas consecuencias ya se observan, destacó la integrante del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL), Unidad Académica Mazatlán de la UNAM, Ana Carolina Ruiz Fernández.

 

Al investigar la productividad primaria de esas áreas, comentó, se observa que una de las causas es el incremento en el número de microorganismos planctónicos. Cuando se exacerba esa concentración sobreviven sólo las especies más resistentes, lo que provoca la disminución de la biodiversidad.

 

En el evento organizado con motivo del Año Internacional del Planeta Tierra, la directora del ICMyL, María T. Leticia Rosales Hoz, señaló que México es un país rico en recursos naturales. Cuenta con alrededor de 10 mil kilómetros de litorales y con una zona económica exclusiva, que incluye depósitos minerales y petróleo, entre otros. Por eso para quienes se dedican a la oceanografía es evidente que tienen mucho qué hacer.

 

En los últimos años, por ejemplo, se han vuelto críticas las descargas de los ríos a las zonas costeras naturales y urbanas, pues llevan una serie de compuestos que las afectan, apuntó.

 

De ahí la importancia de crear conciencia y hacer estudios para evaluar de qué manera se impactan estas áreas. “Por mucho tiempo se pensó falsamente que el océano podía diluir todo lo que se vertiera”, añadió.

 

Por otro lado, dijo, los efectos del cambio climático repercuten en la química del planeta y en los océanos en particular. Ello se refleja en el deterioro de aves y mamíferos en el sistema terrestre, que ha sido más estudiado, y en el número de peces que han desaparecido a causa de la invasión del hombre.

 

Ruiz Fernández afirmó que también empieza a haber florecimientos algales nocivos, como las mareas rojas, no comunes en estas partes. Se ha observado que cada vez son más frecuentes y más al interior de las lagunas; el problema es que son tóxicas para los organismos que las consumen, como los mariscos que luego ingiere el ser humano.

 

Las fuentes principales de dichos nutrientes son la deforestación y la erosión, que provocan el transporte de los suelos, las descargas de aguas residuales municipales e industriales, que  incluyen a la acuacultura, y los desechos de la agricultura y la ganadería intensivas, señaló Ruiz Fernández.

 

El grupo de investigadores al que pertenece, agregó, también ha descubierto que además del aporte antropogénico, hay una influencia del clima, pues existe una concentración distinta en el año.

 

“Se tiene –aseveró– una caracterización de qué es lo que se puede esperar y también identificados los puntos críticos de las lagunas costeras, porque hay descargas directas de desechos municipales y de las zonas de acuacultura, que están cerca de ellas”.

 

Otro aspecto estudiado, utilizando isotopía estable, es observar cómo los nutrientes que se transportan a través de los ríos, y que van a desembocar a las lagunas costeras, también llegan al manto freático y se distribuyen a través del agua subterránea. Particularmente, cuánto nitrógeno, en forma de nitratos y nitritos o amonio, se acarrea desde las zonas urbanas hasta esos lugares, “pero por la parte interna del río, la que no se ve”.

 

Se ha descubierto que existe un enriquecimiento importante de nitritos en algunas zonas donde hay extracción para consumo humano. Llega a ser tan elevada que pueden ser dañinos para la salud, señaló en la conferencia Dinámica de nutrientes en las lagunas costeras de Sinaloa: una visión biogeoquímica integral.

 

Además, se trabaja en la reconstrucción histórica de cómo se ha dado el desarrollo de la agricultura en la cuenca de drenaje, donde se hacen los cultivos, a través del estudio de los sedimentos de las lagunas costeras, “que son como archivos que informan sobre los eventos del pasado”.

 

A través de este método, se pueden fechar esas capas utilizando radiométricos, en su caso plomo 210. Así se sabe cuándo realmente empiezan los problemas de contaminación y en qué porcentajes el ser humano incrementa los flujos de los nutrientes hacia la zona costera, aseguró en el auditorio Agustín Ayala Castañares del ICMyL.

 

Los datos que se desprenden del estudio corresponden a siete de las más de 20 lagunas que existen en Sinaloa.

 

La especialista de la Secretaría de Salud, Guadalupe de la Luz González, al dictar la conferencia Vulnerabilidad, impactos, riesgos y adaptación de la salud por el cambio climático, resaltó que por este fenómeno están reapareciendo enfermedades que ya habían sido erradicadas.

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FOTO 1 .

 

María Leticia Rosales Hoz y Felipe Vázquez en el evento organizado con motivo del Año Internacional del Planeta Tierra, que se llevó a cabo en el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM.

 

 

FOTO 2

 

La académica del ICMyL de la UNAM, Ana Carolina Ruiz Fernández, informó sobre el estado biológico de las lagunas costeras de Sinaloa, primera entidad productora de camarón y de alimentos agrícolas.