Boletín
UNAM-DGCS-125
Ciudad Universitaria
Pie de fotos al
final del boletín
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Se pierden espacios, no se considera
prioritaria y se le ve como un objeto suntuario, señaló la directora de
Literatura de
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Para el director general de Bibliotecas,
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El investigador del CUIB, Héctor Guillermo
Alfaro, advirtió que en la escuela no se prepara a los estudiantes para
convertirse en lectores
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En promedio, se leen 2.9 libros por
persona al año, en los últimos 15 años cerró el 30 por ciento de las librerías,
y uno de cada 10 mexicanos mayores de 15 años no sabe leer ni escribir
La lectura es una actividad que propicia una auténtica liberación
mental y cultural, y tiende a igualar la vida de los ciudadanos. Sin embargo,
en el país las cifras son alarmantes: en promedio, se leen 2.9 libros por
persona al año; en la última década y media cerró el 30 por ciento de las
librerías y casi uno de cada 10 habitantes mayores de 15 años no sabe leer ni
escribir.
En torno a esta realidad, la directora de Literatura de esta casa de
estudios,
Además, los gobiernos no apoyan ni consideran que este tema sea
prioritario. En el discurso, expuso, siempre se habla de su importancia en la
educación de un país y en el desarrollo, pero en la práctica muchas veces los responsables
no infieren que la literatura forme parte relevante de sus vidas.
Por otro lado, existen “candados” que tienen que ver con una forma
generalizada de ver el mundo, donde el éxito está permeado por triunfos de tipo
pragmático y relacionados con lo económico y
La autora de obras como Alta
infidelidad y La corte de los ilusos,
comentó que ello ha producido una sociedad mal informada, con poco tiempo para
la lectura, considerada suntuaria, con una educación pobre desde
Un negro panorama
De acuerdo con
La encuesta, realizada entre noviembre y diciembre del mismo año en 136
municipios de 29 estados de
El director general de Bibliotecas de
Por ello, cuando se habla de impulsar campañas está bien, porque toda
acción que promueva esa actividad es positiva. Sin embargo, adujo, “no es
posible fomentar la lectura en alguien que no sabe leer”.
En ese sentido, el investigador del CUIB, Héctor Guillermo Alfaro
López, expresó que más allá de decir que no hay lectores en México, se deben
reconocer problemas de fondo, históricos, y uno de ellos es que no han habido
políticas ni de los gobiernos ni de las instituciones culturales y educativas,
para impulsar un programa sistemático que propicie esta afición.
No es que no quieran leer, sino que hay también falta de
infraestructura. Además, se debe considerar que en México, a lo largo de la historia,
no se ha contado con una gran extensión de lectores, siempre han sido grupos de
elites localizados a quienes realmente se les puede considerar como tales, más
allá de que haya otra población que periódicamente lee algún libro, apuntó.
Se puede hablar en términos estadísticos, pero esa es una trampa,
porque se tiende a considerar como parámetro únicamente a los libros, y no es
el único material, hay periódicos, revistas e incluso cartelones publicitarios;
es decir, refirió, sus posibilidades son mucho más amplias que las obras
bibliográficas.
El problema, aclaró el investigador, es que se ha “fetichizado” el
libro y se considera que es el medio para identificar si una nación tiene
determinada cantidad de lectores o no. Eso es “peligroso, porque bajo esas
circunstancias hay países que van a salir mal ubicados, como el nuestro, donde
se diría que se tienen pocos”.
No obstante, abundó, si se consideran otros elementos, como revistas y
periódicos, se verá que el número de lectores crece. Hay que revisar las
categorías y los conceptos de lo que se entiende como tales.
De hecho,
Quizá desde la infancia es cuando puede nacer ese gusto. Para
Rezago educativo
Alfaro López explicó que el funcionamiento actual de la escuela prepara
a los estudiantes no para ser lectores. Es decir, las aulas más bien hacen que los niños se alejen de
esta actividad y no como siempre se ha supuesto.
Esta paradoja se registra
porque esta acción forma parte del proceso de alfabetización y, por lo mismo,
se asocia con la lectura, pero no es lo mismo, pues sólo da competencia a una
persona para leer un libro, aunque no significa que generará un lector.
La clase de lectura debería
ser la base de las otras materias, pero se le ve como una más. Por ello, cuando
el niño sale de la primaria sabe leer pero al igual que sabe matemáticas,
biología o civismo, de manera segmentada, detalló.
Para algunos especialistas,
uno de los principales problemas que enfrenta la lectura es el cierre de
espacios. De acuerdo con
Sin embargo,
Asimismo, añadió, hace unos años se auguraba que Internet sustituiría a
las bibliotecas y al libro. Pero los bibliotecarios siguen activos, trabajando,
tanto con los materiales en papel como con los avances electrónicos.
Internet es útil para las bibliotecas. En el Sistema Bibliotecario de
De hecho, el desarrollo de la
biblioteca pública en el siglo XIX es uno de los grandes aportes a la
democratización de las personas, porque es la única institución que no exige
ningún requisito a los individuos –ni siquiera saber leer–, para tener acceso a
ella, enfatizó.
En el caso de las bibliotecas
universitarias, como las de
Al respecto, Alfaro López aseguró que al leer el individuo se recrea a
sí mismo, se reconstituye, se convierte en una persona diferente a la que es,
porque implica la asimilación de ideas, por una reflexión que no sólo cambia la
forma de pensar, sino también la vida.
Leer literatura es una tarea fascinante e indispensable, opinó
Que alguien no lea “me parece una de las declaraciones más tristes en
la vida, es como quien dice que no le gusta comer manjares, o que no ama o no
ha sido amado. Es algo fundamental en la vida de todos”, concluyó la escritora.
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En la práctica
los gobiernos no infieren que la literatura forma parte relevante de sus vidas,
de la educación y el desarrollo, afirmó la directora de Literatura de
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El director general de Bibliotecas de
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En México se leen
2.9 libros por persona al año, y en los últimos 15 años cerró el 30 por ciento
de las librerías, dijeron expertos de