06:00  hrs. 05 de Marzo de 2008

  

Boletín UNAM-DGCS-141

Ciudad Universitaria


Roberto Best y Brown

Pie de fotos al final del boletín

 

DESARROLLAN EN LA UNAM SECADOR SOLAR PARA APOYAR A LOS PRODUCTORES AGRÍCOLAS DE MORELOS

 

·        Roberto Best y Brown, del Centro de Investigación en Energía, señaló que ha tenido buenos resultados en la obtención de granos de arroz de mayor calidad

·        Los calentadores de aire, utilizados para remover la humedad del grano, funcionan con la energía solar, al igual que las bombas y ventiladores, explicó

·        La meta es que también se pueda usar para otros productos durante el año, como cebolla, tomate, mango u hongos, recalcó

 

Un grupo de científicos del Centro de Investigación en Energía (CIE) de la UNAM –con sede en Temixco, Morelos–, crearon y probaron un prototipo de secador que opera con energía solar térmica y fotovoltaica, con favorables resultados en la obtención de granos de arroz de mayor calidad.

 

Así lo informó el jefe del Departamento de Sistemas Energéticos de esa entidad, Roberto Best y Brown, quien explicó que el secado de productos agrícolas se puede realizar directamente en el campo, sin necesidad de transportarlos a un molino.

 

Para ello, se ha trabajado en un prototipo que no tiene ninguna otra fuente de abastecimiento además del Sol. Los calentadores de aire y agua, utilizados para remover la humedad de los elementos deseados, son solares, así como las bombas y ventiladores, que funcionan con paneles fotovoltaicos, abundó.

Best y Brown mencionó que existen otros secadores solares desarrollados en universidades de todo el mundo. No obstante, lo que distingue a este proyecto es que abarca toda la cadena productiva, desde la investigación básica y el diseño, hasta la aplicación en el campo.

 

El prototipo, desarrollado por el grupo de Isaac Pilatowsky, ya está probado en el secado de arroz. “Ha habido mucho interés en esta zona, en Morelos, porque la entidad es productora del cereal, no en cantidad, sino en calidad”, sostuvo.

 

El método tradicional, recordó, consiste en llevar al molino los granos, que, en ocasiones, se hacen quebradizos debido a las altas temperaturas. En dichas máquinas son movidos en grandes tolvas, subidos y bajados mediante la quema de gas y sin mucho control del calor al que son sometidos.

 

Secan grandes cantidades pero con problemas de calidad; lo hacen así porque la demanda se concentra en una época específica del año, el verano, cuando se da la cosecha, añadió.

 

Si grupos de productores se pusieran de acuerdo e instalaran secadores solares en las zonas de producción podrían tener un beneficio económico extra. Con ayuda de este secador, donde no se usan altas temperaturas, ni el grano está sujeto a mucho movimiento, los campesinos obtendrían arroz menos quebradizo y sin humedad, aumentando el rendimiento de producción, al disminuir además los consumos energéticos.

 

Hasta ahora, dijo el especialista, se han trabajado lotes de 200 o 300 kilogramos. Los campesinos requieren someter a ese proceso media tonelada o más del producto.

 

Con este prototipo se tiene la posibilidad de que cuando terminan las horas de Sol, se cuenta con agua caliente almacenada en los tanques que operaron durante el día y se conectan las bombas para mandar líquido cálido a un radiador que ahora calienta el aire para no detener el proceso las 24 horas del día, apuntó.

 

 

En días nublados tampoco habría problema; la radiación en ese caso no es directa, pero sí difusa y suficiente para este tipo de equipos. En caso de que se alargara el mal tiempo por varios días, se adaptaría un pequeño calentador casero, aclaró.

 

Al respecto, aseveró que no se requieren temperaturas altas para secar los granos; de hecho, si el aire sobrepasa los 40 ó 45 grados puede resecar mucho el arroz y volverlo quebradizo.

 

Los científicos universitarios midieron las velocidades y temperaturas de secado, específicas para cada producto, incluso antes de crear el prototipo, pues ello permite mantener la calidad en el proceso. “El estudio tiene una parte de ciencia básica y de cinética, entre otras”, especificó.

 

Ahora, relató Roberto Best, “se hace un prototipo de mayor tamaño para que sea útil a los productores”. La meta es que también se pueda usar para otros productos durante el año, como cebolla, tomate, mangos u hongos, pues en ocasiones las cosechas son vastas; de ese modo se obtendrían comestibles secos o en pasta.

 

Otra ventaja es que después de la inversión inicial, no se vuelven a gastar recursos en combustible, como gas o diésel, sino sólo en el mantenimiento durante la vida útil del instrumento, que puede ser de hasta 20 años. A eso se suma otro aspecto fundamental: el “cero impacto” ambiental, expuso.

 

Para instrumentar esta tecnología, se ha establecido contacto con los productores e industriales del arroz, así como con las secretarías de Desarrollo Agropecuario y de Economía del estado de Morelos, así como con la Delegación Estatal de la Secretaria de Economía.

 

Se espera que en el transcurso de este año se concrete en el campo un proyecto de segunda generación, de mayor capacidad. Se quiere conjuntar el interés del gobierno, de los productores y de los mismos ingenios, sostuvo Roberto Best y Brown.

 

También se busca producir arroz, pero con otras características, como precocido, con el objetivo de aumentar su valor nutricional y disminuir su tiempo de cocción. “Será cuestión de definir este año un proyecto con todos los diferentes actores y buscar las fuentes de financiamiento”, concluyó.

 

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FOTO 01

Roberto Best y Brown, del CIE de la UNAM, habló sobre el prototipo de secador que opera con energía solar térmica y fotovoltaica, con buenos resultados en la obtención de granos de arroz.

 

FOTO 02

Científicos del Centro de Investigación en Energía de la UNAM, en Temixco, Morelos, crearon y probaron un secador solar térmico para apoyar a los productores de arroz de esa entidad.

 

FOTO 03.

El prototipo de secador solar de los científicos del CIE de la UNAM, abarca toda la cadena productiva, desde la investigación básica y el diseño, hasta la aplicación en el campo.