Boletín
UNAM-DGCS-118
Ciudad Universitaria
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Especialistas de
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No se tiene el suficiente abasto para
cubrir las necesidades alimenticias básicas, indicó Emilio Romero Polanco, del
Instituto de Investigaciones Económicas
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Si México utilizara maíz para producir biocombustibles
como el etanol, atentaría contra la seguridad alimentaria
del país y beneficiaría únicamente a las grandes empresas, coincidieron en
señalar investigadores de
Al respecto, Emilio Romero Polanco, del Instituto de
Investigaciones Económicas (IIEc), afirmó que en el
territorio no es viable la producción de ese energético, pues no se tiene el suficiente
abasto para cubrir las necesidades alimenticias básicas.
Ante este panorama, resulta difícil suponer que en el corto
plazo exista la posibilidad de fabricarlo con este grano, aún cuando en
El especialista consideró que, de comenzar ese proceso, la
caña de azúcar resultaría más viable, pues no tiene el impacto económico y
social del maíz y puede aportar ciertos excedentes.
Al referirse a la producción del grano, recalcó que en el
país se consumen 30 millones de toneladas al año y se producen 20, un déficit
que complica la competencia con
Así, México genera en promedio dos toneladas por hectárea de
maíz frente a las 10 que producen Estados Unidos o Canadá, empero, puntualizó, si
en la nación se obtuvieran cuatro toneladas, se resolvería la dependencia alimentaria que aún persiste.
En este contexto, se está en riesgo de acentuar ese fenómeno
además de intensificar la desnutrición, que da pie a la pobreza, el atraso, la
migración y todo tipo de afectaciones, como las desventajas del sector
agropecuario ante el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Contexto internacional
Desde el primer trimestre de 2007, el gobierno
norteamericano anunció el impulso a la producción de etanol con base en el
maíz, como estrategia para disminuir su enorme dependencia a la importación de
petróleo.
Según información de Romero Polanco, el primer productor
mundial de la gramínea es EU, seguido de China, que del 2005 al 2007 consumió
137 millones de toneladas del grano de las 139 que generó. México se ubica en
la cuarta posición en el orbe, pero depende sustancialmente de los excedentes
norteamericanos.
Los países desarrollados estudian la posibilidad de usar el
maíz para elaborar etanol, pero ello traería consecuencias en el precio de los
granos básicos, que afectan la seguridad alimentaria
de las naciones deficitarias, sostuvo.
Aún en
De este modo, la mezcla norteamericana elaborada con un 85
por ciento de etanol y 15 de gasolina, sólo se expende en mil de las 180 mil
gasolineras que existen en esa nación. El consumo representa sólo el 4.3 por
ciento del total de combustible que se utiliza en ese país, señaló.
En el caso mexicano, se ha especulado sobre la posibilidad de
explorar industrial y comercialmente su producción. En cuanto a Brasil, desde
hace más de 40 años, se instituyó como política de Estado fomentar la obtención
de ese biocombustible con base en la caña de azúcar,
pues cuenta con una infraestructura tecnológica, con centros de experimentación
y con empresas que tienen experiencia en
A su vez,
En el país, la
producción del grano no permite la autosuficiencia, pues anualmente se importan
un gran número de toneladas de EU hacia México, y su consumo per cápita es el más elevado en todo el
mundo. “Utilizar un alimento para obtener un combustible parece no ser una
buena opción, a menos que se utilice maíz extremadamente barato”.
De acuerdo con el experto,
Brasil tiene condiciones socioeconómicas similares a las de México y en esa
nación el etanol constituye casi un 50 por ciento del combustible que usan los
automóviles, mismo que es elaborado con la miel obtenida de la caña de azúcar. Los
residuos agroindustriales como el bagazo, son materia prima barata que puede conseguirse
en grandes cantidades.
Martínez Jiménez
señaló que la producción de etanol a partir del maíz derivará en un escenario complicado,
sin embargo, algunos empresarios piensan en esa actividad por las altas ganancias
que obtendrían al comprar el grano a bajo costo y, a su vez, exportar el energético
a Estados Unidos.
Hizo énfasis en que el país tiene la opción de generar otro tipo de
etanol, a partir de los residuos agroindustriales, lo que daría la oportunidad
de recibir recursos y crear empleos en el sector formal.
Finalmente, dijo que el uso del etanol no contribuye al incremento de dióxido
de carbono en la atmósfera y, por lo tanto, no influye en el cambio climático
ni en el efecto invernadero.
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FOTO 01
Emilio Romero, del IIEc de
FOTO 02.
En el país, se consumen 30 millones
de toneladas de maíz al año y se producen 20, un déficit que complica la
competencia con